❝━¡Suéltame!❞.
❝━Maldita sea, estoy tratando de ayudarte❞.
╰⌲... Donde Jimin sufre bullying en el colegio y YoonGi es el matón más temido de la escuela que secretamente quedó cautivado por ese lindo rubio desde que cruzó por las puertas del ins...
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𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪𝓭𝓸𝓻 𝓸𝓶𝓷𝓲𝓼𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮
La alarma sonó como era costumbre y tras algunos minutos YoonGi despertó sin ganas de hacerlo realmente, aunque ese día, es día en especial, la vida, el destino o lo que fuese, le tenía una enorme sorpresa.
Trabajar y estudiar no era fácil, pero si quería un futuro prometedor junto a su novio debía hacerlo.
Lamentó el momento de su infancia en el que deseó ser mayor, últimamente pensamientos sofocantes lo atormentaban y le impedían pensar con claridad.
¿En qué momento cambió todo?
Ni él mismo lo sabía.
No sabía que quería, deseaba o esperaba de su vida, a pesar de antes haber creído tener un plan de vida.
No tenía un objetivo, una meta o un sueño.
Era estresante para Min levantarse a diario sin tener una verdadera razón.
Jimin era la persona por la que aún estaba en pie, sin embargo, sabía que él sí tenía algo que lo esperaba en el futuro, y YoonGi sólo estaría a su lado cuando eso pasara, viendo y admirando desde lejos simplemente.
Habían pasado ya ocho meses desde que NamJoon y SeokJin se mudaron a Estados Unidos. Aunque en realidad no se sentía demasiado su partida, pues se comunicaban a diario y conversaban con todos sus amigos un muy buen rato.
YoonGi ahora vivía felizmente con Jimin, y aunque a veces odiaba la estresante rutina que tenía, nada podía ser mejor que, al terminar un agotador día, el menor le estuviera esperando con su bella sonrisa, su buen humor, sus besos encantadores y su preciado café.
Cuando abrió los ojos y divisó a su pequeño ángel, los pensamientos negativos cesaron por unos momentos, disfrutó de su cercanía y cariño sin importarle nada más en ese preciso instante, nada más que él.
Llevó a Jimin al colegio y luego él se dirigió a su trabajo, aún cuando todavía no le tocaba entrar.
Se quedó afuera del lugar, esperando a que su turno comenzara sentado en la vereda, y mientras lo hacía, recibió una llamada de su moreno amigo.
—¡YoonGi, buenas noticias! —. Sin siquiera un saludo antes, la voz de NamJoon se escuchó, emocionada como jamás lo había oído antes.
—¿Qué sucede?
—¿Recuerdasque una gran empresa me contrató?
—Lo recuerdo, no hace falta alardear, amigo. —Le recuerda de manera bromista, en realidad estaba muy orgulloso de Kim.
—Nada de eso. —Responde riendo. — Les mostré tu currículum y están interesados en tí. —Por unos segundos, no se escuchó nada, YoonGi pasó saliva duro, sintiendo un nudo en su estómago. —¿YoonGi?
