Esperanza

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No sale de su departamento todo el domingo, entonces parte de su zona de confort hasta el día lunes por la mañana, cuando recuerda que tiene un examen de Toxicología del que sabe, va a reprobar por no haberse preparado adecuadamente como otras veces.

Después del examen, todo un futuro distinto se pasa por su cabeza. No sabe por qué, pero quiere llorar.

Finge poner atención al resto de sus clases, pero está tan perdido, que son sus compañeros quienes le pasan las notas del día por primera vez en los años que llevaba estudiando esa carrera. Se siente perdido, y no sabe absolutamente por qué.

Se despide de sus compañeros de su clase de virología y pasa de presentarse a su entrenamiento de inicio de semana, camina a su auto rápidamente antes de encontrarse con alguno de sus compañeros de equipo, que le preguntarían la razón de su ausencia, y lo enciende ignorando su móvil que suena con "It's time" de Imagine Dragons en tono de llamada.

Tiene hambre, así que se desvía del tramo común para ir a la zona gastronómica buscando alguno de los negocios que le llamen la atención, entonces, de manera rápida, halla el perfecto.

Se estaciona en unos de los lugares indicados, sale dejando su celular en el asiento delantero del copiloto y tras asegurarse de que deja cerradas las cuatro puertas y encendida la alarma, se lleva las manos dentro de su chaqueta café para entrar al café.

Sin demora, va hacia la barra buscando su cartera mientras el cajero hacia su entrada.

—¿Stan?

Y él levanta la mirada con sorpresa y ligera alegría.

—¡Hey, Tweek! — Sonríe

Era la primera vez que visitaba dicho lugar y admite sentirse bien al ver a Tweek detrás de la barra.

—¿Qué te trae por aquí? — Pregunta el rubio estirándole la carta de comidas, más que nada, sándwiches

—Quise romper hoy la rutina — Responde aceptando el objeto mientras mira el menú de bebidas

Pide un café cappuccino frío y un emparedado completo, Tweek le pide tomar asiento mientras le preparaban su pedido que él mismo le iría a dejar. Busca lugares vacíos, hallando uno con un rostro conocido. Guarda su cartera mientras sonríe.

—Hey, Craig... — Saluda —¿Por qué no me sorprende hallarte aquí?

El joven de cabello negro levanta la mirada de la mesa y le saluda con un simple movimiento de cabeza.

—¿Huyendo del entrenamiento? — Le pregunta Marsh en tono bromista

—Sabes que yo no entreno los lunes

—Entonces ni el capitán ofensivo y defensivo en el entrenamiento de inicio de semana — Ríe acomodándose en el respaldo de la silla —Somos bastante responsables

Tweek llega con su pedido y desvía la mirada hacia la calle cuando ve a Craig insinuársele con palabras llenas de cursilería y algunos besos robados que hacen darle algunos golpes en el hombro con bochorno fingiendo a la vez fastidio, molesto por la interrupción en su trabajo. Su relación era demasiado dulce.

A Stan le dolía el pecho cada que pensaba que su relación con Wendy fue así alguna vez...

Abre los ojos después de mantenerlos cerrados y aburridos, mira hacia la calle una vez más, cuando observa una tercera presencia que le hacen levantarse de la mesa ocasionando desconcierto en sus otros dos amigos.

Sale corriendo, disculpándose con el cliente que recién entraba, y grita.

—¡Kyle!

El muchacho se detiene y voltea, confundido tras haber escuchado su nombre en boca de un desconocido, da un paso atrás cuando reconoce al capitán del equipo, al príncipe azul de cientos de chicas dentro de la universidad... Stanley Marsh.

En el escenario [Style]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora