Con una botella de vodka en mano tomando de ella para darme el valor de hablar.
- ¿Y bien?.- suspire profundamente y asentí.- ¿Estas mejor?.
- Sí, ya puedo continuar.- asentí mirando a un punto fijo.- Mi padre no quería participar en "El negocio familiar".- Hice comillas.- Como le decía el abuelo.
Él abuelo, ese viejo era genial cuando estaba vivo, era una total bestia, era muy feliz, muy alegre, amable, caritativo y bueno.
A menos de que le hicieras algo..
Porque decir que era una bestia era poco solo personas lograban controlarlo entre ellas. La abuela y yo.
Lastimosamente la abuela murió por causas naturales pero el abuelo estaba feliz de que muriera así tranquilamente en su cama y no a mano de sus enemigos cruelmente asesinada.
No se cuanto tiempo paso para que continuará pero así lo hice.
- Mi padre dejó eso por mi..- negué.- Lucrecia.- tome de la botella de nuevo.- porque quería una vida normal para mi.- niega.- ¡Ja! Valla mierda.
- ¿Que paso después y como sabes eso?.- me miró atentamente.
- Mi padre se quedaba sin dinero porque el abuelo no le ayudaba.- suspiré.- yo conocí a mi abuelo lo se todo esto por el.- tomé de nuevo de la botella.- Lucrecia se metia con cualquiera que tuviera dinero.
Suspire algo triste porque lo era valla ella se iba de puta con tipos ricos mientras nosotros moriamos de hambre.
- Yo le sacaba sus joyas y las vendía las piezas o las joyas.- sonreí triste.- Era gracioso vestirme como niña rica con mi ropa de gala que ya no usaba y salir a las tiendas de joyas a decir que mi madre regresaba la joya o cosas así.
Fue inevitable sonreír ante el recuerdo de ello ya que bueno era gracioso como la gente se lo tragaba.
- O cuando me vestia de vaga y vendía las piezas cuando trataban de estafarme pero yo los estafaba a ellos.- tome de nuevo.- llegaba con dinero y lo escondía cuando Lucrecia se iba yo también me iba a comprar comida.
Mi infancia jamás fue normal nunca lo sera supongo. Pero lo agradezco ya que aprendí muchas cosas.
- Así paso el tiempo hasta que cumplí 12 años, Lucrecia salió como otro día normal pero con una maleta en mano ya sabía de que iba ese día.- suspire.- ella se fue con su amante osea Mateo.- corte sin más.
- ¿Ella se fue?.- me miro sorprendido.- ¿que hiciste?.
- Hacer lo que hacen todas las pequeñas llorar para que no se fuera.- me reí como tonta.- pero no funciono solo se fue me abandono, nos abandono.- tome de la botella.- se fue y papa se volvió loco.
Negue recordando como la buscaba como volvió al negocio con mi abuelo para tener que darnos un estilo de vida bueno.
- La buscaba volvió al negocio con el abuelo, la busco pero nunca la encontró así que cayo en drogas, alcohol malas compañias.- negue.- Yo solia dormir con las pijamas de mama ya que aún no teniamos dinero para comprar más.
Mire al suelo tomando un trago largo y tortuoso de alcohol suspirando, jalando aire fuerte, necesitaba fuerzas. Esto no era facil nunca quize hablarlo.
- Cumplía 15 años.- murmure.- El llego ebrio creo que ya no tenía para alguna prostituta así que estaba yo y ahí empezó. Yo gritando fuerte pidiendo ayuda, él pues rompiendo mi ser sin piedad alguna mientras yo miraba a la puerta.- tome de la botella y luego limpie mis lagrimas.- No dejaba que se me acercará.
Era verdad jamás dejaba que se acercara mucho a mi pasaba siempre encerrada sola llorando.
- Lloraba siempre porque pensaba que Lucrecia volvería, me descuide un momento y el volvió ebrio lo hizo de nuevo pero ya no importo más.- solte una risa carente de humor.- Pasaron los días, semanas, meses, años creo, así yo sabía que cuando quisiera el podía hacer eso.
Mi mirada se quedo en un punto blanco mirando a la nada mientras recordaba.
- Me llamaba puta, lucrecia, decia que era suya, que nadie nos separaría, que dijera su nombre, que lo gritara.- mis lagrimas caían.- me gustaba que hiciera eso porque yo gritaba y sabia que me golpearía pero era tan tonta, cuando no decia nada solo se iba y yo me vestía y me iba a dormir.
Mire su cara como si no me conociera, supongo se preguntaba como algo así podía yo verlo como algo tan normal como beber agua o dormir.
- Luego empece a compararlo con mis novios o con cada polvo que tenía.-tome de la botella.- nadie puede ganarle aún en el sexo o eso pienso yo bueno aunque Erik esta muy cerca.
Relamí mis labios me sentía incomoda notoriamente asustada y nerviosa.
- Cuando cumplí 16 me arme de valor porque me estaba volviendo loca.- me reí ironicamente por el alcohol y porque tenía razón.- Le grite lo golpee el hizo lo mismo así que tome un cuchillo que había escondido y lo apuñale cuando cayo al suelo luego hubo un accidente y se incendio la cocina.
Recuerdo ese cuchillo que aún adorna esa casa cada que voy a pasar ahí el rato.
- Todos pensaron que fue un accidente o enemigos de el, pero no fue así.- mordí levemente mi labio.- me llevaron a casas de adopción donde me hicieron terapias, donde no hable con ningun niño solo me aparte y yo sola hacia mis cosas porque vamos.- tome de la botella.- ¡Que se jodan todos!.
- Dean ya estas ebria vasta.- trato de quitarme la botella pero no lo logro.- Dean.
- Era la pobre niña que había sido atacada sexualmente y esas cosas nadie quería ser mi amigo en realidad solo les daba lastima por eso jamás converse con ellos.- rode los ojos.- Lucrecia llego con su marido nuevo y me sacaron de ahí me costo mucho estar en ese lugar adaptarme a Tiffany la fresa pero valio la pena cuando lo logre.
Sonreí orgullosa de mi misma por haberlo hecho todo yo sola recordando escapadas y eso.
- Jamás había ido a la escuela todo era en casa para mi pero en el lugar donde me llevaron me daban clases y aprendí de todo del grado que cursaba.- sonreí.- no tenía nada que hacer así que bueno, Marcos pago mi maestro en casa especial y cuando cumplí 16 llegué por primera vez a la escuela y como ya sabia todo me daba igual.
Me reí al recordar ese día porque fue genial y triste a la vez.
- Ah no miento estaba triste antes de entrar porque Lucrecia no tiene tiempo para eso y mi padre no estaba entonces yo sola lo hice.- asentí.- me dio igual llegar y que me miraran ya me habia acostumbrado a eso.
También recuerdo ese día como si fuera ayer porque ese día fue mi primera pelea. Me preparé para todo, vi sangre y fuí a una fiesta donde golpee a alguien.
Ese día yo me volví Daen Smirnov..
Prometí seguir con el negocio familiar a pesar de que estaba nerviosa llegué con los nervios de punta no sabía bien que hacer, también recuerdo que un sujeto me dijo que si quería podía matar al que no me hiciera caso y eso me animó en cierta forma.
También recuerdo mi discurso, mi fuerza, la chaqueta que siempre traigo la que una vez fue de mi padre y que a pesar de ello sobreviví. La segunda vez que disparé y todas esas cosas que jamás se me van a olvidar.
La escencia smirnov, cuando aprendí a andar en moto, las carreras, el patinaje, mis lecciones de danza y patinaje, cuando conocí al grupo. Sin olvidar cuando conocí a Erik. Todo eso que me hace sonreír y a veces llorar. Todo lo que me hace una Smirnov.
No va a cambiar jamás..
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Stronger
Teen Fiction- ¿Quien dijo que las mujeres no pueden ser el "Chico malo"? Soy Daen Smirnov. Sí quieres saber más de mi tienes que averiguarlo.