Nau:
—Debemos irnos, es un poco tarde -me levante y extendí mi mano para ayudarla a pararse.
Tomó mi mano y se levantó.
—Vamonos.
Comenzamos a caminar tomados de la mano, en silencio, era un poco incómodo, pero no demasiado. Hasta que por fin llegamos a su casa.
—Bueno, nos vemos mañana -le sonreí y deje un suave beso en sus labios.
—Hasta mañana -sonrió.
___:
Después de despedirnos me dirigí a mi habitación.
—¿Qué haces aquí? -pregunte sorprendida.
—Tu madre me dejo entrar.
—¿A esta hora?
—Sí, era normal que te visitará a estas horas cuando eramos niños.
—Tú lo has dicho, cuando eramos niños.
—Así que, ya son novios -dijo cambiando el tema -y se van en las noches a escondidas, entonces, deduzco que nadie lo sabe.
—Eso a ti ya no te incumbe, Daniel.
—¿Por qué dices eso? ¡Tú si sigues siendo mi mejor amiga!
—Pero tú no, me traicionase ¿recuerdas?
—Perdóname -dijo y miró al suelo.
—¿Por qué habría de perdonarte?
—Porque me haces falta, ___, necesito a alguien a quien contarle mis secretos, con quien desahogarme, sé que tú también lo necesitas, necesitas contarme todo lo que ha pasado, ya que no puedes decircelo a nadie, te prometo que esta vez no te decepcionaré.
—Bien -dije fría -te perdono, pero una más y juro que te mato, Daniel y sabes que hablo en serio.
Intento abrazarme.
—No, alejate, aún no quiero tus muestras de afecto. Ya estas perdonado, ahora ya puedes irte.
...
Nau:
Llegué a casa y Adexe seguía despierto, al parecer estaba esperándome.
—¿Cuando vas a aceptar que hay algo entre ustedes?
—¿Entre quienes?
—Entre ___ y tú.
—¿De qué hablas? Nada.
—Saliste con ella ¿no?
—¿Quién te asegura que salí con ella?
—¡Ay por favor! Te conozco, lo sé.
—Vamos a mi habitación, aquí nos pueden escuchar.
Subimos a mi habitación y cerré la puerta.
—Sí, esta bien, si salí con ella -lo miré -pero no hay nada entre nosotros.
Alzó una ceja.
—¡Adexe, deja de hacer eso!
—Lo dejaré de hacer hasta que lo admitas.
—¡Bien, si tenemos una relación, la amo, y es lo mejor que me ha pasado! ¿Feliz?
—Mucho -estaba apunto de marcharse.
—Espera -lo detuve y volteo a mirarme.
—No le digas a nadie, ni siquiera a Karen.
—Te lo prometo -sonrió.
...
___:
—¿Ya arreglaste las cosas con Daniel? -preguntó mi madre mientras me servía café.
—Sí -dije seria.
...
—¿Cómo fue eso de que arreglaste las cosas con Daniel? -preguntó Karen.
—Anoche, mi madre lo dejó pasar a mi cuarto, como cuando eramos niños, y me pidió perdón, supongo que tú ya estabas dormida, pero bueno, lo perdone.
—Uhm.
Me llegó un mensaje y a Karen también.
—¿Salimos los cuatro hoy? -preguntó Adexe.
—Sí -respondió Karen.
—Vale, ya saben donde.
—Raro -dije refiriéndome a Adexe.
—Súper.
...
—Hola -dije saludando a Adexe y Nau.
—Hola -dijo Adexe con una sonrisa pícara.
—Okeeeeyy -lo mire raro.
—Karen, bebé ¿por qué no vamos a dar una vuelta tú y yo?
Karen asintió y se fueron
—¿Qué comió Adexe?
—Ya ves como es -alzó los hombros.
—Ayer Daniel fue a visitarme -dije de repente.
—¿Ah, si? -alzó una ceja -¿y?
—Es que no fue en el día, no.
—¿Entonces?
—Fue en la noche, después de regresar de aquel lugar.
—¡¿Qué?!
—Sí, y se enteró.
—¡¿Le dijiste?!
—No, él se dio cuenta.
—Pero ¿cómo?
—No lo sé, supongo que nos vio besándonos.
—Vaya, ya que estamos hablando de eso, hay algo que debo decirte.
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𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘴𝘦𝘤𝘳𝘦𝘵𝘰.
Mystery / ThrillerSí, tener un ídolo puede ser grandioso, imaginar que sales con él también es maravilloso y terminar saliendo es increíble; debe ser un secreto porque papá no permitirá una relación y mucho menos con alguien famoso. Todo parece ser color de rosa, fug...