Un viaje por el tiempo
Hace 12 años… Katrina princesa de Kalos
Katrina, una niña de tan solo siete años, de pelo negro y ojos grises que solían cambiar a negro cuando su humor cambiaba, estaba caminando por el castillo del rey, su padre.
En algún momento, unos de los guardias le pidieron que lo acompañase. Los padres de la niña la había llamada. Todos los guardias, estaban serios, pero Katrina pudo percibir su nerviosismo. El hombre que la llevaba, a los ojos de cualquiera, parecía capaz de derrotar a cualquiera sin temor alguno, pero a los ojos de Katrina, él sentía miedo, algo que aún no comprendía, no del todo.
Cuando llegaron a la sala principal, se encontraron con el rey y la reina. Ambos esperaban su amada hija fuese traída, pero el tiempo de espera se les hacia eterno.
La princesa, el rey y su esposa, se reunieron después de unos minutos en la sala más lujosa del palacio. Algo pasaba, pero Katrina no tenía el conocimiento de ese problema, que por lo que pudo ver, preocupaba a sus padres.
Entonces, sin previo aviso, los vidrios de los ventanales se rompieron en mil pedazos, dejando paso a dos personas. Dos asesinos.
Reclamaron a Katrina y los reyes se negaron a entregarla. Pero los segundos no podían contra los astutos asesinos, y su niña fue arrebatada de sus manos.
Katrina seguía sin entender, y cuando estaban alejados del castillo de sus padres, aún se podía escuchar las campanada y a un grupo de personas cantando… “La princesa, Katrina Vanwood, fue secuestrada por los famosos asesinos Crosset.”
Hace 5 años… Abel, la hija de Clark y Jazmín.
Abel, una adolecente de catorce años de pelo negro con ojos grises que en sus momentos de enojo se tornaban negros, estaba sentada en la mesa del comedor, junto con su padre y su madre. Estaban comiendo mientras su padre contaba otra de sus ya conocidas historias. Pero en el momento más inesperada. Se escucha un golpe en la puerta. Le piden a Abel que se esconda detrás de la puerta. Ellos fueron a abrir, pero los hombres vestidos con el uniforme de la guardia real, entraron a su hogar, empujando a mi madre al piso.
La puerta de entrada fue cerrada. Las cabezas de mis padres fueron cortadas. La sangre inundo la sala. La cara del hombre que portaba la espada que acabo con la vida de mis padres, fue grabada en su memoria. Los hombres al acabar su trabajo y no encontrar lo que buscaban, se marcharon. Abel, entre la tristeza, el enojo y la sed de venganza, salió de su escondite.
Los cuerpos de ambos estaban tendidos sobre el piso, junto a charco de sangre. Las cabezas estaban inertes, lejos de sus originarios lugares. Los ojos de ambos estaban abiertos, pero no había más vida en ellos.
- Te voy a hacer pagar por todo - dijo mientras una gota caía por su mejilla y terminaba su recorrido en en un lado rojo.
Entonces, la puerta se volvió a abrir. Era su fiel amigo y compañero. Vestido con esa capa larga, cruzó el umbral de la puerta y se acerco a Abel. No dijo nada, solo la abrazó.
Tres días después del entierro de sus padres, Abel ya había tomado una decisión. Tomo sus armas y coloco la capa con capucha sobre sus hombros. Fue a la entrada del pueblo, donde estaba esa muralla donde solía jugar a defenderla. Su compañero se acerco a ella corriendo. Le dijo que no tenía que irse, pero ella solo respondió una cosa.
“Es mi deber vengar las cabezas de mis padres.”
La capucha fue colocada sobre los negros cabellos de Abel, y sus negros ojos miraban el camino que la esperaba.
Hace 2 días… Katerina, la famosa asesina.
Katerina estaba todavía tendida sobre el suelo, con sus sentidos nublados por el efecto de esa droga que fue puesta en su sistema de forma desconocida. Medio inconsciente, fue levantada por unos guardias, que por lo poco que lograba distinguir de sus palabras era que la culpaban de un homicidio. La pregunta era de cual.
Los hombres de buena voz, cantaban a un ritmo constate su captura… “La asesina, Katerina, fue capturada”
Fue llevada a las minas de oro, donde la obligaron a trabajar con las muñecas encarceladas por esas cadenas de hierro. Le entregaron un pico, acción poco inteligente de sus cuidadores, y la llevaron al interior con el resto de los delincuentes o esclavos.
Alguno de esos guardias, cometió el error de intentar abusarla, pero una roca puede matar rápidamente a cualquiera, y eso lo había comprobado.
Dos días de condena se cumplieron cuando la obligaron a caminar por esos pasillos, que le resultaban familiares de una forma que logro sorprenderla.
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Un Kiss, SamNovels

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Princesa asesina.
Przygodowe"Te voy a hacer pagar por todo" dijo mientras una gota caía por su mejilla y terminaba su recorrido en en un lado rojo.