Amor entre enemigos

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Una semana, una semana había pasado desde el baile, las clases habían vuelto, al igual que las infernales tareas.

Sin mencionar las tardes de detención para la mayoría de los alumnos se ganaron gracias a los efectos del alcohol, Harry entre ellos.

El que había aceptado hacerse cargo de su castigo había sido el profesor Snape. Claro, pensó Harry, ¿Porqué no me sorprende?

Por haber golpeado a Leonard James, le habían dado dos semanas de detención, todas las noches, de Lunes a Jueves, en el despacho de Snape limpiaba bancas, calderos, acomodaba las repisas, y si chao algo mal, le dejaban tarea extra, cómo reorganizar los estantes de ingredientes y los de libros.

Pero siempre que iba, se acordaba cómo a principios de año, había llevado a Draco a la enfermería después de que se rompiera el tobillo.

Draco

Después del baile, y con el regreso de las clases, habían vuelto a verse, ahora, eran más cariñosos, se abrazaban el uno al otro, se hacían cariñitos... le hacían los deberes al otro...

Pero no sólo su "relación" había mejorado desde ese día, Neville y Blaise se veían más seguido, a escondidas como ellos, Pansy y Theodore habían empezado a salir, pero eran demasiado empalagosos para todo Hogwarts.

Debido a esto, y que Draco no mostraba interés alguno en Astoria, las hermanas Greengrass estaban que se morían de rabia.

Desde siempre habían sido de las chicas más guapas, pero una vez que las conocías, uno se podía dar cuenta de que no son tan delicadas como aparentaban.

Una mañana Harry recibió una lechuza, de Sirius, donde decía que iban a pasar navidad con Narcissa Malfoy y Draco, bebido a que Lucius seguía en Azkaban (y eso iba para largo) decidió hacer las paces con su prima, y en esta le pedía a Harry que tratará de no pelear con Draco durante su estancia en Grimmauld Place, no quería tener problemas por la actitud de dos "mocosos" (como el lo había escrito) en la casa durante tres semanas.
Harry imagino que esa navidad ni Hermione ni Ron irían a pasarla con el, pero se consoló diciéndose que Draco iría, esa carta le alegró la mañana, y a dos semanas de salir de vacaciones no veía la hora para dejar de asistir al colegio.

Era lunes, la primera hora era pociones en las mazmorras.
A Ron siempre le dio nauseas que después de desayunar, tocara esa clase, pues nunca le agrado al profesor (ni ningún otro Gryffindor) que digamos, y siempre encontraba la manera de que les quitaran puntos.

-Menos mal que Dumbledore le da puntos a Harry hasta por respirar.

Hermione, quien se encontraba caminando junto a los chicos no pudo evitar una carcajada.

-Por Merlin, cállense.

-Esta bien... pero cambiando de tema, ¿De quien era la carta que te trajo esa lechuza?

-¿Te llegó una lechuza?

-Si... era de Sirius.

-¿Y qué decía?

-Hermione- dijo Ron- No tienes que presionarlo, deja que el nos diga.

Harry se había olvidado de que lo les había dicho, ¿Qué pensarían si les dijera que los Malfoy pasarían navidad con el y Sirius y que ellos no podrían ir este año?

-Bueno Harry... ¿Si nos vas a decir?

-Ronald- dijo Hermione- No tienes que presionarlo, deja que el nos diga- dijo imitando el mismo tono que el.