Eye Otome.© [NagiKaru]

Capítulo • 11

           Su cuerpo quemaba. Se sentía en el fondo del mar... Sin salida, sin poder respirar...

...Era exactamente igual a un infierno.

Estaba a punto de morir.

Su cuerpo y mente dolían a mares, estaba exhausto y ni siquiera él sabía el por qué.

Simplemente estaba ahí, en medio de la nada con una terrible presión en el pecho que estaba seguro, lo mataría en unos minutos más si no hacía algo rápido.

Quería huir, pero sus piernas no respondían.

Grito, pero el silencio fue su único observador.
Estaba en su límite, sus manos se colocaron en su pecho y comenzó a jadear incontrolablemente.

Karma Akabane estaba seguro de que aquello era real... De verdad lo podía sentir.

Su alma y corazón se lo gritaban...

Sin embargo, se tenso aún más cuando el fondo negro en el que se había hallado por varios minutos, cambio drásticamente a un bosque oscuro en el cual, no podía ver más allá de sus zapatos.

La sensación aplastante en su cuerpo y pecho se detuvieron afortunadamente. Un frío viento caló sus huesos y miró su alrededor.

—¿Hay alguien ahí?— Habló en voz alta, sin recibir respuesta.

Su cuerpo se movió casi por instinto, pero entonces, algo se lo impidió.

La suela de su zapato había pisado algo blando y viscoso en el primer paso, repugnante al simple tacto.

Miró al pasto, encontrándose con algo totalmente desagradable que le hizo brincar del susto tras un grito exasperado de dolor y miedo.

Un grande estómago abierto, con órganos internos totalmente desechos. Parecían haber sido aplastados a base de pisotones mientras que las cuencas de los ojos se hallaban vacías.

Las demás extremidades parecían intactas, casi como un insulto al cuerpo de tez blanca y cabello negro que se encontraba sin vida.

Karma retrocedió, cayó de sentón mientras observaba el pútrido cuerpo de Isogai esparciendo un olor a podrido que le dejó el cuerpo helado.

Sus manos cayeron en su boca tratando de hacer que el olor se detuviera, al mismo tiempo trataba de retener las grandes náuseas que aquella escena le había provocado.