𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘴𝘦𝘤𝘳𝘦𝘵𝘰.

Capítulo 22

Nau correspondió a mi abrazo, como pudo, ya que estaba atado de pies y manos.

—¡Desatalo! —le ordené a Rodrigo.

—No quiero.

—¡Déjalo ir!

—Tampoco quiero eso.

La desesperación por proteger a Nau se apoderaba de mí, tenía que hacer algo, así tuviera que sacrificarme.

—Si lo dejas ir —titubée —haré lo que quieras —afirmé.

—Está bien, como desees —desató a Nau —ya puedes irte.

Nau:

No podía dejarla sola, nunca me perdonaría si algo le llegara a pasar.

—No me iré.

—¿Ah, no? —me miró retandome.

—No, tú debes irte —dijo ella.

—No, tú.

—¡Suficiente! —gritó Rodrigo —ninguno de los dos se irá —y sin más se fue y nos dejó encerrados a ambos.

—¿Qué haremos ahora?

—Huir, duh.

—Sí, claro. Vamos, abre, luego salimos y vamos por un helado. —dije sarcástico.

—Esa idea me gusta.

—Estás loca.

—¿Cómo piensas huir?

—Primero debemos acabar con Rodrigo.

—¿Lo vamos a matar? —se quedó boquiabierta.

—¿Qué? ¡no! Llamaremos a la policía.

—Le quitas lo divertido a la vida.

—No puedo creer que me voy a casar con una psicópata.

—¿Con quién te vas a casar?

—Contigo.

___:

Me sonroje un poco al escucharlo decir que se casaría conmigo.

—Ya lo sabía.

Rodó los ojos.

Rodrigo:

—¿Qué piensas hacer? —preguntó Christián.

—Acabar con Nauzet.

—¿Y la chica?

—___ solo es la carnada, ella se queda conmigo.

—¿Por qué quieres acabar con Nauzet?

—Él me quitó a mi chica.

—Ya no era tuya desde antes que él llegara.

—¿Van a guardar silencio o quieren terminar como lo hará Nauzet?

Christián y César guardaron silencio.

—Bien.

Adexe:

—Adexe, ¿dónde está Nau?

—No lo sé, seguro salió con ____.

—¿Tan temprano?

Estaba paranoico, yo tampoco sabía dónde estaba Nau, creí que tal vez habían pasado la noche en el lugar al que van, debido a que Karen tampoco sabía de ____, así que evidentemente estaban juntos, todo iba bien hasta ahí, pero pasaba el tiempo, y ellos no llegaban, así que decidimos llamarlos, pero cada vez que llamábamos sonaba la operadora, fue entonces que comenzamos a preocuparnos.

—Adexe, por milésima vez, ¿dónde está Nauzet y ____? —preguntó mi madre, desesperada al no ver a su hijo y nuera.