Mansión Howard
10:00 PMAxel
Mi día había estado de la mierda al igual que toda la semana. No había podido concentrarme en otra cosa que no sea toda la responsabilidad que puso mi padre sobre mí esos días. Debo encargarme de las cuentas de la constructora y de paso liderar una de las bandas. Por suerte esos tipos son como mis hermanos, pero ser líder a los 18 no es algo que estaba escrito en mis planes.
La cuestión es que honestamente no tengo idea de cómo dividir mis dos vidas, tampoco sé lo que estoy haciendo con ninguna de las dos. Meses atrás todo esto era mucho más sencillo.
Acababa de decirle a los chicos que llegaría en 10 minutos y aún no había sacado mi aut... ¡mierda mi auto! olvidé que aún está en reparación. No puedo sacar otro del garaje; mi padre buscará la forma de enterarse de todo y me destripará.
Le doy vueltas y vueltas al asunto y definitivamente no sé que hacer. Tendré que pedirle a uno de ellos que pase a recogerme.
Saqué el teléfono de mi bolsillo trasero y de inmediato le marqué a Michael.
Michael ha sido un pilar en mi vida desde que estaba en la banda como miembro antes de ser líder. Tiene 23 años y lo considero mi hermano mayor. Bueno, todos son mayores que yo como sea, pero Michael se ha ganado su puesto. Mi padre lo rescató de las calles hace unos años, ya que sus padres lo abandonaron por drogas, él cayó en lo mismo y literal era una basura de persona hasta que llegó a nuestras manos. Ahora es mi mano derecha dentro de la banda.
Mi amigo me recogió y minutos más tarde nos encontrábamos a una cuadra del Spectrum Club. Yo estaba tratando de contactar a Lewis con mi celular. Dijo que estaría aquí con los otros y no hay señales de él por ninguna parte.
–¿Saben algo de Lewis?– nos preguntó Marcos mirando su reloj.
Todos negaron excepto Dylan y yo ya que prácticamente nos había hecho el mismo cuento de que estaría aquí rápido con nosotros.
–¿Y si lo atraparon los policías? ¿saben si lleva armas con él?– se preocupó Andrew.
Dylan y Andrew son hermanos de sangre. Aunque se criaron por separado, ambos son prácticamente iguales en cuanto a personalidad; uno es la copia del otro. Andrew tiene 24 y Dylan tiene 19, es tan solo un año mayor que yo, nos conocimos en mi escuela anterior y me presentó a su hermano. Sus padres son accionistas dentro de la empresa de mi padre y se podría considerar que son los únicos con una historia más o menos normal, a diferencia de los demás. Aunque sus padres claramente, se encuentran divorciados hace tiempo.
–No nos preocupemos tanto y sigamos con el plan– traté de calmarlos aunque estaba igual o peor que ellos, cosas así siempre terminaban mal–. Tal vez está, no sé, retrasado.
Pero Lewis nunca se retrasaba.
A unos metros de nosotros estaba Michael con Nate, el chico de las armas y municiones recibiendo lo que acordamos para esta noche.
–Hermano espero que hayas conseguido todo lo que pedimos o sino ya sabes lo que sucede– escuchaba a Michael asustar al afroamericano.
Miraba a todos lados si acaso veía a nuestro amigo y nada, sólo Michael viniendo hacia nosotros con las mochilas cargadas.
–¿Está todo ahí?– pregunté mientras cogía mi carga.
–Exactamente todo. Será una larga noche muchacho– dijo para luego percatarse de la ausencia de Lewis–. ¿Saben donde carajos está el hijo de puta? nos está retrasando.
–Nos dijo a Axel y a mí que llegaría de inmediato pero al parecer así no fue– contestó Dylan.
–Todos aquí preocupándonos por ese idiota y de seguro está con una de sus putas– soltó Andrew ya un poco enfadado.
De pronto mi celular empezó a sonar. Visualicé un número desconocido, lo cogí poniendo el altavoz, los chicos se acercaron a mí.
–¿Sí? ¿quién mierd...– no había terminado de hablar y una risa estruendosa que definitivamente no era conocida comenzó a sonar al otro lado de la línea. Todos lanzamos miradas preocupantes.
–¿Hola?– hablé. La risa no paraba; ya estaba por darme un ataque de estrés–. ¡¿QUIEN CARAJOS HABLA PUTA MADRE?!– Grité exasperado.
La risa se detuvo.
Hubo un silencio de pocos segundos hasta que por fin la misma persona habló.
–Creo que mi nombre no importa ahora– dijo–. Yo sólo cumplo órdenes superiores– hubo otra pausa–. Tengo para decirles que su amiguito está aquí sano y salvo con nosotros, pero lo tendrán de vuelta con una condición.
Por favor no, Lewis no.
Esto sin duda lo habían planeado los Creeps. Estoy seguro que espiaban cada uno de nuestros movimientos durante las últimas semanas y descubrieron la emboscada de esta noche.
–Ya habla de una puta vez ¡MALDICIÓN!– esta vez fue Andrew, al igual que todos estaba desesperado.
–Deben entregar su cargamento– propuso–. Sí, ese mismo que Nate les acaba de entregar, tan pronto acepten pasen por el almacén 4 de la 25B, ya saben, el lugar de siempre.
¿Se volvió loco este tipo? ¿cómo demonios sabían eso? ¿también estaban en plan de secuestrar a Nate o qué?
Estábamos totalmente negados a entregar nuestras cosas. Nos había costado mucho trabajo conseguirlas, todas las armas eran completamente nuevas.
–Escúchame bien hijo de puta– hablé–. No entregaremos ni una mínima cosa de nuestro cargamento, ahora bien, si quieren guerra pues guerra tendrán, nos tienen hasta los cojones. Y más vale que nos entreguen a Lewis sano y salvo como dices, de lo contrario habrá sangre y créanme, no me importa cuantos sean, no dudaremos en acabar con ustedes de una maldita vez– dije esto último en tono amenazante y colgué.
¿Lewis estaba secuestrado o lo habían matado ya?. No sabíamos que podría estar pasando realmente. Estaba histérico, desesperado. Por mi cuerpo subía una corriente de calor intensa, casi palpable. Miraba a los chicos, no podíamos darnos el lujo de perderlo, no otro más, haría lo que fuera por traerlo devuelta y esos hijos de perra iban a pagarla bien caro.
–Axel ¿no crees que debemos ir al almacén aunque no entreguemos nada? así le damos una puta lección y nos llevamos a nuestro hermano– sugirió Marcos con emoción en su rostro.
Marcos es el mayor de nosotros, tiene 27 años. Siempre fue de esos chicos a los que les gusta irse a los golpes y disparos para resolver cualquier problema. Vivió en República Dominicana con sus padres y se mudaron aquí al morir su madre cuando él tenía 13 años. El padre de Marcos estuvo en interrogación debido al caso pero la policía confirmó que fue un suicidio. Nadie confía en esa versión, la mayoría de gente sigue creyendo que la asfixió en su patio trasero.
Lo pensé un momento. Marcos tenía razón, podemos acordar y simplemente acabar con ellos de una maldita vez, nos llevamos a Lewis y todo habría terminado, aunque, algo me decía que desataríamos otra guerra luego de eso.
Un poco de diversión nunca está de más.
–Tienes razón, yo me apunto hermano, ya nos jodieron los planes esos idiotas, que más da– correspondí caminando hacia los autos y motos a toda prisa, los demás me siguieron el paso comentando entre ellos.
Esa noche sin duda tendríamos una buena fiesta.
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Ey! Espero que estén disfrutando la historia :)
Si empieza a ir algo lenta es porque me gusta la idea de que conozcan a los personajes al principio para luego darle acción. No quieran golpearme, no sean como Axel Jaja.
Sigan disfrutando los demás caps a medida que los subo y no dejen de leerme o me pongo triste :(
No olviden votar y decirme en los comentarios que les parece. Gracias por leer, los quiero! 🌙❤️
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Mi enfermiza obsesión (PRIMEROS 12 CAPÍTULOS)
ActionAxel Howard, mi chico de ojos verdes. Una caja de sorpresas perversas. Manipulador y totalmente posesivo. Llevaba en sus adentros un inmenso mar oscuro, tan profundo que consumía y a mí me tocó sumergirme en él, sin saber nadar... Gianna Bernard, mi...