Donnie soltó un grito ensordecedor, y toda la gente que caminaba por los pasillos se giró a vernos. Tuve que taparle la boca para que se callara, me tendría que haber imaginado que reaccionaría de esa manera.
- ¿Puedes cerrar la boca? ¿Por favor? - Solté enojada, mientras intentaba disimular ante los estudiantes de la escuela que aún nos miraban con curiosidad y desagrado por el susto que se habían pegado. Donnie habló a pesar de que sabía que tenía mi mano en su boca y no podía entenderle, y luego de unos segundos guardó silencio, un silencio tan hermoso que me dio lástima saber que no duraría. Sólo bajé mi mano porque debía guardar mis libros en el casillero.
- ¿¡Cómo esperas que reaccione si me dices que Michael Hemmings te besó!? - Me llevé un dedo a mi boca y lo callé de inmediato. Cuando Donnie creía que estaba susurrando, en realidad estaba gritando levemente. Miré a nuestro alrededor y agradecí porque ésta vez nadie nos estaba observando.
- ¡Cállate, Donnie! ¿Es que acaso no te das cuenta que estoy intentando mantenerlo en secreto? - Los únicos que sabían de lo que había sucedido, eran Gina, Jonathan, Michael, Donnie y yo. No había tenido oportunidad de contarle a Tris para que me aconsejara qué hacer en éste tipo de situaciones, ella sería la más adecuada gracias a la cantidad de revistas y películas que veía sobre el amor adolescente, y comenzaba a creer que contarle Donnie había sido la peor idea que se me había cruzado por la cabeza. Sabía que a pesar de que Donnie era el chismoso número uno de todo el pueblo, él jamás le contaría a nadie sobre mis secretos. Además, era una bola de nervios andante, y él se había dado cuenta que algo me sucedía incluso antes de que yo se lo hubiera dicho. La noticia había salido disparada de mi garganta sin permiso, y no se sentía mejor decirlo en voz alta.
- Bueno, está bien. - Hizo un gesto con sus manos como si estuviera intentando tranquilizarse, y luego me observó atentamente. - ¿Y tú qué hiciste? ¿Lo besaste de nuevo? ¿Le tocaste el maravilloso cabello que tiene? Tienes que averiguar cómo hace para tenerlo tan esponjoso y suave, siento envidia cada vez que lo veo. - Junté mis cejas pensando en lo mal que tenía Donnie sus prioridades, y dejé un par de libros dentro del casillero mientras lo sentía sonreír a mi lado. No entendía por qué estaba tan feliz cuando en realidad, yo estaba entrando en pánico.
- ¿Estás loco? ¡Claro que no lo besé de nuevo! - Cerré mi casillero frustrada. - Y no usa nada, su cabello es así naturalmente. - Le respondí a Donnie que golpeó mi casillero con enojo. Tris había tenido la misma reacción, y no sabía exactamente por qué todos estaban tan obsesionados con el cabello de Michael.
- ¿Y entonces qué hiciste? - Comencé a caminar hacia la clase que teníamos juntos, la única clase que compartíamos.
- Lo que cualquier persona que es sorprendida con un beso haría... Lo empujé para que se alejara. - Donnie me miró perplejo.
- Estás jugando conmigo. - Ni siquiera lo vi a los ojos. - ¿Es que acaso no sabes que a los hombres les destruye el ego que una chica los rechace? - Desvié la mirada mientras doblábamos en el pasillo. - ¿Y él qué hizo? - Preguntó, cuando se dio cuenta que mi reacción tampoco me había gustado a mí.
- Se fue de la casa. No ha vuelto a hablarme desde entonces, y han pasado cuatro días. Créeme cuando te digo que nunca creí que sería tan fácil ignorar a una persona que vive bajo el mismo techo que tú, Michael lo ha hecho como si hubiera estudiado para eso. - Apreté los libros que tenía entre mis brazos mientras suspiraba con frustración. Sí que extrañaba a Michael. - Cada vez que intento hablar con él sale corriendo hacia el lado opuesto de la casa o se encierra en su habitación. Quiero aclararle cómo son las cosas, no quiero hacerlo sufrir. Es como mi hermano. - Donnie chasqueó con su lengua.
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Luke II; lrh |Adaptacion|
FanficHe will come back. Esta novela no es mía, es una adaptación y todos los créditos a la autora original.