Una Promesa de Venganza - Escribiendo - Capítulos 1-84 Completos

Capítulo 25 - ¿Es demasiado tarde?

- Me mantienes al tanto, tomaré el primer vuelo

- Si no te conociera diría que estas celoso - ríe

- No quiero seguir perdiendo el tiempo contigo Adam

- cuelgo -

Tomo el ascensor, subo a mi auto y conduzco hasta mi apartamento

Abrí la puerta cuando la veo sentada en uno de los sofás del living

- ¿Qué haces aquí?

- Vine para ver como van las cosas, esa maldita tiene que pagar y no veo avance Dan

- Te dije que no te metieras - dejo las llaves sobre la mesa auxiliar, me desató la corbata y me quito el saco

- Me tienes tan olvidada - camina hacia mí y pone sus manos en mi pecho

- Puedes irte cuando quieras, estoy cansado y mi vuelo sale temprano - la separo de mi

- ¿Tan rápido te irás?, prometiste que pasaríamos más tiempo juntos Daniel

- No te prometí nada Juliette

- Sabes... mis tíos me pidieron quedarme una temporada con ellos, creo que les tomaré la palabra, así estaré más cerca de ti - besa mi cuello

- Te dije que ahora no - apartó sus manos de mi

- Dan - me mira molesta - ¿entonces cuando? Ya me estoy cansando de toda esta mierda Daniel !!

- Ahora no! Comprende, sal de mi casa por favor, yo después te marco - abro la puerta de la entrada y me pongo al ras del marco de esta

- Nos veremos más pronto de lo que crees Daniel - sale del departamento con gran enfado

Narra William

Por fin le he tomado la palabra a mi padre, estoy de vuelta en casa

Las oficinas en NY están mejor que nunca y muy apesar de que he sabido llevar bien la empresa eso no es lo mío, quiero seguir con mi especialidad, me he graduado con honores y mi deseo es aprovechar eso; elegir una buena oportunidad para crecer como médico

Las personas que me habían amenazado antes ya nunca volvieron, en parte también es por eso que vuelvo, mi familia y Elena están a salvo y eso es lo que importa, aunque hay veces que me arrepiento y reprocho de no haber luchado por Elena, fui un estúpido, había encontrando al amor de mi vida y la deje ir por imbécil, ahora Elena estaba a lado de otro, me habían arrebatado su amor tan injustamente

Desde que estuve en NY mi tiempo sólo lo dedique al trabajo, mi deber era sólo uno; proteger el patrimonio de mi familia, yo era quien daba la cara por ellos y no podía defraudar a mis padres, siempre he sido una persona sería y algo fría puesto que no me relaciono con facilidad a comparación de mi hermana, a ella no le cuesta nada entablar amistades nuevas, yo, como lo mencione antes; soy todo lo contrario

Sinceramente todo este tiempo fue realmente difícil para mi, con frecuencia me desvelaba estudiando para mis exámenes de la carrera o viendo estados financieros de la empresa, yendo a juntas y encima soportando el peso de tener que actuar ante los demás que me había convertido en un verdadero cretino

Por otro lado mi madre ha insistido en que siga viviendo en la casa, accedí pero eso sería sólo por unos meses, ocupo mi propio espacio y no estoy acostumbrado a depender de mis padres

En el momento en que veo a Elena entrar al comedor y pararse frente a mí, esos ojos verdes mirarme con asombro hacen que quiera olvidarme de todo, la amo como siempre, uno de los tantos reproches que me hago es: ¿Por qué no le dije antes lo que sentía?