Capítulo 7

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Creo que mis ojos están hinchados de tanto llorar y me da vergüenza pensar que fui tan débil para llorar en los brazos de Rubén. Tal vez mi nueva familia me de el amor y la atención que no me dieron mi actual familia, conoceré a los padres de Ruben, a su familia que será mía también. Espero que no sean pero que la mía. Aunque lo único bueno era mi hermana, por lo menos la soportaba.
-Mira ya estamos aquí tu nueva casa-me dice Rubén sacándome de mis pensamientos.
Veo la casa y es la mansión, con razón sentía que no habíamos avanzado mucho ya que la mansión queda a una cuadra de mi casa.
No le digo nada estoy muy triste y avergonzada para hablar, el solo abre la puerta enorme de la mansión que es una puerta de rejas negras enormes que está en medio de muros altos cremas, el pasa adentro y yo lo sigo por detrás, el patio es hermoso muy grande, tiene árboles frutales, que no me dejan ver bien si hay alguna planta más, a los lados de un camino de cemento grande como para un auto, este camino tiene terminación en el garaje y en la puerta de la mansión.
Rubén cierra la puerta y empieza a caminar en dirección a la mansión, lo sigo veo la mansión parece de dos plantas, la puerta es café grande muy hermosa, tiene la fachada blanca y el techo plomo oscuro, Rubén abre la puerta, entra y silba. Escucho pasos de patitas, como las que hace Barbi al caminar, entro a la casa, veo a Barbi y a Bella dirigirse a mi, bajan las escaleras que hay en la entrada, saltan cuando llegan donde estoy. No me imaginaba que Rubén ya había traído a mis mascotas aquí. ¿Habrá traído también mis cosas?. Me agachó a acariciarlas, observó, la mansión, es blanca, decorada con cuadros de bosques y uno que otro de animales, el piso es de cerámica blanca con detalles dorados, a mi lado derecho hay una puerta abierta, donde hay una escalera, que parecen llevar al piso de arriba, la escalera es de mango dorado. Enserio este lugar es hermoso.
-Sube, el cuarto a la derecha al fondo, es el tuyo- me dice Rubén no parece que quiera explicarme mas.
Me levanto, subo con Barbi y Bella, veo que este piso también es blanco pero con detalles dorados en las paredes, son pequeños los detalles pero se notan, hay muchos cuartos, busco mi cuarto siguiendo las indicaciones de Rubén, lo encuentro, en la puerta está grabado mi nombre en letra carta de color rojo. Abro la puerta y veo un cuarto blanco enorme, con la pared superior azul que tiene unos puntos blancos como estrellas, el foco está en el medio y esta cubierto por una bola blanca, la cama es grande, mucho más de la que antes tenía, esta cubierta por una colcha roja que no deja a la vista las almohadas, tiene dos mesitas de luz negras a los lados, el escritorio está al frente de las ventanas es café oscuro, tiene una computadora, el armario está al fondo del cuarto es grande, hay un mueble en frente de mi cama que de seguro es para la tele es plomo con negro.
Barbi y Bella se suben a la cama y yo también lo hago me acuesto es muy blanda miro a la derecha y veo que hay un librero, parece que tiene cuadernos y libros, creo que son míos luego miro al frente veo la tele que es enorme, miro un poco más a la izquierda y veo una puerta que probablemente es de un baño, pero ahora eso no me importa quiero dormir.
[*]
-Despierta-me dice Denisse.
Reconozco su vos hasta medio dormida.
-¿Qué pasa como entraste aquí? - le preguntó.
Abro mis ojos y me siento contra el respaldar de mi cama. Denisse esta con un jean azul, con unos tenis de maníaco negros y una camisa roja con un Mickey blanco estampado.
-Renold y Rubén me invitaron-me dice Denisse sentándose en mi cama acariciando a Barbi.
-¿Quién es Renold?- le preguntó y Bella se me acerca para que le preste atención, la cual le doy.
-Es el tío de Rubén, vive aquí con Leviantán y Celine que es la hermana de Leviantán- me explica Denisse.
Me preguntó cómo será Renold y Celine, pero los conoceré ya que viviremos en la misma casa.
-Tengo hambre-le digo a Denisse
-Rubén te dejo el almuerzo en la cocina-me dice.
Dejo de rascarle la pancita a Bella, miro a Denisse con una sonrisa grande en mi cara, ella me mira creo que se da cuenta porque la mire así.
-No sabes como llegar a la cocina. ¿Acaso Rubén no te explicó?- me pregunta.
-No y aunque me explicara sabes que me perdería este lugar es enorme-le digo.
-Te llevare a la cocina-me dice.
-Ya pero espera que me cambie-le digo.
Dejo mi cama, me dirijo al armario, lo abro y encuentro mucha ropa, me doy cuenta que una parte es mi antigua ropa y otra es nueva.
Me llama la atención un vestido corto rojo con cuadros negros me cambio frente a Denisse, ya me ha visto varias veces en topa interior y como somos chicas no nos importa. Abro otra puerta del armario y en la parte inferior hay zapatos, me coloco unas zapatilla negras cerradas, sin agujetas, dobló mi uniforme y lo coloco en el armario, los zapatos del colegio los dejo en el suelo ya que mañana me daría flojera sacarlos del armario, si es que los colocará ahí.
-Vamos- me dice Denisse mientras se dirige a la puerta.
Abre la puerta del cuarto y yo la sigo, llegamos a las escaleras, las bajamos, vamos por el lado derecho, subimos las escaleras de la entrada y damos una vuelta a la izquierda donde Denisse abre una puerta de la primera habitación que vemos, es la cocina, entro y me doy cuenta que queda el comedor esta cerca de la cocina, veo la decoración del comedor, es la mesa grande con un mantel blanco y otro rojo, sus sillas  son blancas parecen de cuero, las ventanas no tienen cortinas tienen el borde blanco combinando con el color blanco de la casa, veo un poco del patio trasero a través de ellas.
La cocina es grande, blanca, su suelo es de madera café, tiene encimeras cafés, tiene una tipo mesa de comedor de mármol blanco con sillas cremas altas, el refrigerador es blanco, el lavabo es bonito, no como el de mi anterior casa, distingo una cafetera y un microondas.
Denisse busca la comida, abre el microondas, donde ve la comida y la pone a calentar, lo hace por mi porque sabe que cuando ella está en mi casa dependo de ella, siempre he sido dependiente de las personas, pero creo que eso cambiará ya que creo que en esta casa alguien quiera hacer las cosas por mi.
-Estará caliente en tres minutos, no entiendo porque no comiste nada, ya es muy tarde son las tres de la tarde- me dice.
No sabía la hora que era, porque ya no tenía celular, ni sabía a qué hora llegue a dormirme. Se dirige al refrigerador saca jugo que parece que es de limón, saca vasos de las encimeras, parece que ya estuvo antes en esta casa conoce muy bien el lugar, sirve el jugo y lo deja en la mesa de mármol, nos sentamos en las sillas.
-No comí porque llegue agotada, combatir demonios con poco conocimiento de espada y magia es agotador y hablar con mi crush también lo fue- le digo, tomando un poco de mi vaso de jugo.
-Lo siento por no contarte antes todo pero tu estabas en Ecuador y no creo que me creerías si te contaba eso tenía que mostrártelo, lo iba ha hacer hoy en el recreo pero todo salió muy diferente a lo esperado.....Y cambiando de tema ¿Que tal te fue hablando con el príncipe de la Tierra?- me dice Denisse y me guiña un ojo.
-Ya no me ocultes cosas. ¿Y quién es le principe de la Tierra?-le pregunto mientras tomo un largo sorbo de mi jugo.
-Ya no lo haré. El príncipe de la Tierra es Mario-me responde.
Esto me hace atragantarse y empiezo a toser.
-Rayos, no lo sabías. ¡Se puede saber que hacen Renold y Ruben si no te están explicando nada!.-dice Denisse un poco molesta.
Se escucha el sonido del microondas que nos avisa que ya se calentó la comida Denisse se para y me la trae, la deja en la mesita es arroz chino con carne. Dejo de toser por fin y pruebo la comida, sabe muy bien, mientras como Denisse me cuenta lo mejor que puede lo que pasó cuando yo no estaba.

Demonios y oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora