Emociones

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Durante unos minutos nos estuvimos abrazando hasta que les pedí a todos que siguiera haciendo snowboard, no quería que se aburrieran por mi culpa, se levantaron y me miraron a los ojos buscando aprobación, una vez vieron que de verdad quería que se siguieran divirtiendo se fueron a excepto de Dayanna, a quien yo frené sujetándole la mano a ella misma –Dayanna, ¿puedes quedarte tan solo un momentito por favor?-.

Dayanna acepto a lo que había dicho y se sentó a un lado mío, luego de esto espere a que se fueran los demás para hablar con ella en soledad –Lamento esto supongo que debiste sentirte mal, y si te preguntas a que me refiero es lo que paso anoche, tú me dijiste estar enamorada de mí y yo no te respondí… Bueno ya tengo la respuesta para eso y la verdad es que igualmente me siento atraído por ti, perdón por no responder antes, es que me había olvidado-.

Una vez dije esto Dayanna me dio un golpe en el brazo izquierdo, luego me dio un pequeño beso en los labios, el cual correspondí lentamente. Al separarme del beso le mira directamente a los ojos con una sonrisa –Ahora anda a hacer snowboard o me voy a molestar porque tu si puedes y yo no- le saco la lengua por un momento.

-Si Yair, nos vemos en la fogata de esta noche ¿Cierto?- Una vez asentí a su pregunta dándole una confirmación con la cabeza ella se fue a continuar patinando con los demás, llegue a ver que ella tenía una sonrisa más amplia y sus ojos brillaban de una forma espectacular, eso me hizo sentir bien pues sentía que estaba haciendo feliz a una persona importante para mí.

Pasaron algunas horas y aun era muy temprano, yo seguía con mi ropa ensangrentada así que decidí que lo mejor sería cambiarme para ir a comer… Bueno en realidad me estaba comenzando a ganar el hambre y no podía ir con la ropa cubierta de sangre, me levante del sofá y subí a las habitaciones de una forma que me dio pena aceptar, tuve que subir las escalera gateando para poder subir, eso era bastante complicado pero al final funciono, una vez en la habitación tome una playera de manga corta, una sudadera blanca, una chaqueta de mezclilla azul, un pantalón negro y un gorro blanco, sentí que me veía bien con ese conjunto así que salí de la habitación y baje esta vez caminando apoyándome en el barandal de la escalera, como fue que pude camine hasta llegar a el comedor.

“Por fin aquí, caminar así fue de las cosas más difíciles que he hecho” pensé justamente al estar en la puerta del comedor, esta vez comería solo pues no podía ir a buscar a mis amigos para que me acompañaran aunque ir a comer solo tampoco era tan malo, estar todo el día rodeado de ellos no estaba bien, era un tanto molesto hacerlo aunque fueran mis compañeros de viaje.

Estaba allí solo esperando mi comida cuando la chica de la caseta se acercó a mí por un momento –Oye chico, esta noche vamos a ir a algo parecido a un salón, está cerca, haremos una fiesta en lugar de la fogata tradicional, asegúrate de invitar a tu amigo, por favor-.

-claro yo lo invito, cuenta conmigo- Esta chica me sacó una sonrisa, al parecer de verdad estaba interesada en mi mejor amigo, y yo que había pensado que él era tan molesto que nadie se fijaría en él. En fin termine esperando unos cuantos minutos mi comida y cuando llego me asegure de comerla, me tome mi tiempo y pensé en muchas cosas mientras que eso pasaba, al final me había terminado mi comida y no me había enterado, cuando me di cuenta me dio mucha risa pero me la aguante para no reír como loco estando solo y comiendo, no negare que no soy el más cuerdo pero tampoco estoy loco, cuando me salí del comedor me topé con mis amigos allí, se habían tomado todo con bastante discreción, algo que nunca espere de Cristian.

-¿Pero qué haces aquí? Deberías estar descansando- Me regañaron tanto Cristian como  Dayanna, e realidad eso había sido algo divertido para mi así que tuve que responder.

-Lo lamento pero la verdad el hambre es mucho más fuerte que la razón así que bueno, ya entienden, pero ya voy a regresar a la cabaña, allí les esperare- Estaban por seguirme regañando cuando preferí irme, aunque mientras lo hacía vi a Aela, se notaba bastante triste y eso estaba bastante mal, nunca la había visto así y yo no llegue a entender la situación, ese pensamiento paso por mi mente muchas veces hasta que llegue a la cabaña y me recosté en el suelo a un lado de la chimenea pues aunque mi conjunto me hacía ver bien hacia que estar afuera se vuelva complicado por el frio. Estuve allí tirado recortando papel durante mucho tiempo, había hecho mucha basura así que esperaba un regaño cuando llegaran los demás compañeros, cuando llegaron no me regaño ninguno algo que fue bueno, aunque llegaron realmente tarde en verdad –Cristian, ¿Recuerdas el salón que está un poco lejos de aquí? Pues hay una fiesta allí, y la chica de la caseta te invito a ti en especial, lleva a Aela y a Dayanna, yo los alcanzo luego, tengo sueño y dormiré un momento ¿sí?-.

-Si está bien, vamos chicas, el ya llegara con nosotros luego- Apenas estaba llegando a la cabaña y salió de nuevo con las chicas caminando a el salón, yo les despedí con la mano y me quede otra hora allí acostado.

-Bien, creo que ya debería salir de aquí- Me levante con algo de dificultad pues aun dolía mucho la cortada, luego de esto camine hasta llegar a la fiesta, justo cuando estaba llegando escuche música bastante buena así que pensé que el ambiente de la fiesta seria de lo mejor, entre en el salón y busque a mis amigos que justamente estaban al otro lado del salón, en un “balcón” al acercarme vi a Dayanna y Cristian dándose… ¿Un beso?, ¿enserio estaban besándose?

Nevada En Mi Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora