Entre los muertos

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MAX

Abro los ojos, no he dormido en toda la noche, puede que me haya dejado llevar durante quince minutos.

Las lágrimas, ahora secas en mis ojos, hacen que me cueste más mover los párpados.

Los recuerdos de la noche anterior hacen que la angustia se apodere de mi de nuevo, me siento sucio, me siento roto, ni siquiera me siento yo mismo.

En mi mente la imagen de la tierra cubriendo poco a poco a Owen me consume, siento como si el que se asfixiara fuera yo.

Miro al asiento de delante del coche.

Ahí está, el hombre que en menos de un día me había hecho cómplice de asesinato, el hombre que me ha hecho enterrar en un lugar remoto el cuerpo inerte de Owen.

No aguanto, salgo del coche y vomito.

Me limpio la boca con la manga de la camiseta, suspiro y observo mi aspecto en el reflejo del coche.

Estoy manchado, no solo de tierra, sino que también cuento con algo de sangre en las mangas y el pantalón.

Me doy cuenta del enorme giro que ha dado mi vida en menos de una semana.

¿Era esto lo que quería?

Buscaba a mis padres biológicos sí, pero, esto no era lo que imaginaba.

Mi madre, está muerta.

No me siento muy bien así que me dejo caer al suelo apoyando la espalda en el coche.

Cierro los ojos y siento como las lágrimas caen de nuevo.

¿Y si me hubiera ido con Alice?

¿Y si no hubiera sido tan estúpido?

¿Acaso vivir en continua huida es vivir?

-Estás despierto.- la voz de Hirch hace que tiemble del susto.

-Dormir no es una opción.

-¿Te pasa algo?- le miro, ¿acaso está de broma?

-¿QUE SI ME PASA ALGO?

-Venga ya... ¿No estarás así por lo de ayer?- esboza una sonrisa que me revuelve el estómago.- No te preocupes, ese chaval no tiene a nadie que pregunte por él.

Mi cara debe haberse convertido en un cuadro, porque no tengo ni idea de qué expresión facial poner ante lo que acaba de decir.

-Estás enfermo...- es lo único que puedo decir, me echo hacia un lado en un intento de levantarme.

Su cara se torna seria mientras saca un paquete de cigarrillos del bolsillo, tiene las manos llenas de sangre, verle me revuelve el estómago aún más.

-¿Quieres?- me ofrece el paquete.

Niego con la cabeza.

Comienza a fumar y yo le observo.

-¿Qué vamos a hacer ahora?

-¿A qué te refieres?- dice expulsando el humo.

-¿A dónde vamos a ir?

-Ni idea.

-.....¿qué?- por mi bien espero que tenga un plan.

-Que no lo sé.- pone énfasis en la palabra ''no''.

Siento que me mareo.

¿Qué he hecho?

-¿Ti-tienes el móvil aquí?- no sé por qué me da miedo preguntar.

Si tú no estás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora