❝━¡Suéltame!❞.
❝━Maldita sea, estoy tratando de ayudarte❞.
╰⌲... Donde Jimin sufre bullying en el colegio y YoonGi es el matón más temido de la escuela que secretamente quedó cautivado por ese lindo rubio desde que cruzó por las puertas del ins...
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𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪𝓭𝓸𝓻 𝓸𝓶𝓷𝓲𝓼𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮
Seis jóvenes se preparaban para cuando el avión despegara; un vuelo que los llevaría a las afueras de Seúl, y posteriormente se dirigirían a Daegú.
El transcurso no fue tan tedioso como la mayoría esperaba, al menos no para ellos, que lograron encontrar pequeñas cosas que los distraían; canciones, admirar el paisaje, películas y quizá algún juego infantil para pasar el rato. Al ser cercanos y ocurrentes, no pudieron evitar hacer bastante ruido y durante las horas de viaje fueron callados y regañados más de una vez.
YoonGi acordó con sus padres llevar a cabo la celebración en su hogar y ellos aceptaron gustosos, eran personas bastante agradables y también tenían una buena amistad con los jóvenes; era fácil relacionarse con el matrimonio Wang.
Para tomar el último transporte que finalmente los llevaría a su destino, se dividieron puesto a que tomarían taxi. En los asientos traseros, Jimin recostaba su cabeza en el hombro del pelinegro, ansioso; su pie golpeaba repetidamente el suelo, YoonGi lo notó y acercó el cuerpo del menor a él aún más.
Y como lo suponía, el humor del pelirosa era debido a los nervios que ocasionaba tener que presentarse como su pareja oficial ante sus padres, pero a pesar de que Min le había mencionado ya que no había de qué preocuparse, él seguía haciéndolo.
—Jiminnie...
—¿Puedo retractarme ahora? —Park hace un pequeño berrinche y YoonGi ríe.
—Puedes estar tranquilo, ya lo sabes.
—Sí, lo sé, pero... me preocupa no causar una buena impresión.
—Lo harás, Minnie, trata de no pensar mucho en eso, ¿si?
(...)
Una vez que los seis muchachos llegaron al punto de encuentro, caminaron un par de calles hasta su destino final; JungKook tocó la puerta con gran entusiasmo y a los pocos segundos la madre de los azabaches salió con una enorme sonrisa adornando su rostro.
—Mírense, que guapos chiquillos; que alegría me da verlos. Pasen, pasen —. Dice, haciéndose a un lado. —, hay dulces en la mesa si quieren tomar algunos.
Todos acataron la indicación de la mayor y le devolvieron felices el saludo. Jimin y SeokJin ingresaron al último, pues sentían la necesidad de presentarse. YoonGi a un costado de su novio todo el tiempo, apoyándolo silenciosamente.
La mirada de la castaña de posó en Park, cariñosa, pero no hizo más que ponerlo nervioso; rápidamente y al notarlo, realizó una marcada reverencia.
