❝━¡Suéltame!❞.
❝━Maldita sea, estoy tratando de ayudarte❞.
╰⌲... Donde Jimin sufre bullying en el colegio y YoonGi es el matón más temido de la escuela que secretamente quedó cautivado por ese lindo rubio desde que cruzó por las puertas del ins...
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𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪𝓭𝓸𝓻 𝓸𝓶𝓷𝓲𝓼𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮
Los padres de YoonGi fueron quienes le avisaron que había despertado.
Medio año o quizás más transcurrió con las mismas respuestas de siempre por parte de los médicos.
"-El joven Min despertará. Le avisaremos cuando lo haga".
Decían.
No recibía siquiera un informe detallado sobre el avance del azabache, solo las mismas y repetitivas palabras que, de no ser porque su cabeza estaba ocupada en miles de otras cosas, ya se las hubiese aprendido de memoria.
Incluso llegó a pensar que los doctores le escondían algo, aunque sonara completamente ilógico, pero en cuanto escuchó las palabras: "YoonGi ha despertado", por parte de la madre de Min a través de la línea telefónica, inmediatamente nada más le importó. Salió de su trabajo y fue al hospital a verlo por sí mismo.
A verlo a él.
Anhelando más que nunca el simple hecho de observarlo despierto, admirar esos hermosos ojos que tanto adoraba.
Aunque las palabras de la señora Wang no sonaban felices o emocionadas precisamente.
Pero verlo conciente, sería lo mejor que podría pasarle.
En aquel lapso de tiempo, que podía parecer poco pero que sin Min era una torturosa eternidad, Jimin consiguió un trabajo de medio tiempo siendo cajero en un supermercado cerca de su hogar. Iba de lunes a viernes, mientras que los fines de semana era supervisor de los meseros en la pastelería de SeokJin, cargo que se había negado a ejecutar hasta ese momento.
Inevitablemente su rendimiento académico bajó, no repitió ninguna materia, pero ya no conservaba su buen y casi excelente promedio; se sentía más cansado y agobiado. Sin embargo, necesitaba distraerse con lo que fuera y al tener tantas ocupaciones le estaba resultando fácil, necesitaba no pensar en algo que sabía lo haría sentir pésimo y sin ganas de absolutamente nada.
Debía esforzarse, ser fuerte, en especial por YoonGi. Haría que él se sintiera orgulloso cuando lo escuchara decir todo lo que había hecho, todo lo que logró, aunque claro primero se encargaría de expresar lo arrepentido que estaba, y anhelaba con todo su corazón que el azabache pudiera disculparlo.
Llegó al lugar sintiéndose increíblemente feliz y aliviado. Se registró como el esposo de YoonGi como había estado haciendo para que así lo dejasen entrar sin ningún problema. Aunque el miedo de ser rechazado por el pálido aún persistía, después de todo, inclusive el pelirosa no estaba seguro si él mismo se perdonaría.
