¿Recuerdan el dicho que dice "El tiempo pasa rápido cuando te diviertes"? Pues yo no me divertí. La muerte de mis padres fue un golpe duro no solo para mí, sino también para mis hijos. Marco y Gabriel fueron un pilar para nosotros y perderlos no fue fácil. Tuve que hacerme el fuerte, debía serlo si no quería morir. Antes de todo esto, mi soporte era Tatiana, ella me centraba y enfocaba en que podía ser mejor de lo que pensaba, pero ahora ella estaba tan rota y vacía y como yo.
Erick fue de muchísima ayuda para mi familia. Nos acogió, logró que Chris y Greg entraran en una escuela cercana a la casa que nos había dado y nos abrió las puertas en su mundo, bueno, nuestro mundo. Me presentó ante todos los pranes de los barrios de Lara, todos estaban unidos en su causa y seguían sus órdenes. Cuando supieron quién era yo, no solo se sorprendieron, también me dieron su apoyo incondicional. Al principio no confiaba, mis padres me enseñaron a desconfiar hasta de mi propia sombra, pero luego, con el pasar de los meses, les cogí cariño.
Me costó mucho adaptarme a esta vida. Erick no solo logró que todos los pranes me reconocieran, sino que también se tomó la tarea de enseñarme exactamente cómo se llevaban a cabo los negocios en Lara. El robo de autos, el dominio de todos los terminales de buses en el estado, el narcotráfico, la corrupción, prostitución, los tratos con la policía, militares y del C.I.C.P.C, carreras clandestinas, manejo de dinero, de clubes, compra y venta de animales de cría... Todo era demasiado abrumador, pero completamente necesario para subsistir y ser considerado un líder en ese lugar.
Yo aporté algo nuevo en sus negocios: El hacker. Papá Marco me dotó con lo necesario para intervenir cualquier red en la web y nadie más que yo tenía ese poder. Era un punto muy bueno a nuestro favor, podíamos pasar desapercibidos para Caín, pero también obteníamos un buen dinero para nuestros bolsillos. Con respecto a ese hijo de puta... No tuvimos oportunidad para atacarlo, primero debíamos asegurarnos nosotros mismos, comenzar desde 0, recuperar lo nuestro y luego ir por él.
Y se nos dificultó, por supuesto que tuvimos atentados, nos buscaron no solo en Lara sino en todo el territorio nacional. Los hombres de Erick fueron totalmente leales a nosotros y por eso comencé a confiar. Tanto así que creé un nuevo grupo de amigos, uno donde todos eran asesinos y ladrones, pero que eran una sola cara ante todos. No fingían ser algo que no eran, todos sabían lo que hacían y vivían bien con ello.
Los respetaban y no era para menos, ellos se ganaron ese respeto con creces. Persona que incumplía las reglas de la calle, persona que moría, así de sencillo. Nos ha costado tanto a mi familia y a mi adaptarnos a todo esto, que han pasado dos años. Dos años en los que mis hijos aprendieron a robar autos y a atraer clientes para la compra de droga, dos años en los que mi esposa tatúa a todos los de los barrio, vende cualquier tipo de mercancía y ahuyenta a las funcionarias policiales...
Dos años en los que he tenido que matar al que me desobedece, a los hombres de Caín y sobre todo, dos años en los que he logrado convertirme en el nuevo jefe del Estado Lara en conjunto con Erick. Era oficialmente conocido en todo el territorio nacional como el último Storm, tenía orden de captura desde la muerte de mis hijos, me buscaban por todos lados, pero ninguna de esas personas que estaba tras mis rastros pisaba Lara, el que lo hiciera, tenía una sentencia de muerte firmada y sellada por todos mis hombres.
Jamás pensé llegar a esto, nunca lo desee. Ahora comprendo lo que mis tíos decían cuando yo era un niño. Meterse en este mundo es demasiado fácil, solo necesitas vender droga, matar a alguien o meterte con la persona equivocada ¿pero salirse? Eso es imposible. Solo dejas de ser un maldito mafioso cuando mueres. ¿Lo peor? Eso arrastra a tu familia, no importa cuán cuidadoso seas, siempre caerán. Yo soy el mejor ejemplo.
Mis hijos no lo llevaban tan mal, se habían acostumbrado demasiado rápido a todo esto, podría decir que incluso disfrutaban esta vida, por eso debía cortarles las alas, no era correcto que se sintieran con tanto poder a esa edad. Era peligroso. Chris y Greg tenían un trabajo fijo en Barquisimeto a pesar de que vivíamos en Carora. Robaban autos, pedían rescate, desvalijaban el carro y lo dejaban botado en cualquier sitio. Poseían un talento increíble para violar cualquier tipo de seguridad que tuvieran los autos y los encendían con facilidad.
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El último Storm
ActionDesde un principio sabía que la intención de mantenerme al margen de la vida de mi familia no iba a reprimir mis verdaderos deseos. A temprana edad me enteré del misterio que envolvía a mi familia y no me apenaba de ello, de hecho, quería, hasta cie...