Un amor inesperado

Quisiera

-Yo creo que con todas las indicaciones que le he dado, ya puede ir a su casa, señorita Turner. Y felicidades por su bebé, por cierto. - habló el doctor frente a la rubia y sus padres.

Naomi ya se había puesto de nuevo con su vestido de siempre. Ahora se sentía mejor.

Esteban seguía afuera junto a su familia. Al menos, Naomi ya pudo hablar con él, eso la calmaba en sobre manera.

Pero, ahora estaba la duda de qué hacer de ahora en adelante con respecto a sus padres.

NO. No podía dudar. Prometió estar al lado de Esteban. Eso haría a pesar de todo.

-¿Te sientes bien, hija? -preguntó  Scarlett.

Naomi miró a su madre por breves segundos, ya que aún sentía pena por la noticia de su embarazo y su situación con Esteban.

-Sí,  mamá. -respondio la rubia. Su madre sólo asintió entendiendo que desde ahora la situación no sería fácil.

-Debemos irnos. -dijo el Capitán Turner, luego volteó a mirar a su hija- Y no quiero que hables con Esteban por ahora.

-¡Daniel! - regañó su esposa.

-¡Ya habló con él,  Scarlett! Ya puede decir que se preocupa por ese bebé que lleva Naomi, pero por ahora no. NO. ¿Entiendes Naomi?

La rubia sólo asintió.  Su madre la rodeó con sus brazos intentando reconfortarla.

***

Cuando Esteban vio a Naomi salir de la habitación ya recuperada, quiso abrazarla y hablar con sus padre. Elena  sabiendo su intención lo sostuvo del brazo pidiendo la palabra.

-Espero que se recupere. De parte de todos nosotros. - deseó la futura reina.

La familia Turner volteó ante el llamado de ella. Naomi y Esteban se miraron brevemente, Daniel notó esto y asintió hacia la princesa.

-Gracias, princesa Elena. Espero pueda mantener su distancia por ahora.

***

La familia Real volvió al castillo. En el camino todos estuvieron en un sepulcral silencio. Sabían que había mucho de qué hablar, pero la noticia sobre Naomi y Esteban había chocado a todos.

Fueron recibidos por Armando, el cual les sonrió como siempre ignorando las caras largas. Él les dio la bienvenida como siempre.

-Princesa Elena, sucedió algo en su ausencia. - informó Armando.

Elena suspiró cansadamente,  fue un día muy estresante y lo único que quería era dormir. Quiso decirle a Armando que mejor más tarde, pero su dicho siempre fue "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy".

-¿Qué pasó, Armando? -preguntó la princesa forzando una sonrisa.

-Hoy vino un postulante a Mago Real.

Elena pestañeo sorprendida por la noticia. "Al menos esa noticia es buena",  pensó la princesa.

-¡Eso es genial, Armando! - exclamó Elena- ¿Cómo se llama? ¿Te dijo algo sobre él o ella?

-Pues, se llama Ángel.  Le dije que usted no se encontraba y que volviera mañana.

-Me alegro. Ya mañana reuniré al Concejo para...

Elena se detuvo, recordó las palabras del Capitán Turner sobre conservar la distancia por ahora.

Debía respetarlo.

-Hablare con mi Concejo. Gracias por todo, Armando. - agradeció la princesa. Armando hizo un reverencia.

Elena se dirigió a su cuarto lista para dormir.