"Esto no acaba aquí..." pensaba Jane mientras seguía mirando a su hermano con frialdad.-Jane... -dijo la madre.
La chica salió corriendo de la habitación. Se escuchó un sonido de puerta cerrándose y a continuación un silencio muy largo.
El chico hizo lo mismo, pero se dirigió fuera de la casa. La madre se quedó sola, cosa que a ella no le gustaba. Decidió ir a buscar a Jane, intentar hablar con ella, ya que con Bastian era imposible dialogar en ese momento.
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Jane:
La chica estaba experimentando casi lo mismo que su hermano sentía por ella, odio.
Cuando su madre entró a la habitación donde ella se encontraba, se cubrió entre las sábanas de su cama y empezó a llorar.
Su madre se sentó a su lado y le acarició la pierna.
-Se que no fuiste tu.
Jane cerró los ojos pensando en lo que acababa de hacer.
-Yo no fui -mintió la chica en sollozos- Siempre me hecha la culpa de todo...
-Con él hablaré más tarde. Ahora quiero saber por qué Bastian cree esas cosas.
La chica se quedó callada. No sabía que responder ante semejante pregunta.
-Se que no quieres hablar en este momento, pero quisiera intentar saber el motivo de las cosas. Me podrías ayudar?
Jane negó levemente con la cabeza bajo la sábana y no dirigió palabra a su madre.
-Entiendo... Bueno, mejor te dejo sola.
La madre se retiró de la sala y dejó sola a su hija, quien todavía no se movía.
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Bastian:
Bastian corría por las calles muy enfadado pensando en la fría mirada de su hermana y en todo por lo que le había hecho pasar esos últimos días. Recordó a su hámster, su graduación, y muchas otras "bromas" que ella le había hecho.
Seguía corriendo sin rumbo, cada vez alejándose más de su casa. Esta vez recordó la primera broma, la broma por la cual estaba pasando todo esto. Razón por la cual el chico corría por las calles de la ciudad.
Seguía corriendo. Esta vez su mente se quedó en blanco. Todos sus pensamientos quedaron olvidados en lo más profundo de su consciencia. Bastian había dejado de sentir dolor.
Se quedó parado en la estación del bus, con la cabeza mirando al piso. Subió al primer bus que pasó frente a él, y se mezcló entre la apretada multitud del medio de transporte.