SMITHEREENS ➤ Mark L

( 07 )

"Estudiante se suicida en julio"

Fue tan desgarrador para el chico haber encontrado la noticia en la web.
Las lágrimas acumuladas en sus ojos se desbordaron como cataratas y a la par sus sollozos escaparon y salieron como laridos escandalosos.

La chica en la noticia era ella, nu Nam Yoonhe.

"Es algo poco común reportar suicidios antes de septiembre, pero la noche del sábado 16 fue trágico el hallazgo de una mujer al ingresar a la habitación de su hija, encontrandola inerte y fría en medio de su habitación. La familia asegura que la fallecida mantenía una actitud positiva y alegre y no eran conocedores de algún tipo de abuso en su centro de estudios. Luego de la entrevista se pudo inferir que la familia no era muy cercana a la joven, ellos no podían dar la fecha exacta de su nacimiento"

El pecho de Mark se presionó y apretó a su vagabundo corazón que dolía al punto de hacerle adormecer el brazo.

"Ella murió sola", recordó sus palabras y lanzó un quejido al vacío.

¿Cómo pasó?
Se preguntó.

Al lado de su mesa reposaba el sobre manila con unos papeles y fotos, el reporte del fallecimiento de su Yoonhe.
Incluso creyó que podía ser falso, pero al encontrar la noticia en Internet supo que no era una farsa y las otra Yoonhe no jugaba cuando decía que ella no era quién el buscaba.

— ¿Sabes por qué me encantan esas flores? —sonrió y señaló la hoja de la revista que sostenía en manos—Porque más que un corazón sangrando, parece un corazón desbordando amor.

La voz de la chica retumbó en sus recuerdos y eso solo lo hizo llorar más.

Se sentía cómo un asesino, un cruel y despiadado asesino. Ella murió justo el día en que, si hubieran seguido juntos, habrían cumplido nueve meses.

Desea increíblemente no haberse topado con ella nunca, Yoonhe hubiera sido feliz y, aunque él no habría conocido el significado de la palabra amor jamás, ella seguiría viva, porque su existencia solo fue una tragedia para la brillante vida de una brillante persona.

(...)

El calor quema sus músculos, en sus huesos siente el dolor como si se los estuvieran martillando. A pesar de que no ha comido nada los últimos dos días, su estómago tiene la sensación de querer devolver algo.
Hace algunas horas ha intentado pararse pero ni siquiera pudo sostenerse, cayó arrodillado al frío suelo y se vio obligado a arrastrarse nuevamente a su cama.

"¿Por qué la dejaste sola?" recordó las palabras de Yoonhe y deseo morir. Sí, él la dejó sola. La abandono y fue el ser más desalmado sobre la tierra.

De un momento a otro sus ojos picaban y empezaba a llorar, se sentía tan culpable y el dolor inmenso que sentía se exteriorizaba un poco en sus abatidos sollozos. Se retorcía en su cama y gritaba de la desesperación, luego se dormía y despertaba unas horas después con un intenso dolor de pecho.

Ya había olvidado qué día era. No sabe cuánto ha pasado desde el último día que tuvo consciencia de lo que sucedía a su alrededor.

Ya no sabía si estaba desvariando o ya había muerto, tal vez era la muerte que venía por él pero fuera lo que fuera, ya no le importaba.

— Que miserable te ves. —susurró para si misma pero logró ser oída por el chico quién frunció su ceño e intentó identificar la silueta frente a él— Lee, ¿no piensas levantar tu trasero de ahí? —exclamó esta vez alzando la voz y sabiendo que el chico ya la había notado.