PRÓLOGO.

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Recuerdo la primera vez que te vi. No sabía cual era el sentimiento que causabas, era un ardor en el pecho y una ansiedad de pasar mis manos por esa cintura tuya.

Nunca había sentido algo igual.

Tu despampanante caminar, con ese va y ven de tus caderas, la forma en la que te mueves es hipnotizante, con esas piernas largas que caminaban con elegancia y sensualidad. Tus labios gruesos y ligeramente pintados de un brillo rojo que los resaltaba mas y los hacía ver cual caramelo dulzón.

Nunca había sentido un impulso como éste.

Al verte cerca de mí sentía la necesidad de tocar tu piel, suave, tersa y ardiente ante mi tacto frío que te hacía estremecer igual que a mí.

Con esas curiosas cicatrices cubiertas con tinta me hacían querer ver más allá de ellas, matandome de la curiosidad del por qué las quieres ocultar. Sabiendo que aún con esas marcas eres igual de bella que la mismísima diosa Afrodita.

Tú piel, tus cabellos, tus labios, tus caderas, ese pequeño lunar en tu hombro y aquel otro junto a tu boca, tus gestos. Enloquesco con solo pensarte, mirarte y sentirte entre mis manos. ¿Que me hiciste? No lo sé, en serio, me has hipnotizado con tu encanto.

Recuerdo que solo quería alejarte de mí, no sabía como actuar a tu lado, con esa constante coquetería tuya y sonrisas traviesas, no podía no resistirme. Y a pesar de todos mis intentos de alejarme, me dejé llevar por mis inpulsos, por el deseo, por la necesidad que mi propia conciencia había creado al verte, por la atracción que sienten nuestros cuerpos al estar cerca.

Sería mentira si te digiera que me arrepiento, no solo te mentiría a ti, si no también a mis sentimientos, y he vivido demasiadas cosas para volver a mentirme de tal descarada manera. También mentiría que dijera que nada más siento atracción hacía ti, pues es más que éso.

No sé como expresar este sentiemiento. Cada una de las emociones que despertaste en mí fueron nuevas, llenas de ansiedad y excitación por descubrir lo que puedes llegar a causar a esta pobre alma en desgracia, solo con el va y ven de tus caderas, y el movimiento de tu cabello

Eres como la definición de la tentación, y sin pensarlo te volviste en mi adicción.

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BIENVENIDO SEMIDIÓS
A UNA NUEVA AVENTURA

Creada; 23_06_019
Editada; 11_07_019
Re-editada; 1_12_019

Recuerden que para que yo me sienta animada a seguir escribiendo deja tu comentario y una estrella, aun que sea por pena a esta aberración de fanfic que estas por leer. ( ¿Tan poca autoestima tenia cuando publique esto? Que asco jajjsaja )

No te conozco, pero te amo.

Atte. Zero...

LA TENTACIÓN DE EROS » || Nico Di Angelo || +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora