Capítulo 2

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Me desperté por la alarma de mi celular, el cual busque para apagar la alarma, me dolía la cabeza y no sabia que paso ayer no recuerdo como me quede dormida, ni cuando colgué con Denisse, ni cuando me quite los lentes. Busco mis lentes, los encuentro en mi mesita de luz y me los pongo, decido no prestar atención a mis pensamientos por alistarme para ir al colegio como era martes y no tenia que ir de gala decidí que iría con pantalón pero no encontré mi pantalón y no me quedo de otra más que ir de gala es decir jumper, camisa blanca, medias blancas y zapatos lustrados.
Me empecé a cambiar, me lave la cara, me cepille los dientes, me puse bloqueador, me puse brillo de Nivea color rojo en los labios para tener un poco de color, me planche mi cerquillo, traté de hacer algo con mi pelo para que no se note que habían unos mechones que seguían rubios ya que en vacaciones me lo teñí aunque fueron mechones y antes de volver a Sucre me lo volví a teñir pero de negro, no desayune no sentía ganas.
Me había alistado muy rápido así que decidí esperar a mi hermana en la puerta estaba llevando los útiles de las materias que me habían dicho que me tocaban ese día literatura, mate y química.
-Peti, ya me estoy yendo-dije abriendo la puerta para que crea que me estoy yendo.
Escucho a mi hermana bajar por las escaleras, mi hermana tiene 10 años, es aries como yo ya que de ella su cumple es el 19 de abril y el mío el 9 , se llama Nicole pero le digo Peti porque nuestro papá un día le empezó a decirle petiza,(a pesar de solo ser unos centímetros más chiquita que yo) y para abreviar eso yo le empecé a decir Peti, ella es muy diferente a mi físicamente no parecemos hermanas ella tiene los ojos un poquito rasgados, la piel un poco más morena que la mía, su boca también es más gruesa, no tanto, se que solo tenemos en común la delgadez y los pálidos labios, ni los gustos tenemos en común.
Hubo una época en la que ella era pegada a mi, pero nos empezamos a separar cuando entro al "Santa Ana".
-Ya estoy aquí, vamos.-me dice acomodando su pelo lacio y  mediano, diferente al mío ya que el mío es muy rizado corto, pero no al extremo, y esponjoso.
Salimos de nuestra casa siempre vamos a pie ya que nuestro colegio no queda tan lejos y los micros a esta hora ya están llenos, a una cuadra de nuestra casa queda una mansión, cuando pasamos por la mansión veo que por fin parecía completamente terminada, desde hace unos años vi la mansión en construcción, sabia que esa familia era súper rica y que las cosas se habían como ellos querían, me di cuenta de eso porque hicieron que esa bajada donde decidieron hacer la mansión le agreguen tierra hasta que sea todo igual, para lograr sus propósitos de que la cuadra donde ubicaron su mansión sea igual, hicieron traer tierra de no se donde, pero con eso lograron que en la parte posterior de la casa nadie pueda subir ya que crearon un tipo de muro alto para que la casa quede de una altura igual. Nunca entendí porque mejor no la hicieron en otro lugar así no tendrían que haber hecho todo eso, la gente rica es rara.
-Camina más rápido que no llegaremos si sigues así, la mansión no va desaparecer, la puedes ver en el micro cuando vuelvas del colegio.- dice mi hermana con cierto sarcasmo, sabia que era temprano pero no quería quedarse como yo contemplando algo que nunca tendremos.
-Ay, si, vamos súper tarde.- le dije y empecé a caminar más rápido.
[*]

Entró a mi nuevo curso segundo blanco de secundaria, no tiene nada de especial ni diferente a mi anterior curso, tiene el mismo modelo de pupitres, un pizarrón, un lugar donde ponen una estatuilla de la virgen. Siempre está parte es la más rara normalmente me cuesta acostumbrarme al cambio se que seguiré en unos exámenes escribiendo primero de secundaria blanco.
Tengo suerte de que no sea lunes o estaría escuchando a la madre Fernanda hablar, hipócritamente de todo, deseando que sea un poco más abierta y que no nos obligue a todo, también deseando que se muera la vieja.
Me caería bien si es que no odiara casi todo justificándose en su religión.
-Hasta que vienes, ayer me colgaste sin avisar y luego no me hablaste por WhatsApp-me dice Denisse sacándome de mis pensamientos.
-Creo que colgué sin querer y me dormí. ¿Sabes dónde me tengo qué sentar?-pregunto.
Veo al rededor notando que faltan Victoria, Janisse y otras personas más, pero supongo que llegarán tarde las otras personas. Pero Janisse y Victoria me preocupan son mis amigas de años y  normalmente no faltan ni llegan tarde, espero que si están mal se mejoren pronto.
-En el penúltimo asiento de la fila que está contra la pared-me dice indicando el lugar nombrado, mientras yo seguía con la mirada el lugar que me indicaba -Viki y Janisse están enfermas no vendrán hasta la próxima semana-dijo Denisse como si hubiera adivinado en lo que pensaba.
Vuelvo a dirigir mi mirada, que estaba hace un momento posada en el banco, a ella, Denisse tiene los ojos grandes, cafés, con grandes pestañas, tiene la cara redonda, unos labios gruesos y una nariz recta que se podría decir que es algo pequeña, utiliza unos lentes morados grandes que realzan sus rasgos.
-Voy a dejar mis cosas - le digo y enseguida toca el timbre y veo que entra la profe.-hablamos después.
-Esta bien.
Se me hace raro que toque el timbre tan temprano, yo recuerdo que me daba siempre tiempo de hablar un buen rato con mis amigas, no como ahora.
[*]
Empiezo a oír unos ruidos molestos, además de la voz de la profesora de literatura que se la puede considerar ruido molesto porque su voz es muy silbante ya que tiene un siseo muy notorio, también hay otras cosas que resultan características de la profesora como su baja estatura, su pelo teñido de color guindo y sus "Enormes tetas", dirijo mi mirada a la profesora porque paro de dictar se la veía horrorizada, los ruidos continúan ahora son muy fuertes parecen rugidos.
Micaela que está al frente de mi me dedica una mirada que dura unos segundos pero es tipo como de advertencia, la cual le sale muy bien con sus ojos medio chinos, raros que nunca podria dibujar, esta tranquila, no parece que le impresione los sonidos o la pongan intranquila.
Ella está peinada con su cola alta que le llega hasta unos centímetros más abajo de sus hombros, su piel es trigeña, su nariz es recta y larga, tiene un leve olor a bloqueador combinado con perfume, es simpática y tiene una personalidad extrovertida. Nos llevamos muy bien porque hasta vivimos cerca y es la única persona que lograba convencer a mis papas de salir, también es la única persona que me ayudaba mucho para conseguir información sobre mi crush, es unos meses mayor que yo ella ya tiene 13 cumplidos el 29 de octubre del anterior año.
Mi mirada se vuelve a la profe que ya parece histérica porque esta que camina de la puerta a su escritorio repetidas veces.
-Jóvenes alisten sus cosas y oculten se debajo de sus bancos.- ordena la profesora con su siseo habitual pero con temor en su voz.
Empecé a alistar mis cosas termine rápido por lo poco que había sacado mi cuaderno verde y mi estuche, me escondí debajo de mi banco vi como todos hicieron lo mismo. De pronto sentí que el piso se movía y estando en el segundo piso me dio mucho miedo.
"Dios si los malditos monstruos vienen al colegio te juro que no respondo por los insultos que te diré mentalmente" le dije a Dios en mi mente, aunque quien sabe si me escucho, es algo que hago últimamente, prefiero pensar que en mi mente hablo con "Dios" y no estoy sola, ha pensar que hablo conmigo misma.
Empecé a sentir que el piso temblaba, de pronto escuché que cayó algo sobre mi banco, de seguro fue un poco del techo, esto me asusto mas.
"Dios no quiero morir soy muy joven, ni he tenido novio"
"Dios ni pude hablar con Mario, ninguna vez"
De pronto escuche un gruñido y gritos, sabía que a este paso yo me uniría a los gritos cuando de repente algo me alzó, con todo y mi banco, aunque no me alzó con mi mochila ya que esta estaba en el suelo a lado de mi banco. Vi al monstruo era enorme, me sacó del banco, para que me aplastarme, con su enorme mano con garras era horrible, su piel tenía un color entre gris y un color de verde horrible.
"¿Por que a mi Dios?"
"Me va ha comer y tu lo permitirás, no quiero morir sin tener mi primer beso"
Decidí cerrar los ojos muy fuerte y gritar, no grite por ayuda, se que nadie podría hacer nada por mi, me resigne a escuchar el sonido de mis gritos y los del colegio. Siento que empiezo a caer, abro mis ojos y veo que alguien corto el brazo del monstruo, del cual sale una sustancia negra y que estoy cayendo.
Veo como se acerca alguien a mi, es un chico de pelo negro y ojos grises, me separa de la mano del monstruo y me marca. El chico está volando y yo con él ya que me tiene entre sus brazos, de su espalda salen alas, veo que tiene una ropa negra con capucha y botas negras de seguro no tiene espalda para las alas. Me deja en el suelo noto que ya no están mis compañeros en mi curso, espero que estén bien, escucho gritos y rugidos de monstruos provenientes de otros cursos.
-Tranquila, estarás bien pero necesitamos que nos ayudes- dijo serio con un acento argentino marcado.
"Esta loco"

Demonios y oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora