❛❛ 𝑀𝑦 𝐻𝑒𝑟𝑜 ❞ ׀׀ ╰⌲ yoonмιn

༄ Ｕ Ｎ Ｏ ༄

Meses atrás, mi madre, Park Hye, decidió cambiarme de colegio debido a los golpes y burlas que recibía a diario.
A decir verdad, estábamos acostumbrados, no era la primera vez que ocurriría, y aunque ella siempre se encargaba de curarme y consentirme cada vez que llegaba demacrado del infierno llamado escuela, tanto ella como yo, habíamos alcanzado el límite.

En los institutos anteriores levantaba quejas constantemente, ya fuese con los profesores o el director, pero cada vez que lo hacía, mi golpiza diaria, junto con los insultos y burlas, empeoraban drásticamente, así que tras el paso del tiempo, dejé de hacerlo.

Mi madre me mantenía positivo casi todo el tiempo, gracias a su actitud encantadora y palabras de aliento, pero nada de eso parecía ser suficiente.

Desde que mi padre nos abandonó, las cosas han ido de mal en peor para nosotros.

Mi madre consiguió trabajo de tiempo completo para darme una buena calidad de vida y no la veía mucho a lo largo del día; pero así, tanto como ella se esforzaba en el trabajo por mí, yo quería esforzarme por ella; para que se sintiese orgullosa de su hijo, y también para agradecerle todo lo que ha hecho.
Tanto en el estudio como en mi comportamiento, trataba de ser el mejor, y de no causarle demasiadas molestias.

El rumor del abandono de mi padre se esparció rápidamente por todo el colegio en el que en ese entonces asistía y pronto me convertí en la burla.

Pensé que ocultarle todo a mi madre era lo mejor, y así lo hice. Ella ya tenía suficientes cosas por las que preocuparse para molestarla aún más, pero era tan evidente, que lo notaba irremediablemente.

Pronto, mis esfuerzos académicos dieron resultados y conseguí una beca. En una ocasión, gasté un poco del dinero para comprar maquillaje y un pequeño botiquín para ocultar y curar mis golpes por mi mismo.
También se presentó la oportunidad de estudiar en una escuela de alto rango, el problema irradiaba en que estaba a las afueras de Busan.

Mi madre dijo que no habría problema en que fuera, que estaría aún más orgullosa de mí; pero no quería dejarla, no quería separarme, porque yo era todo lo que ella tenía y viceversa.

Pero lamentablemente pasó.

La amaba tanto.

Su muerte fue lo peor que ha ocurrido en mi vida y aún sigo sin poder creer que no dijo absolutamente nada sobre su enfermedad durante tantos años.

Intenté dejar todo atrás, comenzar una vida nueva lejos de todo el sufrimiento y la desgracia. Afortunadamente semanas después y tras varias súplicas, logré convencer al director para que solicitara mi cambio al colegio de Seúl en el que había sido becado, oportunidad que había rechazado en un principio.

Después de tanta insistencia, el docente finalmente cedió y casi inmediatamente me mudé, guiado por mi plan inicial de empezar una nueva vida.

Pero de alguna u otra forma, siempre terminaba siendo el blanco para las burlas, los golpes y las amenazas en cualquier colegio, y este no era la excepción, aunque era muy diferente a las veces pasadas.