Verdadero Amor

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Para asegurarme de que mis ojos no me mentían me acerque hasta estar  a un lado de ellos, confirme que estaban besándose, al verme se separaron y me miraban a los ojos –No es lo que parece- Dijeron al mismo tiempo.

-De cualquiera lo esperaría, menos de ti Cristian, no te doy una golpiza porque no puedo moverme bien- Aunque dentro de mi estaba con ganas de gritarle lo evite para no hacer un escándalo, solamente lo empuje y salí de allí, nunca había estado en ninguna relación amorosa y la primera no dura ni siquiera un día, eso me molesto bastante y termine por salir de la fiesta y caminar por la nieve, hasta el dolor de la pierna se me había olvidado de ese sentimiento de enojo que tenia dentro de mí, termine llegando a el bosque y me recosté allí mirando al cielo.

-No me molesta que ella hiciera eso, lo que me molesta es que Cristian fue quien me traicionó, es la única persona de la que espero lo mejor y hace algo así- Sentí tal impotencia que no pude evitar llorar en silencio de nuevo, puse mis brazos sobre mi rostro de esta forma ocultaría aquellas lagrimas que tenia.

Mientras tanto en la fiesta Aela había visto todo por lo que se enojó con ellos y salió a buscarme, esta chica camino en la dirección contraria de donde estaba, eso le tomo varios minutos pues al no encontrarme tuvo que volver, hacia demasiado frio y ella allí seguía buscándome, al volver a la fiesta se encontró con unas huellas que con la esperanza de encontrarme siguió hasta que encontró a alguien tirado en la nieve llorando, supo que ella yo y se acercó sentándose a un lado mío para acariciarme la cabeza –Lamento lo que paso, me entere de que estabas saliendo con Dayanna y me molesto que te hiciera eso-

Al escuchar su voz me quite los brazos de los ojos para mirarla a ella –No me molesta mucho que ella se besara con otro tipo, la relación no tenía tiempo y prácticamente ni siquiera existía pues nunca le pedí nada, solo que Cristian, el bueno tu sabes es mi mejor amigo, hace muchísimos años nos conocemos y me hizo algo así, era de la única persona de la que en verdad no me esperaba algo tan malo como eso, ¿me entiendes?-

-Si Yair, yo te entiendo bastante bien, una vez me paso y sé que se siente horrible, pero hay muchos más peces, además una amistad de tantos años no se puede romper solo por algo así, ¿no crees?- Eso que dijo me saco una sonrisa, ella termino por recostarse a mi lado y me sujetó una mano, de la misma forma ella miro al cielo como estaba yo y levantó nuestras manos.

Yo la mire directamente a los ojos y le sonreí limpiando mis lágrimas con mi otra mano, luego de esto di un suspiro bajando la mano que me había hecho levantar ella –Aela, de verdad te quiero, me has ayudado cada una de las veces que me he sentido mal en este viaje, y eso es bastante que decir en verdad, y es cierto, no me preocupare por eso- le saque la lengua por un momento y luego volvió a mirar al cielo – ¿Te digo algo? Es estresante tener que estar sin moverme mucho porque me duele, me debes mucho, piensa que me hiciste evitar hacer snowboard por un mes- comencé a reír pues realmente me daba risa eso, ya no me molestaba ni un poco la idea.

-Luego te voy a compensar, ¿te parece bien si te llevo la comida a tu cama una vez?- Dijo con seguridad sin dejar de sujetarme la mano.

-Acepto, es una buena paga considerando que caminar me duele aunque sea un poco, creo que la nieve ayuda mucho para que no duela demasiado- Le di una pequeña mirada y luego de esto me gire en la nieve dejando mi mirada directo a los ojos de ella, simplemente la luna los hacia brillar cual lucero.

-Muy bien, entonces esa será tu paga…-  Aela igualmente se giró mirándome a los ojos y termino por sujetarme las mejillas y acercarse lentamente a mis labios hasta llegar al punto de darme un beso, era apenas el segundo beso que me habían dado en mi vida y en el mismo día, este beso lo correspondí poniendo mi mano en la cintura de la joven.

Unos segundos después del beso nos separamos y volvimos a mirar las estrellas, al parecer ambos habíamos quedado sin palabras por la situación actual, yo me encargue de decir algo importante para mí en esa situación –Aela… No esperaba eso, pero era lo que buscaba, aun así no quiero cometer el mismo error, ¿Aela, quieres ser mi novia?, yo de verdad no sé cómo pedir esto así que espero me disculpes-.

Aela me dirigió la mirada y sus ojos brillaron aun más de lo que ya lo hacían, eso fue simplemente hipnotizante para mí –Claro que quiero serlo, y lo dijiste de una buena forma- Aela me pellizcó una mejilla y luego de eso me dio un beso en la misma, inevitablemente yo me sonroje un poco aunque por ser de noche no se notaría nada.

-Espero que ahora que aceptaste ser mi novia no vuelvas a intentarme cortar un pie por favor- No pude evitar reír con mi propio comentario, luego de esto ella tomó su teléfono poniendo la cámara para luego pedirme que me acercara a ella un poco –No soy muy fotogénico pero está bien- Yo me acerque a ella y di una sonrisa, luego de eso tomo la foto y por más que le pregunte para que era no quiso responderme.

-Yair, ¿no te duele la pierna? Si es así sería mejor volver- Yo podía sentir la preocupación en su voz y eso no me agradaba pues siempre buscaba que mis seres queridos no se preocuparan.

-No la verdad casi no me duele, además, no quiero ver a Cristian, si lo veo le terminare rompiendo la boca- Me encogí de hombros al decir esto, la verdad ya se me había pasado el enojo pero él había cometido el error y hasta que Cristian no se disculpara yo no le hablaría –Por favor quedémonos hoy aquí, o vayamos a la cabaña antes de que ellos vayan-.

-Por mi está bien dormir una noche en la nieve, creo que contigo no pasare frio- Aela se acomodó nuevamente poniendo su cabeza sobre mi cuello y levantándola para verme a los ojos por un momento, yo simplemente le acaricie la cabeza y no tardó mucho en dormirse, me acomode dándole un abrazo y luego me dormí a su lado.

Nevada En Mi Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora