TRES: como impedir una cita en dos simples pasos [Parte1]

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5 años después

Estaba enojado. No. Colérico, frustrado y muy pero muy angustiado. Su pecho se apretaba con un sentimiento que no podía comprender. Más o menos.

La verdad era que si sabía lo que estaba sintiendo. Algo.

Ver a Lisa, la atractiva chica que con los años se volvió mucho más atractiva, coquetear descaradamente con Park JiMin no le gustaba.

Su enemigo mortal. El número uno. Ese chico que le hacía perder los estribillos y le llevaba al limite.

Como le detestaba en esos momentos.

Vale, Park JiMin no era feo. Eso todo la escuela lo sabía, literalmente.

JiMin no sólo era conocido por su belleza, sino por ser un estudiante activo que había participado en distintos campeonatos de deportes , matemáticas, lengua y ciencias. Todo un cerebrito.

Eso también enojaba a JungKook. No podía entender cómo aquel chico podía ser tan inteligente. Atractivo y muy inteligente.

Entendía que Lisa jamás se fijaría en él. JungKook se veía así mismo como él mismo chico gordo que siempre había sido, y eso que  en los últimos meses había iniciado una dieta de no comer, seguía siendo gordo. Y tenía muchos granitos en la cara. Eso no le gustaba. Y no tenía músculos como JiMin y sus amigos. Eso no le gustaba para nada.

—¿vas a seguir lamentando tu vida o iras allí y harás algo al respecto?- preguntó YoonGi.

—¿qué podría hacer yo? Al lado de JiMin soy basura-. JungKook respondió.

Poco le importó que el que estuviera a su lado sea el íntimo amigo de JiMin. En realidad no le importaba nada.

Pero le daba igual. De todos modos, sabía que YoonGi era un chico que iba por aquí y por allá. Indiferente y odiando a todo el mundo.

—¿ok?

—JiMin es perfecto- siguió diciendo JungKook. Y se sentía mal mientras lo decía.— todo en él. ¿Quién se fijaría en mi teniéndolo a él delante?

Su pecho dolió esta vez. Vio a JiMin robarle un beso desprevenida a Lisa y ella empezó a reír sonrojada.

JungKook miró a otro lado. No quería seguir castigándose así.

—¿entonces no harás nada?-

—¿qué no has oído todo lo que dije?-. JungKook miró a YoonGi. El chico, que había teñido su cabello de platino; estaba comiendo palomitas.

—es basura. Todo lo que dijiste- respondió, indiferente. Volvió a comer una porción de palomitas, mirándole de reojo.

JungKook apretó sus puños. Detestaba a ese tipo, recordó. Odiaba su manera indiferente de ver a todo y todos.

Dispuesto a irse, salió de su escondite y empezó a alejarse.

—pensé que eras mejor que esto, JungKook- le detuvo las palabras de  YoonGi. Se volteó para enfrentarle.—JiMin me ha hablado mucho de ti. Dice que eres un idiota que no le gusta perder. Ahora,- señaló hacia atrás, en el patio donde la pareja no dejaba de darse sonrisas.—¿vas a dejar que eso ocurra? Que cobarde.

Otra historia de amor | K O O K M I N Donde viven las historias. Descúbrelo ahora