No puedo fingir

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Todos los Weasley, Harry y Hermione fueron a la madriguera.

Hermione se sintió muy mal por haberse besado en frente de la señora Weasley. Molly estaba muy fría con Hermione pero esta se tranquilizó al darse cuenta de que así era hasta con su esposo, las personas no pierden a un hijo todos los días.

Después de almorzar, Ginny, para mejorar el humor de sus hermanos, propuso un partido de quidditch. Ron, Harry, Bill y Charly buscaron sus escobas y se fueron al jardín donde estaban colocados los aros.

-Esperen ¿Donde esta Fr.. digo George?

-No creo que quiera jugar- dijo Charly.

-Voy a preguntarle.

Ron se dirigió hacia la madriguera para buscar a su hermano quien estaba en su habitación. TOC TOC, Ron tocó la puerta.

-George ¿Puedo pasar?

-Adelante.

Cuando entró vio que George estaba mezclando ingredientes en un caldero petre tamaño chico y el olor que largaba no era para nada agradable.

-¿Que estas haciendo?

-Un nuevo producto. Lo estábamos probando con Fred.

-Genial- mintió Ron -Estamos jugando al quiddicht y necesitamos un golpeador.

-Ahora no, estoy ocupado.

-Bueno si cambias de opinión estamos en el jardín.

Ron cerró la puerta y bajó las escaleras cruzándose con Hermione.

-Aquí estás- Dijo Ron sonriéndole.

-Ron tenemos que hablar.

-Emm vamos a jugar al quidditch y me están esperando ¿No puede ser después?

-No, es urgente.

La pareja fue a la alcoba de Ron.

-Ron creo que tenemos que mostrarnos distantes frente a tu familia.

-¿Por qué? a mi no me importa si nos ven.

-Ya sé, Ron, pero no está bien que nosotros nos estemos besando cuando todavía no ha pasado ni un día de la muerte de tu hermano.

-Hermione... ayer perdí a un hermano y te gané a ti, ahora no puedo fingir que no estoy loco de amor.

Hermione no le dijo nada, después de todo ella tampoco podía fingir no amarlo.

Pasó la tarde mirando como Ron impedía que la quaffle entrara en los aros, le encanta verlo cumplir su papel de guardián.

Más tarde se sumó Fred que parecía que su humor había mejorado notoriamente. Después de jugar al quidditch todos fueron a la madriguera, bebieron cerveza de mantequilla y comieron las tortillas especiales de la señora Weasley. Por momentos habían olvidado todo lo ocurrido el pasado día pero la alegría no tardó en marcharse.

Ron y HermioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora