❝━¡Suéltame!❞.
❝━Maldita sea, estoy tratando de ayudarte❞.
╰⌲... Donde Jimin sufre bullying en el colegio y YoonGi es el matón más temido de la escuela que secretamente quedó cautivado por ese lindo rubio desde que cruzó por las puertas del ins...
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𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪𝓭𝓸𝓻 𝓸𝓶𝓷𝓲𝓼𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮
Los días soleados ya no parecían tan lindos como creía que lo eran, aún con el sol resplandeciente, se sentía gris. Le tomó cariño a la ciudad en poco tiempo; era su último día en Seúl, su último día en Corea quizá durante varios años.
SeokJin cerró su maleta una vez que sus últimas pertenencias indispensables estuvieron dentro de ella; cansado de no parar de empacar, y tampoco le llenaba de gusto hacerlo.
Era un cambio gigantesco en su vida que debía ocurrir en algún momento, pero no se preparó para enfrentarlo.
Estar con su pareja en otro país, trabajar duro y día a día, crecer como persona, triunfar haciendo lo que más le apasiona junto a la persona que amaba... Siempre fue su sueño y se estaba volviendo realidad, pero no pensó que se sentiría así, vacío.
Estar tan lejos de Jimin, sin duda era lo peor del caso, tenía que confiar en YoonGi, en Taehyung y en el mismo Jimin. Ya no era un chiquillo, pero sabía que nadie lo cuidaría igual que él.
Hye, como la extrañaba. Fue su mejor amiga desde que tenía memoria; le enseñó a leer apenas cundo tenía tres años y ella quizá diez. Siempre compartió con él todos sus juguetes, sonrisas y secretos; tan inseparables.
Cuando SeokJin entró a la universidad, se distanció considerablemente; su vida estaba siempre tan ajetreada que apenas encontraba tiempo para responder los mensajes de Hye.
Ahh, si hubiese sabido a tiempo del novio bueno para nada con el que estaba, tenía un par de cosas que decirle. Ella era tan buena que no creía en las personas con dobles y malvadas intenciones. Hye era una mujer bellísima y era inevitable que algunos sujetos la buscaran solo por ello.
Pero él solo era su amigo, y un verdadero amigo debía estar en las buenas y en las malas.
Sin duda Jimin tenía ese corazón tan puro, lleno de ternura y amor como su madre.
Obligó a su estúpido novio a hacerse cargo del embarazo y lo hizo, al menos al principio. Y él se alejó de la vida de ambos por un rato; pero estuvo más presente que el propio padre de Jimin cuando nació, cuando dió sus primeros pasos.
Recordaba con exactitud su primera palabra, sus primeros escritos; cambió su pañal, lo alimentó y lo bañó cuando apenas era un recién nacido.
Hye dejó sus estudios para trabajar desde casa mientras cuidaba del pequeño Park, y él le ayudaba gustoso cada que podía.
