{Novela Terminada}
Segunda Parte en mi perfil.
Mi nombre es Clove Kentwell y voy a contaros mi verdadera historia. Vivo en el Distrito 2, uno de los más grandes e importantes de toda Panem. Ir a los Juegos del Hambre es todo un honor, tanto para el...
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ACORRALADA
El despertador suena sacándome del sueño profundo. Hoy es lunes y como tal, comienza una nueva semana. Los lunes no me gustan porque tengo que volver a la rutina después de haber pasado un tranquilo y diferente fin de semana. A eso se le suma que hoy tengo clase por la mañana con los de cursos mayores. Esto me parecería genial, ellos tienen más experiencia pero conlleva tener que aguantar las estupideces de Cato Hadley y de sus amigos. Pero la parte positiva de todo esto es que puedo volver a usar mis preciados cuchillos porque durante el fin de semana tenemos prohibido usar las armas.
Finalmente me levanto de la cama perezosamente y me dirijo al armario para buscar la ropa perfecta para el día de hoy. Escojo unos pantalones cortos vaqueros y una camiseta de manga corta blanca con un dibujo en medio. Hoy era uno de esos días de invierno que parecen verano. Los cambios de temperatura en mi Distrito no son tan bruscos por lo que la ropa de verano no podemos guardarla en el fondo del armario. Me meto en el baño y me doy una ducha de agua fría para despertarme del sueño que tengo. Al terminar, salgo y me visto con la ropa que he escogido. Me peino con una coleta alta y me maquillo un poco, sin exagerar mucho. Solo utilizo lo típico, un poco de sombra de ojos, el eyeliner y el rímel.
Me miro en el espejo y salgo de la habitación con la mochila preparada con la ropa de entrenamiento y todo lo necesario para el día de hoy. Bajo las escaleras y dejo la mochila en el suelo de la entrada para entrar en la cocina. Mis padres han dejado el desayuno preparado ya que se han ido ya a trabajar. En cuanto a mi hermano, no tendrá que levantarse hasta dentro de una hora para ir a la escuela ya que es más pequeño que yo.
Unos minutos después y tras terminar mi vaso de leche, recojo mi mochila y salgo de casa. Atravieso el jardín delantero de mi casa para caminar por la acera. Pero de repente me choco con alguien provocando que me caiga al suelo.
—Lo siento, no te he visto —me disculpo mientras me levanto del suelo y me sacudo la suciedad de mis pantalones y manos.
—No pasa nada —me responde la voz de un chico.
Alzo la mirada y entonces lo veo. No puede ser. ¿Es en serio? De todas las personas con las que me podía haber cruzado, tenía que ser él. Me acabo de levantar y ya tengo que ver su cara. El destino es muy cruel conmigo.
—¡A ver si miras por dónde vas la próxima vez Hadley! —digo enfadada en tono alto mientras me doy la vuelta y comienza a caminar en dirección a la Academia.
—¡Eh niñata! —me llama Hadley— ¡No me des la espalda! —grita mientras me persigue.
Ignoro su comentario y su presencia, pero él no se cansa. Sigo mi camino hasta que una mano fuerte me agarra del brazo girándome, haciendo que choque mi cuerpo contra el de él.