La Perla de Gusu

2: Indicios

La mañana siguiente fue complicada. 

JingYi quería levantarse antes que SiZhui y salir deprisa para no verlo, pero como todas las mañanas desde que compartían habitación, su compañero lo despertó con una hermosa y comprensiva sonrisa. "Buenos días JingYi, es hora de levantarse", le había susurrado tan cerca de su rostro, que sintió que su corazón se detenía. Lo apartó con brusquedad, se vistió a la rápida y salió casi corriendo del cuarto, dejando un perplejo SiZhui tras de sí.

Después de ese percance, JingYi no tenía cara para estar con SiZhui y se fue a entrenar junto a XiYue y QiuGe. No fue hasta la hora de almuerzo que volvió a saber de su amigo. Los tres iban caminando hacia el comedor cuando pasaron frente a un frondoso árbol, bajo el cual permanecían sentados Jin Ling y SiZhui, conversando animadamente y sin ningún espacio entre ellos.

La imagen lo puso furioso y, haciendo memoria de los comentarios que había escuchado sin querer por el pasillo, se prometió que esa sería la última vez que se preocuparía por verlos juntos. Después de todo, ese era el chico que SiZhui había escogido como su amante y, como su amigo, no podía hacer nada contra eso. Si querían estar solos y alejados del mundo para vivir su amor, les daría el espacio, ¡pero cuanta cara les faltaba como para hacerlo a vista de todos! Con razón el maestro Lan QiRen no los quería cerca de Wei WuXian, ¡se te pegaba su desfachatez si pasabas mucho tiempo con él! 

Con esos pensamientos rondando en su cabeza, se fue corriendo hacia el comedor, rompiendo otra regla del clan y quebrando su corazón en el proceso. Atrás se quedaron XiYue, rogando que JingYi no fuera visto por el viejo Lan, y QiuGe, deseando justamente lo contrario.

Cuando SiZhui finalmente llegó al comedor, acompañado por Wei WuXian y Hanguang-Jun, localizó con facilidad a su amigo, que miraba pensativo su plato de comida. A su alrededor se encontraban los chicos con los que JingYi se juntaba últimamente, junto a otros discípulos de Gusu.

—JingYi, ¿a dónde fuiste? No te vi en toda la mañana —preguntó Lan SiZhui con una cálida sonrisa, caminando junto a Wei WuXian y Lan WangJi.

JingYi los miró y saludó cortésmente a los mayores, lo que a éstos les llamó mucho la atención. No quería responder a la pregunta de SiZhui, pero sabía que tenía que decir algo, en especial si el Patriarca de YiLing y Hanguang-Jun estaban presentes.

—Estaba entrenando con mi espada —respondió casi sin mirarlo.

—Oh... —dejó escapar SiZhui, sin poder disimular su descontento.

Todos supieron que algo andaba mal, aunque no lo dijeron. Wei WuXian y Lan WangJi intercambiaron miradas para después observar a Lan SiZhui. Seguramente tenían una pelea de amigos, pero no podían dejar de preocuparse, tomando en cuenta que ellos nunca habían discutido antes. Y que JingYi estaba junto a otros jóvenes de la secta, en una mesa en la que no cabía A-Yuan.

—No se habla mientras se come —dijo Wei WuXian, mientras se acercaba más a la mesa repleta de discípulos Lan—. Además, ¿no deberían estar estudiando para el examen? Escuché que el viejo Lan planea hacerle uno a la clase de hoy.

Más de la mitad de la mesa se puso de pie casi con un salto y salieron lo más rápido que pudieron -sin correr- en dirección a la biblioteca.

—Ya que esta mesa está vacía, ¿les importa si nos sentamos? 

Los restantes intercambiaron miradas, incluso JingYi lucía notablemente incómodo, pero ninguno podía negarse ni moverse, ¡eso sería un desaire contra Hanguang-Jun! Lan XiYue serenó su mente lo mejor que pudo y les indicó que tomaran asiento, mientras Lan QiuGe se mordía la mejilla.

—¿JingYi, te duele el estómago? —preguntó SiZhui, sin rendirse hasta poder hablar como se debía con su amigo. Para sorpresa de todos, JingYi tomó su plato y se llenó la boca con comida, hasta el punto en que XiYue tuvo que darle unos golpecitos en la espalda, para que no se atragantara.