Damian el Demonio

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¿Por qué cuando tratamos de evitar ciertas cosas éstas vienen corriendo hacia nosotros?

Kalem y yo vinimos al cine, ¿y a quién nos encontramos en la fila para comprar los boletos? A Damian rodeado por cuatro chicas, que asqueroso, solo pude pensar en una orgía a media función de la película. ASQUEROSO.

—Kalem, paso. No puedo ver a ese tipo, voy a volver al departamento.

Kalem se enoja conmigo porque él opina que deberíamos enfrentarlo, no huir de él, así que me dice que en un rato irá conmigo. Yo me voy, sin saber que estoy caminando hacia las fauces del lobo.

Llego y enciendo las luces, totalmente despreocupada me pongo a leer un libro pero en unos minutos después empiezo a escuchar ruidos que vienen de afuera. Voy hacia la puerta y me asomo pero no se ve nada, pero entonces me volteo y ahí está, junto a la ventana abierta: es Damian. Y yo estoy sola.

—¡Hola cariño! —me grita con una cara de maniático. 

—Vete de aquí Damian, sabes que Kalem llegara pronto.

—Uy sí, mira, tu puto va a tardar todavía un rato en venir, así que pensé que tú y yo podríamos divertirnos un rato. —dice riéndose malignamente.

—Damian ¡lárgate! No te me acerques, enserio.

—Pero es que amor ¿no te acuerdas? Esas noches en que disfrutabas que te tocara... —me arrincona junto a la puerta y avanza hasta quedar pegado a mí. —Siempre fuiste un delicioso pastel.

—¡Déjame! —le meto un puñetazo en la mejilla que lo hace quedarse sorprendido y así trato de escapar pero no soy lo suficientemente rápida.

Me agarra por la cintura con una mano, y con la otra tira de mi cabello mientras se empieza a tallar contra mi cuerpo e intenta besarme. El pánico me atenaza y empieza a hacer que se me dificulte moverme, creo que estoy por orinarme de miedo y también va a entrarme un ataque epiléptico sino es que ya me dio.

Damian empieza a hurgar debajo de mi falda y yo solo puedo gritarle improperios desesperados. Pero él sigue, me rasguña, me lastima. Intento retorcerme pero es demasiado fuerte. Comienzo a llorar y cierro los ojos. Damian me lleva cargando a la cama y se me monta encima por detrás. 

—Esto va a dolerte cariño.

Yo ya no puedo hacer nada, no puedo luchar, no puedo escapar, me tiene totalmente como una inútil. Me quita la ropa interior y entonces lo siento entrar por mi trasero, grito llena de agonía y lloro mientras él sigue.

—¡Kalem! ¡KALEM! ¡¡¡KALEM!!!


En eso la puerta se abre dando un golpazo contra la pared.

—¿Qué mierda...?


Supongo que la escena que se encuentra no es lo que esperaba.

—¡Maldito hijo de puta! ¡Apártate de ella zorra! 

—¡La única zorra aquí es ella!


—Ahora sí vas a ver...

Kalem se le lanza a Damian dándole golpes y patadas, yo me quedo tirada en la cama ya que no puedo moverme por el shock, solo puedo ver como entre los dos se meten una paliza, después salen de mi campo de visión y oigo como algo retumba, seguramente alguno de los dos cogió el sartén y ahora lo está usando de espada. Vuelven enfrente de mí y veo cómo están armados: Damian con el sartén y Kalem con un cuchillo para picar verdura. Todo lo veo como en cámara lenta, y ni me inmuto cuando veo cómo Kalem le encaja el cuchillo en la garganta. Damian cae comenzando a desangrarse, y Kalem sigue enterrándole el cuchillo por todo el pecho en un ataque de furia. Cuando Damian ya no se mueve, Kalem corre hacia mí. 

—¿Estas bien Roxy? Roxy dime algo, ¡contéstame!

Yo solo puedo mirar a la nada, acabaron conmigo. Extrañamente no me molesta que Kalem me toque, pero aun así no puedo reaccionar, y así voy perdiendo el conocimiento.

***

Estoy en un hospital, lo identifico por el olor y los pitidos característicos de las máquinas a las que estoy conectada antes de abrir los ojos. Esta vez Kalem no está en el cuarto, pero está una enfermera con rizos rubios cortos que le enmarcan su redonda cara. Pronto se da cuenta de que estoy despierta y comienza.

—Hola Roxane, yo soy la encargada de atenderte y cuidarte, ¿sabes en dónde estás?

—Un hospital. —digo con la voz ronca.

—Exactamente, tu novio te trajo porque desafortunadamente dice que te violaron en la calle y el agresor huyó sin dejar rastro, ¿lo recuerdas?

¿Qué? ¿En la calle? ¿Kalem que hiciste? 

—Necesito verlo, a Kalem.
 —digo evadiendo la pregunta.

—No te preocupes, lo veras en cuanto regrese.

Esto me deja un poco tranquila pero ¿qué rayos?


—Roxane hay otro tema que tenemos que discutir.


—¿Cuál? —digo espantada.


—Llevas un registro en este hospital y por lo visto has tenido recaídas.

Yo no sé qué decir, esto no es bueno.

—¿Hay algún problema?

—No es un problema, serás internada de nuevo. Es para ayudarte Roxane, eres una chica fuerte y sé que podrás lograrlo. Ya le avisamos a tu tío, dijo que vendría a verte.

—No. ¡No! ¡NO! ¡No pueden hacerlo! ¡Tengo que quedarme con Kalem! ¡NOOOO!

Me enloquezco bastante, intento huir de la habitación pero una bola de enfermeros salida de la nada me arrastra hasta la camilla y me inyectan un sedante. 

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