No pude mantenerme mucho más tiempo recostado sobre sus piernas, así que me levante y al hacerlo talle mis ojos con los puños, después dirigí mi mirada a aquella joven mirando sus hermosos ojos cafés, simplemente me dio una sonrisa y quitó su mano de mi cabeza -Buenas tardes...- Di un pequeño bostezo y luego me acerque a Aela.
-Aela... Sentí como acariciabas mi cabello, se sintió bien- Le di una sonrisa y me apegue a ella por completo, acomodando mi cabeza en el hombro de la joven, no pregunte para hacerlo, pues aún tenía sueño, pero muy pronto sería mi turno de conducir, lo sé lo sé, es algo muy aburrido pero las cosas son así, cuando haces viajes con tus amigos tienes que hacer sacrificios. En fin, me quedé en esa posición con la chica hasta el momento que Cristian se estacionó en una pequeña gasolinera, ya habían pasado por lo menos 5 horas desde el comienzo del viaje, todos salimos de el auto a estirar las piernas.
-Waaaa, por fin puedo tocar algo de suelo y caminar en el, fue linda está parte del viaje y todo, pero realmente necesitaba descansar de esto un momento- Dije alegre y estirando tanto mis brazos como piernas. Cristian me miró con un rostro un tanto "macabro" en ese punto sabia lo que iba a hacer, sabia que lo hacia por mi, pero aún así no quería que lo hiciera por ninguna razón -Oye Yair, que te parece si vas con Aela a ver el paisaje mientras que yo voy al baño, compro algunas cosas y llenar el tanque de combustible-.
-Si seguro, ¿Vamos Aela?- Inevitablemente miré a Cristian, en mi mirada podías notar que algo gritaba ¡Vas a sufrir idiota!, intenté no demostrar esto, pero era bastante complicado, me quedé mirando a Cristian y de un momento a otro Aela tomo mi mano, yo me puse completamente rojo mientras ella comenzaba a caminar sujetando mi mano, ella guardaba silencio en cada momento, parecía que estaba realmente apenada, yo también lo estaba. Pero por alguna razón ninguno de los dos soltaba la mano del otro, supongo que estábamos cómodos, en mi caso así lo sería, me sentía bien caminando de su mano -Oye Aela, me interesaría saber si te moleste con mis acciones, con eso de quedarme dormido en tus piernas y una vez me desperté me acomodé en tu hombro, no estoy del todo seguro de porque lo hice, pero me sentí bastante bien- Me encojí un poco de hombros esperando la respuesta de Aela, lo que ella dijera en el momento podría haber cambiado todo lo que pasaría después.
-N-no en realidad no me molestó, hasta acaricie tu cabeza aún sabiendo que estabas despierto, si, me di cuenta de que lo estabas, pero es que te veías tan simplemente lindo actuando así, que fue inevitable- Dijo Aela bajando lentamente su tono de voz mientras continuaba hablando, una vez termino de decir esto mismo ella comenzó a reír, lo hizo tanto que comenzó a llorar, para limpiar las lágrimas levantó justamente la mano que tenía unida a la mia, note que al hacer esto ella se puso un poco roja y yo simplemente reí, soltando su mano para cubrir mi boca y que no se sintiera tan mal por hacerlo.
-Me agradas, hay que regresar al auto para seguir el viaje, ya quiero llegar y ver tu estilo de snowboard, se sabe mucho de una persona por el estilo en el que patina, y supongo que ti estilo será particular justo como lo es tu actitud, realmente me gusta, eres extraña, no puedo evitar decirlo- Me encojí un poco de hombros y luego de esto susurre para mí mismo, no quería que ella llegará a escuchar lo que diría a continuación -Particuliarmente tu ojos, demonios, esos ojos me dejaron atrapado-.
Rei un poquito por lo que acababa de susurrar, y sin esperar que la joven dijera algo corrí a el auto, obviamente esperando a Aela, que me siguió a paso veloz pero sin correr, al parecer simplemente no quería que su falda se levantará.
-¡Cristian! ¡Vámonos ya, quiero llegar a patinar, y aún debo conducir 10 horas!, Aunque conmigo serán unas 7- Comencé a reír y le quite las llaves a Cristian, para entrar rápidamente en el coche y encenderlo esperando a mis amigos. Una vez todos se subieron al auto comencé a conducir, Aela se había subido a el asiento del copiloto mientras Cristian estaba atrás leyendo, solía pasar todo el día haciendo, una vez le prendí fuego a uno de sus libros mientras leía.
-Seria mejor siempre durmieran, de otra forma seguramente se asusten, mucho- Una vez el auto llegó a una velocidad cómoda (más veloz de lo que conducía Cristian) inicie la conducción a la montaña con algo de sueño, siempre dormía a todas horas, pero sabía que podría estarse 10 horas sin dormir para ir a aquel hermoso lugar y poder convivir con los demás snowboarders, no sabía si algún amigo iría a este lugar, pero sabía que podría hacer más amigos en donde fuera por su actitud amable.
Después de esas 7 largas horas el joven se estaciona en el aparcamiento de aquella villa, solo el estaba despierto hasta el momento, Aela se había dormido en su asiento pero había puesto su cabeza en mis piernas, fue un poco difícil hacer los cambios con ella allí, pero no me molestó mucho. Al verla dormir simplemente le comencé a acariciar la cabeza y susurré con cuidado -Aela... Despierta, ya estamos aquí, vamos a entrar-.
Aela despertó lentamente y se incorporó en su asiento, luego me miró y me sonrió, un momento después me sujetó una mejilla y me hizo acercarme un poco para darme un beso en la mejilla, ambos nos pusimos algo rojos. Para evitar la situación salimos de el auto y yo como buen amigo al ver recargado en la puerta a Cristian abrí con fuerza la misma, apenas la abrí rodó por el coche cayendo de golpe en la nieve, tanto Aela como yo no reímos por lo que había pasado mientras que Cristian se levantaba con cuidado refunfuñando -Yair... ¿Porque tienes que ser tan buen amigo?- Hablo en todo de sarcasmo mientras se levantaba y todos hacíamos una línea mirando a la villa -¡Ya estamos aquí!- Gritamos alunisono los tres.
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Nevada En Mi Corazón
RomanceYair y Cristian son unos amigos de la infancia que se deciden a hacer otro viaje a una montaña nevada para hacer snowboard y convivir entre ellos, pero Yair se ve involucrado en una situación extraña por el hecho de que Cristian invito a una de sus...