Capítulo 5. Cena familiar

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Tomo mi celular y veo la pantalla: "¿Qué haces? Me aburro"

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Tomo mi celular y veo la pantalla: "¿Qué haces? Me aburro". Dice el mensaje

Mi cuerpo hormiguea y unas estúpidas mariposas revolotean en mi estomago

"Voy saliendo de la clínica, iré al trabajo". Tecleo y le doy enviar.

Tomo un taxi a fuera de la clínica. Aprieto entre mis manos los resultados. Le doy la dirección de mi nuevo trabajo al conductor y avanza sin opinar nada, solo asiente.

Sonrió como tonta cuando el celular vuelve a timbrar y su nombre se ilumina en la pantalla.

"¿¡Qué!?"

"Es solo chequeo, relájate". Enviar

Aprovecho el camino para maquillarme

"¿Chequeo de qué?"

"Para ver como estoy de salud y como está el anticonceptivo"

Puedo imaginármelo tecleando rápidamente e impaciente por una respuesta. Continúo con el maquillaje. Esta vez tarda más en contestar.

"Hablaremos de esto"

Termino de maquillarme y sonrío frente al espejo retrovisor. El taxi se detiene, he llegado.

"Ya llegue al trabajo, te llamo cuando salga"

Guardo todo en mi bolsa y pago. Voy con cuidado hasta la puerta de la residencia e inmediatamente me abren la puerta.

Bien, aquí vamos.

Le entrego los resultados al director y los revisa. No es nada más que un chequeo general para saber si tengo algún padecimiento o enfermedad, o si el dispositivo anticonceptivo sigue funcionando.

Todo está en orden.

Voy al vestidor y tomo el vestido que me dejó la asistente. Es pequeño y ajustado.

"¿Ya estas follando?" Río bajo. No quiero llamar la atención.

"Para eso me preparo". Le doy enviar y me coloco las zapatillas.

"No te canses mucho. Esta noche quiero que salgas conmigo" Mi curiosidad pica y tecleo rápido.

"¿A dónde?"

— ¡Tayna a escena!— grita el director

"Es una sorpresa". Contesta

Meto el teléfono a la bolsa y la guardo en mi camerino. Sobra decir que aquí tengo uno propio, con tina de masaje y mi propio tocador. Puedo guardar mis cosas donde sea, aquí no corren peligro. Meto las cosas en su lugar, que tenga lo propio no significa que deje todo regado. Salgo a escena. Ya están todos en sus puestos así que rápidamente entro en el papel.

Estoy nerviosa pero emocionada. Es mi primera escena.

Jugando con los tirantes de mi vestido lo miro fijamente y camino a paso firme hasta Rafael, el primer hombre que me recibió, tiene un cuerpazo y es muy amable. Es alto y bronceado, tiene los ojos marrones y siempre que lo veo viste de traje. Me espera sentado en la cama con las manos robre sus rodillas y expresión tranquila.

Pacto Perfecto: De Pornstar A  Mascota Del Demonio (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora