Capítulo • 12

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         Sus ojos centellaron al igual que pequeñas lamparitas tras ver los brillantes cabellos negros, largos y bien cuidados que debía de desaparecer

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         Sus ojos centellaron al igual que pequeñas lamparitas tras ver los brillantes cabellos negros, largos y bien cuidados que debía de desaparecer.

Órdenes de Nagisa.

No sabía el por qué, pero si sabía el como.

El celeste jamás se lo contó, Karma al principio sospechaba de que se trataba de una prueba... Y eso era lo más seguro.

Lo sabría más adelante. O tal vez nunca. Quien sabe.

Pero, sea como fuera, se sentía más tranquilo de alguna manera al ver que se trataba de alguien que no conocía. Pero... ¿Eso siquiera podía mejorar la situación?

Simplemente, —Entre oscuridad tenue y calles casi cien por ciento solitarias.— Karma se hallaba caminando con la misma capucha y cuchillo de la primera vez. Avanzó silencioso tiritando y tragando en seco de vez en cuando.

Había estado ahí desde la tarde, aquella joven mujer, Yukiko Kanzaki, parecía haber ido a una cita aquel día. O eso comprendió Akabane en todo el día.

Igual no era como si importará mucho, aquella mujer iba a morir.

Y fue curioso, ya que el detonante para hacerlo actuar, fue el haber pasado frente a un desolado callejón que se hallaba a lado de un par de edificios de mala muerte. Dándole sin querer, fuerzas y la suficiente valentía para atacar.

Antes de hablar, de su bolsillo sacó una máscara bastante elegante y llamativa a la simple vista. Se la colocó y sonrió carismático.

—Usted a resultado ser alguien muy bella.— Karma canturreo de forma dulce llamando la atención de la joven. Está volteó, ahora mostrando sus preciosos iris de tonos naranjas.

Viendo al instante dos ojos casi similares a los suyos, pero más oscuros mientras la mitad de su rostros era tapada por un antifaz de color negro simple, con bordes plata y algunos brillos que inconscientemente caían en el rostro y labios tan seductivos de aquel extraño. Su cabello rojo era sólo un distractor irrelevante en su físico tan atractivo.

Karma amplió su sonrisa y se acercó con pasos grandes hasta la joven mujer.

—¿Me permitiría llevarla a un precioso lugar para pasar la noche? Le prometo... Será espectacular.

Ah... Si tan sólo matar fuera tan fácil como decir aquello, todos quiénes lo molestaron alguna vez ya estarían retorciéndose en sus tumbas...   

Pero no. Tuvo que aguantar por más de tres años distintos abusos, golpes y palabrería y media que hacía de su corazón un enjambre de dolor que mataba lentamente, de forma silenciosa. Pero peligrosa.

Basura.”

“Me repugnas.”

Eye Otome.© [NagiKaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora