Capítulo 6

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-¿Por qué estas saltando? - me dice Mario sin dejar de reír.
Espero no haberme sonrojado, porque en estos momentos no quisiera que note que estoy súper avergonzada. Este día fue horrible pero me hizo poder hablar con Mario, me gusta desde hace tres años, estoy obsesionada con él, tengo videos, fotos, el número de sus casas, sé cosas de él como sus amistades, que sus padres están divorciados, tiene una hermana, su color favorito es el rojo, nació el 17 de abril de 1998, es Aries, sé como hacer su postre favorito, pero no sé muy bien como es su personalidad, me enamore de él porque me parecía que cuando reía brillaba, sé que no tengo una verdadera razón para estar tan obsesionada, pero para mi es especial.
-Estaba tratando de volar-le digo avergonzada y cansada.
-Lo estas haciendo mal, así no se hace-me dice Mario parece que está menos cansado.
Lo miro embobada por que a pesar de tener manchas negras de sangre en la cara sigue resaltando; su pálida piel, sus labios rojos naturales, sus pestañas su pelo, me encantan. Se empieza a levantar y se sacude un poco la ropa, no entiendo porque lo hace, eso no va ha sacar la sangre negra, ni la suciedad al hacer eso.
-¿Cómo se hace?- preguntó mirándolo a sus ojos, trató de no perderme en esos ojos cafés claros.
-Mira, se hace así- dice y de su espalda salen alas.
Sus alas son negras, no como las que vi en los otros chicos que eran blancas, lo hacen lucir muy bien.
-¿Por qué son negras?- preguntó sin pensarlo.
Soy muy estúpida, tal vez le molesta lo que pregunte, no quiero que Mario piense que me interesa, aunque creo que ya lo hice.
-Soy un demonio-me dice sonriendo y sus ojos se tornan rojos.
No me asusta para nada, no sé porque pero me emociona.
-¿Enserio?-le pregunto sonriendo, de seguro estoy sonriendo como estúpida.
-En realidad soy lo que unos llamarían un vampiro- dice Mario.
- Eso es genial-le digo.
Escucho unos ruidos lejanos, y siento un pequeño temblor en el colegio que hace que el colegio se destruya un poquito más, veo alrededor, esta zona no tiene techo y no sé en que momento sacaron el tinglado, el colegio está hecho un total desastre pero el árbol que tiene el colegio se ve intacto, me fijo mas a la distancia y veo manchas rojas en la entrada de un curso. Abro los ojos se que es sangre que estúpida soy de seguro alguien o algunos han muerto no todo puede estar bien.
-Tenemos que ver cuantas bajas hay- me dice Mario.
Lo veo me doy cuenta que ya no tiene sus ojos rojos pero frunce las cejas.
-En los cursos en los que derrote demonios no había ningún cuerpo o mancha de sangre a demás de la mía-le digo.
-Casi me olvido tengo que curar tus heridas, muéstrame todas tus heridas-me dice.
No necesito mostrarle mis heridas ya que están expuestas, tengo cortes, raspones, la mas grave era la de mi hombro pero esa ya no sangra, se que quedara una cicatriz horrible.
Mario pone sus manos a una distancia de mi hombro herido y sale una luz roja luego hace lo mismo con mis otras heridas, veo mis heridas y no están no hay ni cicatriz, ni nada, es como si nunca me hubiera herido.
-Ya estamos bien, ahora iré a reportar las bajas, anda a tu casa- me dice Mario y empieza a volar sin esperar a que le conteste.
Lo vi volar un rato hasta que desapareció de mi vista, no quiero irme a casa tengo miedo, mate a monstruos, gente murió, pude haber muerto, Denisse mi mejor amiga la que me cuenta todo lo sabía y no me dijo, camino hacia el escritorio que está manchado de sangre negra y me pongo a llorar y a golpearlo.
"Dios esto es injusto, muy injusto, solo tengo doce años y estoy metida en algo que no quiero". Le digo a Dios, al que ahora se que de verdad existe y parece que me hizo parte a Denisse, a mi y a quien sabe mas.
Después de llorar un buen rato por fin me calmo, agarro mi espada que seguía en el suelo ya que en ningún momento la levante, salgo de ese curso porque quedarme ahí con el cuerpo del monstruo, me corrijo, demonio ahora así lo tengo que llamar, me haría enloquecer.
Busco mis cosas y bajo por las escaleras que están a la derecha recorro el patio, llego al patio de honor, tengo la cabeza agachada pero la levantó al escuchar voces, veo a Denisse de espaldas con el uniforme y dos chicos uno es casi de su tamaño solo un poco mas alto lleva un jean azul con una camisa ploma que tiene en el centro "1975" estampado y con convers blancos, al otro lo recuerdo es el chico de ojos grises, es mucho mas alto que Denisse creo que mide mas de un metro ochenta esta con un jean azul, más claro que el del otro, con una camisa negra lisa y convers negros. Todos con otra ropa y yo que sigo con esta ropa sucia, ya que no se me ocurre como regresar a mi otra ropa. Denisse se da la vuelta y me mira, me acerco a ella hasta quedar a su lado y al frente del chico de ojos grises.
-¿Denisse ellos quiénes son?-le pregunto para que me los presente.
- Son Rubén Gates- dice mirando al chico de ojos grises-Y Leviantán Gates- dice mirando al otro chico que me doy cuenta que tiene los ojos celeste y muy bonitos rasgos.
-¿Son hermanos?- les pregunto.
-No, somos primos- me responde Rubén.
-Dile a tu espada que descanse para que no la sigas arrastrando- me dice Denisse.
-Descansa Artemisa-digo y la espada se hace un collar que se deposita en mi cuello.
-Denisse, Rubén y ella tienen que hablar de algo dejémoslos solos-dice Leviantán a Denisse.
Denisse asiente, se acerca a mi, pone la mano ahora en mi collar y sale una luz que hace que vuelva a estar con el uniforme, luego se dirige a Leviantán y parece que sale del colegio con él . ¿Denisse saliendo del colegio sin su mamá?. Eso es raro, ya que Denisse siempre va con su mamá y siempre la obedece, aunque a veces exagera en las cosas que le prohíbe como no dejarla salir con sus amigas y no dejarla irse a su casa sola. No se porque me pregunto esto ahora, tendría que haberme preguntado esto cuando la vi irse hace unas horas.
-Bueno lo que te quería decir es que desde hoy vivirás conmigo-me dice sin ningún nerviosismo o rastro de nervios, como si fuera lo más natural del mundo decirle a una desconocida eso.
Enserio este tipo está loco, no se que le pasa para ser así, que cree ¿Qué no tengo padres?. ¿Qué no tengo con quién vivir?.
-No puedo vivir contigo, no te conozco y mis padres no aceptarían eso- le digo enojada.
-Tus padres aceptaron que vivas conmigo, ya que puedes ser un peligro para ellos, porque tu tienes poderes que son inestables y peligrosos-me dice.
-Vamos a mi casa porque no te creo, mentiroso-le digo segura de que me esta mintiendo.

[*]

-Si hemos aceptado de que vivas con el, nos dolerá, pero los fines de semana o cuando quieras podrás visitarnos- me dice mi mamá calmada.
Mi mamá está sentada en el sofá de la entrada, de lo que creí que era mi casa, junto a mi papá y mi hermana que me miran sin decir nada.
No sabía cuánto querían librarse de mi hasta hoy, creí que por lo menos mi hermana me quería, pero no es así, quiero llorar pero no lo haré frente a ellos.
Quisiera gritarles, decirles todas sus verdades de frente, echarles en cara toda su toxicidad, llorar porque crei que por lo menos me querían a su extraña manera, de culparme de todo, de no dejarme salir, de que siempre les importe que diran los demás.
Tengo 12 años pronto tendré 13, necesito una familia, aunque no tengo ningún recuerdo bonito con mis padres quisiera que me quieran, lo intente tan duro el anterior año.
-Esta bien-les digo-Rubén llévame a casa- le digo a Rubén.
Y veo que el sonríe complacido por la respuesta de mi mamá, es una sonrisa muy hermosa quisiera golpearlo en la cara.
Salimos de mi casa, Ruben me señala para el sentido de donde iremos voy adelante de Rubén. Ahora mismo quisiera morir.
-¡Espera!.- me dice Ruben y me agarra del brazo llevándome hacia atrás haciendo que choque con el-Mira el auto, se que tal vez ahora estás triste pero tu vida importa.- me dice Rubén y me abraza yo solo rompo a llorar.

Demonios y oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora