7: Nuevos acercamientos

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En todo el Receso de las Nubes, solo había una persona que se paseaba con una sonrisa de oreja a oreja: Lan QiuGe. Todos los discípulos lo observaban con suspicacia y precaución, en especial, los que conocían el comportamiento de esa pequeña perla.  Algunos desviaban su andar apenas lo veían, otros permanecían quietos a cierta distancia, solo los más osados se atrevían a pasar por su lado y, cuando se daban cuenta de que nada malo les sucedía, quedaban desconcertados. ¡Era obvio que Lan QiuGe estaba tramando algo! Y el no saber qué, los tenía con los nervios de punta.

Sin embargo, todos ignoraban que aquella sonrisa era de felicidad, pues desde que Hanguang-Jun y su esposo regresaron, las perlas ya no tenían que hacerse cargo de los conejos del segundo jade. Ahora, la responsabilidad recaía completamente en Wei WuXian, que desde que llegó se mantenía prácticamente recluido en los alrededores del Jingshi. Además, QiuGe acababa de enterarse que la doncella amarilla (Jin Ling) fue castigada en su primer día de clases, por incitar una pelea.  Y eso que SiZhui pasó toda una semana estudiando junto a Jin Ling en un área privada, con el solo propósito de aprenderse las nuevas reglas y enseñarle algo de modales a la doncella.

—Já. Esa doncella amarilla se lo tenía merecido.

—A-Ge, no te rías. Recuerda las reglas.

—Pff... A-Yue, no seas tan serio, sabes que estoy en lo cierto. ¿Acaso no estás feliz de saber que ese petulante fue castigado?

—Lan QiuGe, recuerda las reglas de nuestra secta. Cuida tu lenguaje cuando estemos en Gusu, sobre todo tan cerca de las salas de reuniones. 

—Como sea... ¿Dónde está A-Yi?

—... No lo sé...

—...

—Bien, ya tengo que irme. Nos vemos en la cena.

—¿Qué es lo que tú y A-Yi me están ocultando?

—No sé de qué hablas.

—Sí lo sabes. Hace días que desaparecen por las tardes. ¿Qué hacen? ¿Están practicando sin mí? O peor, ¡¿ESTÁN VISITANDO EL ALA FEMENINA SIN MÍ?!

XiYue sabía que tarde o temprano QiuGe se daría cuenta de las desapariciones que tenían por las tardes, pero también sabía que si le decían la verdad, en primer lugar, se burlaría de él y, en segundo, se molestaría con JingYi e iniciaría un discurso de 3 horas sobre por qué los conejos eran las peores bestias existentes en todo el país, siendo incluso más peligrosos que los mismos cadáveres feroces. Sin embargo, jamás se le habría ocurrido que su amigo imaginaría una excusa tan ridícula para su ausencia. 

—A-Ge, no seas ridículo. Sabes que solo voy al ala femenina cuando veo a mi madre, una vez al mes. 

—¿Entonces por qué no me dices a dónde vas, qué haces?

—Yo... No tengo por qué decírtelo. Me iré ahora o llegaré tarde. Y no intentes seguirme, o traeré los conejos de Hanguang-Jun a nuestra habitación.

Dicho eso, Lan XiYue se fue tan rápido como pudo sin romper las reglas, dejando a un temeroso Lan QiuGe tras de sí. No podía decirle que ayudaba al maestro Chang a entrenar a los discípulos menores, en concreto, la generación de esos tres hermanos pequeños que los dejaron en ridículo. No era extraño que los ancianos o los maestros solicitaran la ayuda de una perla para cumplir determinadas tareas, pero XiYue sabía que si QiuGe se enteraba de quiénes eran los niños a los que les estaba enseñando, no solo se burlaría de él por su orgullo herido, sino que lo seguiría a las clases y lo haría enfrente de todos ellos. Y XiYue no podría soportarlo, bastante humillado se sentía ya al ver que esos discípulos menores seguían considerándolo un inepto.

La Perla de GusuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora