Una Promesa de Venganza - Escribiendo - Capítulos 1-84 Completos

Capítulo 21 - El contrato (parte 2)

- Necesito que llames a un abogado de confianza, hace unas horas me detuvieron cuando iba rumbo a las oficinas de unos clientes para cerrar un contrato, no pensé que sería tan serio, pero me quieren procesar lo antes posible, dile a tu esposo que me ayude a solucionar esto, él tiene los medios y es pudiente, quizás pueda facilitar todo y arreglar este estúpido malentendido

- ¿Dónde estás?

- En Dallas, date prisa, debo colgar

- Papá... - cuelga -

Había cumplido su palabra, mi padre está a punto de ser llevado a una cárcel - necesito dinero para contactar a un buen abogado y viajar a Dallas para verlo, mis ahorros no son mucho pero de algo tienen que servir, quizás tenga que vender una de las gargantillas que mamá dejo en su joyero, no puedo dejar a mi papá así, él es mi única familia

- Suena mi teléfono -

- Ves a donde tuvimos que llegar Elena, si no hubieras hecho las cosas difíciles, nada de esto estaría pasando, te daré una segunda oportunidad, si estás dispuesta a aceptar el contrato y cada una de sus cláusulas, ahora mismo hago que liberen a tu padre, después de un año quizás seas libre y los pagarés serán rotos

- Daniel te lo suplico, te pagaré hasta el último centavo aunque tenga que trabajar durante todo el día, te lo juro, pero no hagas esto, mi padre es todo lo que tengo, por favor haz que lo suelten - sollozo

- Si es lo único que tienes debes ver por su bienestar ¿no crees?, no pensé que fueras tan egoísta para dejarlo encerrado por años en una fría celda

- Daniel, por favor... - me interrumpe

- Ya sabes lo que tienes que hacer, no se te ocurra pedir ayuda con alguien más porque eso sólo va a empeorar las cosas, si quieres la libertad de tu padre tienes que darme la tuya a cambio, te estaré esperando en mi departamento, mandaré la ubicación por mensaje en unos minutos, tienes hasta las 5:00 p.m. para pensarlo y venir - cuelga -

Daniel tiene influencias y yo nada, ni siquiera tengo dinero ahora mismo para contratar a unos buenos abogados, son 10 pagarés con cantidades que rebasan los 200,000 dólares cada uno, aunque trabajase toda mi vida no podría pagarlos todos y él no me esperaría teniendo en sus manos la vida de mi padre, por otro lado le estaría entregando mi libertad, un año como mínimo estando a su lado, estando con alguien que me desprecia y mintió cuando me hizo creer que me amaba - que estúpida fui - suena mi teléfono, es la dirección de su departamento -

Son las 3:00 p.m., me quedan aún 2 horas para pensar bien las cosas

- Suena mi teléfono -

- Elena ¿ya contactaste al abogado? Tengo hasta mañana por la mañana, me quieren trasladar a la cárcel de inmediato, han levantado demasiados cargos en contra mía y ninguno tiene razón - lo dice con voz de desesperación

- No te preocupes papá, saldrás libre hoy, te lo juro - terminó la llamada

Cojo mi teléfono y las llaves de la casa, bajo las escaleras y salgo, tomo un taxi y le doy la dirección de su departamento - he tomado una decisión, no puedo poner mi felicidad por encima del bien de los demás, menos el de mi padre, estaría presa como su esposa pero al menos mi padre estaría libre y seguiría con su vida, ya ha sufrido bastante después de la muerte de mi madre, no puedo permitir que su vida se condene en una fría  cárcel

El taxi se detiene fuera de aquel gran lujoso edificio, un par de escoltas me reciben y me llevan a donde está él, entró a su departamento y nos dirigimos a lo que parece ser su despacho, tocan la puerta y desde adentro escucho su voz pidiéndoles entrar para después retirarse

- Que noble eres Elena - lo dice con sarcasmo mientras camina hacia mi - sacrificarte para que tu padre siga con su vida a pesar de lo mal que te ha tratado todos estos años, me sorprendes

- Ya me tienes aquí, ahora suelta a mi padre - trato de hablar con valentía y coraje aunque los nervios y el miedo por dentro me estén matando

- ¿Cómo sé que no te irás después de que él quedé suelto? - se dirige a su escritorio para después sentarse en su silla forrada de piel

- Te doy mi palabra que no me iré, cumpliré el contrato tal y como lo dice

- Las palabras no bastan querida, yo necesito pruebas en físico, papeles - levanta del escritorio un folder color negro

- ¿Qué quieres que haga entonces?

- Firma este último documento, puedes leerlo si eso quieres, es exactamente el mismo contrato, bueno casi el mismo, en éste sólo hay ciertas modificaciones -desliza la carpeta y con ella una pluma

Me siento en la silla que está del otro lado del escritorio y tomo el folder

- ¡Dijiste 1 año Daniel! - reprochó al ver en blanco la línea donde menciona el tiempo que durará toda esta farsa

- Esa es la diferencia Elena, el contrato termina cuando yo así lo decida, puede ser a tu favor o en tu contra, depende que tan rápido me harte de ti, por cierto, si lo firmas pensando que harás de mi vida un infierno como mi esposa para poner fin a esto rápidamente,  te saco de tu gran error, la otra cláusula menciona que tu comportamiento deberá ser impecable, por lo que tendrás que avisarme cada vez que salgas y con quien lo harás, si cometes un error ya supones lo que pasará, es un negocio querida y como te dije antes, yo nunca pierdo

Permanezco en silencio unos minutos mientras sostengo la pluma en mis manos

- ¿Qué tanto piensas Elena? Es simple, aceptas y todo queda resuelto, al menos para tu padre, declinas y todo se va al carajo para ti y tu patética "familia" - bufa

Tomo aire y firmó el documento, mientras lo hago mis lágrimas recorren mi rostro - estoy firmando un contrato que será mi condena a una vida miserable a partir de ahora

- Perfecto - toma el teléfono de escritorio - necesito que vengas

Pasan un par de minutos cuando veo entrar a un sujeto que parece ser su asistente

- Dígame presidente - hace reverencia

- Llevate estos papeles y ya sabes que hacer, llama a la delegación y pide que lo suelten esta misma noche - el sujeto asiente y se retira

- Bien Elena, a partir de ahora este será tu "hogar"por lo que ya tienes prohibido ir a tu vieja casa

- Necesito ir a mi casa por mis pertenencias, mi ropa y mis cosas están allá

- No te preocupes, no necesitarás nada de eso, mañana iremos a comprarte ropa nueva, debes vestirte presentable de ahora en adelante

- No quiero nada que venga de ti

- No te estaba pidiendo permiso cariño, es una orden mía que debes obedecer

- Ahora puedes retirarte, Ana te dirá donde estará tu habitación

Me levanto y contengo todo mi coraje, esto apenas empieza y siento que no podré con todo