Prólogo | Una pesadilla.

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Lee Hyukjae de verdad se preguntaba qué demonios hacía en ese lugar.

Es decir, no le correspondía, no deseaba y, sobre todo: no quería. Jamás creyó que el amor le hiciera acceder a tonterías. O sea, ¿él? ¿Con un bebé? Donghae de verdad estaba loco si creía que iba a cuidar bien a un niño. Ni siquiera tenía tiempo para estar en casa, y ahora adoptar a ún bebé. Pero entre pucheros, besitos y varios "Por favor, hyung", aceptó la propuesta de su novio.

Ese mismo fin de semana Donghae le contó que pasaba mayoría del tiempo encerrado y aburrido, además de que su trabajo lo terminaba demasiado pronto, cosa que le dejaba tiempo libre. Así que tener compañía en casa no haría nada mal. Patrañas. A pesar de vivir en un departamento con dos habitaciones y un baño, a él le parecía bastante bien así.

Ni siquiera pensó en tener hijos si estuviera con una mujer.

Ahora se encontraba en la oficina de un orfanato esperando a que él y su pareja fueran atendidos.

-Hyuk -Donghae se inclinó enfrente de él-, ¿estás bien? Parece que no quisieras estar aquí.

-Así es.

Donghae formó un puchero. Hyukjae apartó la mirada.

-Pero tú aceptaste. No quiero estar solito en casa -de pronto tuvo una idea-. A no ser que quieras que tenga otro tipo de compañía.

Hyukjae abrió los ojos como platos.

-¡Ya nos toca o qué!

El menor lo tomó de las mejillas para darle un corto beso en los labios. Sinceramente, de todo el tiempo que llevaba en la casa, jamás le pasó por su cabeza engañarlo y meter otro tipo de compañía. Hyukjae resopló.

-¿No se supone que deberíamos estar casados para adoptar?

-Nope -rió-. Ahora solo verifican que seamos buenos para ellos, solo para evitar ventas o maltratos...

-¿En serio?

-El futuro es hoy -rodó los ojos.

Además, investigó y se sentía más seguro porque no necesitaban tantos requisitos. Y los llevaba todos, con más copias por si acaso. ¡Estaba tan emocionado! Ahora solo faltaba convencer a Hyukjae de tener veinticuatro hijos más.

-¿Lee Donghae y Lee Hyukjae?

Se levantaron al instante, el primero con las emociones al máximo y el segundo no tan animado. La dueña los esperaba los esperaba sentada dentro cuando cerraron la puerta.

-Siéntense, por favor -revisó los papeles en su mesa, escribiendo unas cosas en su computadora-. Bien... ¿trajeron los papeles?

Hyukjae por un momento se emocionó porque él no sabía nada de papeles pedidos, lo cual significaba que tenían que regresar. Pero Donghae lo sorprendió sacando un sobre que definitivamente no había visto. Boqueó. La dueña, señora Moon, los revisó y volvió a su computadora. Finalmente se quitó las gafas y sonrió.

-¿Qué buscan, jóvenes? ¿Niño, adolescente?

-En realidad buscamos una bebé.

-Oh, lo siento -Hyukjae sonrió-. Pero se los han llevado, por suerte -sí, mucha suerte-. Lo que sí hay son niñas entre... -lo pensó un poco- cuatro y seis años.

-¡Perfecto!

No creyó que a Donghae no le importara si eran bebés o no. ¡Joder! Y un pequeño era todavía peor. Definitivamente estaba en una pesadilla.

-Entonces debería mostrarles las fotos y...

Sin previo aviso, la puerta que se encontraba detrás de la señora Moon se abrió, esa que daba hacia dentro del orfanato. No alcanzaron a ver nada, solo se oyeron pequeños pasos. Ella se giró en su silla y miró hacia abajo, con una sonrisa enternecida.

¡Adoptemos un bebé, Hyung! ✿ [EunHae] [hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora