Capítulo 49 - Las desgracias pasan (parte 2)

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- Por favor, se lo suplico, déjenme ir, no tengo nada de valor, lo único que tenía estaba en mi cartera

- Shhh - se acerca

- se abre la puerta

- Atenla de nuevo - ordena

Mis sentidos estan fuera de si, mis manos tiemblan y no puedo pensar con coherencia

- Si patrón - me toman de las manos quitando el nudo de mis muñecas

- NO, déjenme - comienzo a forcejear pero es inútil, son 2 contra mi

- Tranquilizate o te va a ir mal - dice uno de ellos tomando mi mano atandola a la cama

Mientras el otro ata mis pies de nuevo

- Déjenme!!! - digo entre llanto

- Listo jefe, estaremos afuera por cualquier cosa

- Se llevará un premio a la cama

- Dios que no sea lo que estoy imaginando - pienso

- Por favor, Sueltame, no diré nada, se lo juro

- Eres tan ingenua para creer que Daniel sigue aquí - ríe

Esa voz... esa voz la conozco

- ¿Adam?

- Adivinaste, te dije que de nuevo estarías en mis manos mi hermosa Elena - quita la venda de mis ojos

- ¿Por qué haces esto? Daniel es tu amigo y yo no te he hecho nada

- Descuida, Dan esta bien, en lo que cabe - ríe- pero no podré decir lo mismo de ti - toma mi mejilla

- ¡Sueltame!

- Cállate o será peor, mirate, éstas más linda que nunca - comienza a subir su mano por una de mis piernas

- Por favor, estoy embarazada

- Mejor aún, es más interesante coger con alguien estando así - ríe

- Estas enfermo, ¡sueltame!

- Te dije que te callaras - golpea mi rostro derribandome en la cama por completo - No te quiero lastimar cariño pero si no te comportas tendré que controlarte a mi manera - se pone encima de mi

- Por favor, te lo suplico

- No sabes que tan excitante es tenerte así, te me antojas más - besa mis labios, giro mi rostro tratando de evitarlo - ¡Escuchame! Yo ... mirame con un demonio - gira mi rostro - nunca me quedo con las ganas de nada y menos de una mujer

- Eres despreciable, jamás correspondería a nada que venga de ti

- ¿Pero quién dijo que necesito que me correspondas?

Comienzo a forcejear con él

- Mira esos pechos - dice al romper mi vestido de frente, tocandolos con sus manos - le dije a Dan que compartieramos pero el imbécil se tuvo que enamorar se ti - besa mi cuello

Mi corazon late tan rápido que me cuesta respirar

- AYUDA !!! POR FAVOR AYUDENME !!! SUELTAME !!! - con todas mis fuerzas salen de mi boca aquellas súplicas mientras comienzo a forcejear de nuevo

- ¡CALLATE! - Siento su golpe en mi rostro perdiendo las últimas fuerzas que me quedan aún

- Hoy serás toda mía Elena

....

- Mis ojos se abren, recuerdos de los que pasó vienen a mi mente, me miro y estoy sólo en ropa interior, mis pies están libres pero mi mano sigue atada a la cama

Una Promesa de Venganza - Escribiendo - Capítulos 1-84 Completos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora