|Capitulo 18|

1.6K 116 5
                                    

- ¡TRIS! ¡NADIE VA A VERTE, DEJA DE ARREGLARTE EL CABELLO! - Sus ojos volaron a los míos mientras terminaba de ondularse el cabello, y sabía que ese último rizo sólo lo había hecho para molestarme. 

- No importa que nadie me esté viendo, a mí me gusta estar bonita. - Revoleé los ojos medio cansada de estar parada observándola en el marco de la puerta del baño de nuestra habitación. 

- Pero no necesitas ondularte el cabello para estar bonita. - Se puso un poco de brillo labial. 

- Pero a mí me gustan los rizos. - Sabiendo que no tenía caso seguir discutiendo, decidí que sería mucho más productivo que simplemente la esperara afuera, con el auto en marcha para que podamos irnos lo más rápido posible. No llegábamos tarde a ningún lado, pero la idea de dejar a Tony y a Zoe solos en la casa de los Hemmings no me gustaba para nada. Confiaba en que Gina y Jonathan no dejarían que nada les ocurriera, pero de igual manera intentaba evitar que se quedaran solos. 

- ¡_____! ¿Vas a cocinar con nosotras? - Zoe tenía un gorro de chef en la cabeza que le quedaba muy simpático a pesar de que era gigantesco para su pequeño cráneo. Al igual que el gorro, el delantal para cocinar llegaba hasta el piso a pesar de que estaba sentada en una silla. Gina la observaba con una gran sonrisa mientras intentaba limpiar la harina que tenía en su barbilla, y Tony las miraba a ambas muy detenidamente. 

- No puedo Zoe, Tris y yo tenemos que ir al viejo apartamento a recoger un par de cosas. - No pareció decepcionarse mucho, porque a pesar de que me había escuchado, aún seguía amasando lo que tenía entre las manos. 

- ¿Quieren que llame a alguno de los chicos para que las ayude? - Negué rápidamente con la cabeza cuando escuché a Gina. 

- No hay problema, volveremos en unos minutos. 

- Bueno, pero asegúrense de llegar a tiempo para la cena, ¡porque hay pizza! - Tony se acercó hacia mí mientras Zoe reía fuertemente cuando Gina manchaba su mejilla con harina. 

- Me ofrecería a acompañarlas, pero sabes que no puedo dejarla sola. - Tony parecía muy apenado por no poder acompañarnos, y rápidamente apoyé mi mano sobre su hombro mientras le sonreía, intentando indicarle que todo estaba bien. 

- Claro que no puedes dejarla sola, pero en serio Tony, puede confiar en Gina y Jonathan, son las mejores personas que conozco. - Él me observó detenidamente y de fondo se escuchó la nueva risa de Zoe, seguido por el fuerte golpe de la masa para pizza que había dado contra la mesa. 

- ¡______! ¡RÁPIDO! ¡ESTÁS TARDANDO DEMASIADO! - Apreté la mandíbula por unos segundos mientras Tony sonreía ante los gritos de Tris. No me importaba que estuviera siendo sarcástica, y menos aún que lo dijera en broma. Me molestaba a pesar de que no hablaba en serio. Caminé con velocidad hasta la puerta, en donde me esperaba Tris con una sonrisa brillante, y con las llaves del auto colgadas de su dedo índice. Las tomé bruscamente mientras ella reía con suavidad y no perdí un segundo en abrir la puerta y poner el marcha el jeep para volver a nuestro antiguo apartamento. 

El viaje fue silencioso, a pesar de que no era un largo viaje, eran casi veinticinco minutos, y veinticinco minutos en silencio nunca eran agradables. La molestia se me fue yendo a medida que Tris se concentraba en su teléfono y no en mí persona. 

- Hey, ¿sabías que Christina hará una fiesta ésta noche? ¡Ja! Y la perra no nos invitó, después de lo que hice por ella para que entrara en el equipo. - Tris seguía muy atenta a todo lo que hacían las porristas a pesar de que no pertenecía más al escuadrón después del incidente con Chelsey que habíamos tenido hacía un tiempo. Había renunciado a pesar de todas las discusiones que habíamos tenido acerca de lo estúpido que era que ella dejara algo que amaba por una estúpida pelea sin importancia. Pero Tris insistía que no quería volver a ver su cara, porque de otra manera, lo que yo le había hecho sólo parecería un juego de niños. 

Luke II; lrh |Adaptacion| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora