El festival

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Advertencia: El siguiente capitulo contiene escenas de sexo algo explícitas. Se recomienda ser discreto con el contenido y si eres menor de edad sé responsable de tus actos. Sin más que decir, disfruten el capitulo.

Ya era el día del festival que celebraba el aniversario de Avalor. Siempre por ese día, los padres de Elena organizaban un gran festival lleno de bailes, música y comida tradicional. Y cuando Elena volvió, lo celebraban de nuevo.

Sin embargo, la emoción contrastaba mucho con la tristeza de Naomi, hace varios días que no veía a Mateo ni a Esteban.

Mateo desde que la besó no había vuelto al castillo. Elena le preguntó si sabía algo sobre el Mago Real, pero la rubia mentía diciendo que no. Cuando la verdad era que sabía que el castaño habría de estar incómodo por lo que sucedió.

En cuanto a Esteban, sentía la necesidad de verlo, quería decirle que ya se decidió sobre sus sentimientos y que quería decirle a todo el mundo que ella lo amaba. Lo amaba tanto que incluso en sus sueños se hacía presente abrazándola y besándola como solo él sabía hacerlo.

De pronto, recordó que había aceptado ir con Mateo al festival, ¿sería adecuado? No lo sabía, pero también sabía que por su causa el castaño estaba encerrado en su casa y no desempeñando su labor en la magia. Así que se cambió y fue a la casa de Mateo, pues podría aclarar las cosas con él.

***

Cuando Naomi fue a la casa de Mateo, la madre de éste no le dejó pasar diciéndole que su hijo se encontraba indispuesto a visitas.

-Señora, por favor, necesito hablar con su hijo. Es importante-le pidió Naomi.

-Lo siento, Naomi, pero no se puede. Él ha estado muy triste y desconozco la razón. Cuando pensé que ya se había recuperado, nuevamente está triste.

-Es que... Yo sé la razón y necesito hablar con Mateo sobre ese asunto-dijo la rubia.

-¿La sabes? ¿Serías tan amable de explicarla, Naomi?-preguntó curiosa la madre del Mago Real.

-Es que... Es privado-dijo Naomi pensando que a Mateo le incomodaría que su madre lo supiera, ella sería capaz de encerrarlos a ambos en su laboratorio hasta que no solucionen el asunto.

-Vamos, Naomi. No te dejaré pasar hasta que me lo digas, sabes que una madre es capaz de sentir el dolor por su hijo. Quiero saber el motivo.

Aunque... No sería malo del todo.

-Es que... Mateo me besó-dijo la rubia bajando la mirada, pero se encontró con una mirada cursi por parte de la madre de Mateo.

-Oh. Así que es por eso, yo pensé que él estas enamorado de Elena, pero eras tú. ¡Vaya, qué felicidad!-estaba emocionada la señora.

-Es que... Señora...

-No digas más, Naomi. ¿Cuántos nietos planean darme?

La rubia se sonrojó a más no poder. Dios, no tenía tiempo para esto.

Aunque... Tal vez esa sería la única forma de hablar con el castaño.

-Verá, señora. Mateo quedó conmigo para ir al festival que se dará esta noche, y si pudiera hablar con él sería bueno.

-Por supuesto, lo que sea para la novia de mi hijo. Pasa-dijo la señora, Naomi no estaba dispuesta a decirle que ella lo rechazó, pues de ser ese el caso la madre de Mateo no la hubiera dejado pasar.

La mayor la guió hacia el laboratorio de Mateo, en donde él se encontraba leyendo un libro sentado. Su madre la dejó en la puerta y se fue en dirección a la cocina para preparar el almuerzo.

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora