Capítulo 18

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Nau:

Al día siguiente desperté antes que ella, la dejé dormida y me dirigí al baño a darme una ducha.

___:

Al despertar no sabía dónde estaba, buscaba mi cuarto, hasta que recordé que estaba en el de Nau, lo busqué en la cama, pero no estaba, segundos después lo vi salir del baño con una toalla enredada en la cintura, con su cabello mojado y sin camisa, no pude evitar morder mi labio.

—Ya te vi, traviesa.

—¿Quién te manda a ser tan sexi? —se sentó a mi lado.

—Mis padres me hicieron con mucho amor —mordió mi cuello.

—Mejor vístete —reí.

—Ash, está bien ¿no quieres darte un baño?

—No traigo otra ropa.

—Puedo prestarte de la mía.

—Mejor le digo a Karen que me traiga un poco.

—De acuerdo, me voy a vestir ¿sí? —me dio un suave beso.

—Sí.

...

—¿Karen?

—Dime.

—¿Puedo pedirte un favor?

—Claro.

—¿Antes de que vengas puedes empacar un poco de ropa y traerla?

—Sí.

—Gracias.

—No hay de que.

...

Karen:

Me dirigí al cuarto de ___ para ir por su ropa y la metí en mi mochila.

Rodrigo había pasado la noche ahí, dijo que no tenía donde hospedarse y mi tío le ofreció que se quedara en casa.

Fui a la puerta para irme a la casa de Adexe y Nau.

—¿A dónde vas? —preguntó Rodrigo.

—No te interesa.

—¿Así tratas a los invitados?

—Voy a un campamento.

—¿A dónde?

—Dejala en paz —llegó mi tía.

—Uy, lo siento —dijo sarcástico.

—Ya puedes irte, Karen.

—Sí.

...

Nau:

—Pero, cariño.

—Dime.

—Ni siquiera me has presentado a tus padres.

—Lo haré ahora, en el desayuno.

—¡¿Qué?!

—Sí. Te presentaré como mi novia.

—Pero, seguro te preguntarán que hacía aquí "tan temprano".

—Les diremos que llegaste cuando estaban dormidos.

—¿Les vas a mentir?

—Técnicamente no, porque sí llegaste cuando estaban dormidos, a menos que quieras explicarles todo.

—No, no, seguro que te piden que te alejes de mí.

—Aunque nunca lo haría —sonrió. —Bien están por despertar ¿lista?

—Sí.

...

Bajamos a desayunar. Mis padres se quedaron sorprendidos y Adexe fingió sorpresa al ver a mi novia.

—¡___! —dijo con alegría mi madre.

—Hola —sonrió.

—¿Qué haces aquí?

—De eso queremos hablar con ustedes.

—Adelante —dijo mi padre.

—___, es, es...

—¡Mi cuñada!

—Así es, es mi novia.

—Ya lo sabíamos —dijo mamá.

—¿Cómo?

—Shhh, intuición —dijo mi padre.

Reí ante aquel comentario.

—Bueno, hay otra cosa que debo decirles, más bien, pedirles.

—¿Qué cosa?

—Los padres de ___ y la madre de Karen estarán de viaje unos días y nos pidieron a Adexe y a mí si se podían quedar con nosotros.

—Claro que sí.

—Muchas gracias, señora —___ abrazó a mi madre.

—Todo para mi nuera —le guiñó el ojo.

Noté que se sonrojó un poco.

—Te sonrojaste —susurré.

—Calláte —respondió de la misma manera.

___:

En eso escuché el timbre.

—Debe ser Karen —dije.

—Voy a abrir yo —dijo Adexe.

Abrió, y efectivamente era Karen, la cual traía una mochila en la que seguramente traía ropa.

—Hola —saludo a todos.

—Hola —respondimos todos.

—Bienvenida —dijo Aarón.

—Gracias —dijo algo confundida.

—Luego te explico —dije sin voz.

Asintió.

...

El desayuno pasó rápido con cualquier cosa que se nos viniera a la cabeza.

...

—¿Quiere que le ayude a fregar los platos?—pregunté.

—¿Lo harías?

—Claro.

—Ay, sí, muchas gracias.

—No es nada.

—Yo le ayudo —dijo Nau.

—De acuerdo, entonces voy a mi cuarto.

—Vale.

...

—Acomedida la señorita.

—Tengo que ganarme a mis suegros.

–Por lo menos los tuyos te quieren.

—Amor —lo tomé de las mejillas e hice que me mirara —mi madre te quiere y mi tía también.

—Sí, pero tu padre no.

—Mi padre está ciego por Rodrigo, él piensa que es perfecto.

—Y que yo no soy nada.

—Que no te interese lo que piense de ti, yo te amo y con eso basta.

—Tu amor es más que suficiente.

—Vámonos.

—¿Qué...?

𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘴𝘦𝘤𝘳𝘦𝘵𝘰.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora