No puede ser

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Naomi se quedó en silencio sintiéndose mal. Lo sabía, sabía desde un inicio que no debía hacer aquel acto con Esteban en el castillo.

Pobre Elena, la traicionó con su falta de confianza. Se metió con su primo y no se sentía digna de estar frente a ella ahora.

-Cuanto lo siento.-le dijo Esteban sentándose a su lado. Ella lo miró con miedo, él sólo la abrazó.

-Perdón, Esteban...

-No tienes nada de que pedir perdón, Naomi. Tarde o temprano esto iba a pasar. Vistete, voy a ir a hablar con Elena.

-Creo que debería ir yo también...

-Soy su primo... Además, no puedes ir con todas esas lágrimas. Soy el mayor aquí, debo hacerme responsable.-le dijo Esteban dándole un beso en la mejilla. Naomi sonrió sólo por unos segundos.

El Canciller salió de la habitación dejando a Naomi, ella se acomodó su ropa y se puso a pensar en lo que sucedió. Su cuerpo aún temblaba, se sintió morir cuando los ojos de Elena se posaron en ella.

Suspiró esperando que fuera comprensiva.

***

Esteban se dirigió a varios lugares del castillo. Empezó por el cuarto de su prima, no se encontraba ahí. Luego fue al salón real, tampoco estaba ahí. Se dirigió a cada lugar posible y no la encontraba, sólo hasta que pasando vio una silueta en el balcón.

Era Elena que miraba en dirección al mar, específicamente al faro. Esteban se acercó a su lado, Elena fruncio el ceño al verlo.

-Elena, necesito hablar contigo.-dijo el mayor.

-Oh, claro. Ahora sí, ¿verdad?-el tono de la morena era de enojo-¿Por qué no lo dijiste antes, Esteban? Tú... ¿Acaso abusaste de Naomi?

-¿Cómo se te ocurre decir eso? Jamás podría hacerle eso a Naomi. Ella no se dejaría manipular, y lo sabes.

-No sé qué creer. ¿Sabes que Naomi teme poder estar...?

-¿Embarazada? Sí, ya lo sé.

-¿Y? ¿Qué harás?

-Primero, calmate.

-¡¿Cómo quieres que me calme?!¡Maldita sea, Esteban! Yo... Ella... Esto es horrible...

-¿Te molesta que yo esté con Naomi?

-No... La verdad es que no lo sé. No sé qué pensar. ¿Desde hace cuanto están juntos?

-Hace unos meses...

-¿Me estás diciendo que sólo llevaban unos meses... Y ya la embarazaste?

-Sé que suena mal, pero...

Una cachetada, la mejilla de Esteban se puso roja por el golpe.

-¡Eres un idiota, Esteban! ¿Eres consciente de que te aprovechaste de una chica?

-Eso no impedirá que siga con Naomi.

-¿Qué planeas hacer?

Esteban no tardó en responder.

-Seguiré a su lado. No me importa si tú estás de acuerdo o no. Yo la amo.

Elena se sorprendió al oír esas palabras de su propio primo, el cual normalmente había sido hostil ante Naomi.

-La amo mucho, Elena.

-Entiendo... Sólo dame tiempo, ¿si? Tengo que... Hacer cosas...-dijo ella retirándose, probablemente con rumbo a su habitación.

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora