Desde un principio sabía que la intención de mantenerme al margen de la vida de mi familia no iba a reprimir mis verdaderos deseos. A temprana edad me enteré del misterio que envolvía a mi familia y no me apenaba de ello, de hecho, quería, hasta cierto punto, estar totalmente involucrado con los Storm. Eran un ejemplo a seguir, uno muy malo a decir verdad, pero amaba a Tabitha Alexander, mi madre y ella, en primer lugar, era la persona por la cual decidiría convertirme en un asesino en potencia.
Luego de su muerte, todo cambió para mí. No quería saber nada sobre la vida que ella llevó, mucho menos de la que mis padres aún llevaban, porque sí, soy un hombre que, además de tener una madre conocida en todo el territorio nacional por ser asesina múltiple, tengo dos padres, uno biológico y otro de crianza, Gabriel y Marco. Después de que mamá muriera, ellos junto con el resto de los Storm se encargaron de mí.
Me enseñaron a pelear, a defenderme, a atacar con todo y no quedarme con nada. Aprendí porque uno nunca sabe cuándo debe exteriorizar la violencia en defensa propia, pues mi intención de pertenecer realmente a los Storm la había descartado en el extraño e íntimo funeral que le hicimos a mi madre. Sin embargo, uno no puede huir de su destino, no por voluntad propia, esa no era una opción.
Crecí como una persona aparentemente normal. Cualquiera que me conociera sabía que era un sujeto amable, adicto a la lectura, hermoso a simple vista y con un desdén plasmable por llevarle la contraria a las reglas de la sociedad, sin embargo, ese último aspecto de mi personalidad podía ser camuflado perfectamente con las personas fuera de mi círculo familiar. El problema era que con mi familia, con los Storm, era totalmente libre y ese oscuro aspecto de mi psiquis lograba dominarme.
Me gustaba la agresividad y la violencia, de hecho, me daba mucho placer ser yo el que las infringiera, pero la mayoría de las veces la moral me envolvía y me decía que debía comportarme como una persona normal para no terminar como mi madre. Con esos pensamientos en mente, decidí darle un giro a mi vida, me convertí en escritor, narré la vida de Tabitha Alexander y de todos los Storm teniendo cuidado de proteger mi identidad. Ya no era Dominic Gabriel Espínola Alexander, ahora mi único apellido era Gasia.
Tenía 4 hermosos hijos, una esposa preciosa, una fortuna heredada y otra en crecimiento por el libro que había publicado hacía un par de años atrás. Una vida perfecta alejada de la podredumbre, muerte, narcotráfico y todo lo relacionado a los Storm, pero la sangre llama y el deseo de asesinar estaba ligado a mi ADN. Solo mi familia me hacía pensar dos veces el convertirme en lo que estuve destinado a ser...
Supongo que por eso hice lo que hice... Quizás estaba cansado de ser Dominic Gasia y quería volver a ser Dominic Gabriel Espínola Alexander... El último Storm.

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El último Storm
ActionDesde un principio sabía que la intención de mantenerme al margen de la vida de mi familia no iba a reprimir mis verdaderos deseos. A temprana edad me enteré del misterio que envolvía a mi familia y no me apenaba de ello, de hecho, quería, hasta cie...