Todos entramos al club. Jean va detrás de mí.
— ¿Quién va a escena?— pregunta el jefe aplaudiendo para que nos apuremos.
Emily me señala con el bolígrafo tras darme un leve vistazo y vuelve a clavar los ojos en el itinerario.
Mila vuelve andar entre las mesas. Sirviendo copas o cervezas. Jean se va a sentar en su rincón favorito. Subo a la plataforma no sin antes ponerme el antifaz de encaje negro y la música comienza (Dirty mind -Boy epic). Al igual que los chiflidos y aplausos. Animándome.
— ¡Y con ustedes! ¡Layla! — el presentador anuncia mi entrada con el seudónimo que escogí.
Miro fijamente a Jean. Como dije, necesito ver a los ojos de alguien para evitar los nervios.
Él levanta su cerveza en dirección a mí y me sonríe. Giro alrededor del tubo y sujetándome con ambas manos me elevo alzando las piernas. Las abro y me deslizo lentamente abajo pasando mi lengua entre mis labios. Una vez abajo me pongo de pie y doy varios giros sin quitarle la mirada de encima. Alza las cejas y me señala con los ojos abajo de la mesa. Las luces de colores que iluminan el lugar me dificultan un poco ver que hay pero en cuanto me doy cuenta que se está tocando por encima del pantalón me enciende. Siento que me mojo. Me hace un gesto obsceno que no hace más que aumentar mi libido.
Pego mi espalda al tubo y me arrodillo hacia delante. Lamo mis dedos y los paso por mi cuello. Sus ojos brillan. Sonrío orgullosa.
Pronto la música termina y me levanto. Todos aplauden. Me retiro al camerino cruzándome con compañeras que salen apresuradas para presentar su show.
Me siento frente al tocador y me quito el antifaz. Justo cuando unas manos grandes y masculinas suben por mi cintura y se meten debajo de mi sostén. Sé que es él. Reconozco esas manos.
—No deberías estar aquí— pega su cadera a mi espalda haciéndome saber que esta duro. Se restriega lentamente. Me mira fijamente a través del espejo. Sus ojos reflejan deseo y la lujuria me invade.
—Quiero arrancarte la ropa—ronronea. Aprieta mis senos. —Quiero follarte duro. No me importa si oyen.
—No. Ya casi salgo. —saca una mano y envuelve mi cuello para pegarme a su cuerpo. Alzo la mirada y me deleito con la vista.
Maldito adonis. ¿Los demonios son guapos? Se supone deberían dar miedo ¿Por qué son guapos? ¿Todos serán así?
Baja su mirada para verme. Esos ojos...
Aprieta los labios y vuelve a restregarse. Sé que espera que le responda pero no lo haré. Quiero ver hasta dónde llega. Aunque por dentro quiero lanzarme a sus brazos.
—Voy a cambiarme y nos vamos —sonrío cuando gruñe.
—Alza los brazos— ordena
— ¿Qué?
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Pacto Perfecto: De Pornstar A Mascota Del Demonio (+18)
ParanormalParanormal/Erótico Cinco demonios... Cinco demonios pelinegros de ojos escarlata y aspectos diabólicos que poco a poco cobraban apariencia humana, enviados por Lucifer a cerrar pactos. El demonio de la Lujuria; Asmodeus, no es cualquier demonio. Es...