ÚNICO。

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Todos conocían a Park Jisung, el mejor alumno de la clase A, con su increíble belleza, encantadora sonrisa, mirada tierna y unos excelentes modales. Popular en la escuela por ser un cerebrito lindo, con muy buena fama. Hombres y mujeres en algún momento caían por él, pero el chico era más bien tímido y solitario, por lo que terminaba recházandolos educadamente y con una apenada sonrisa.

Jisung tenía tres pasatiempos favoritos, dos de ellos podía llevarlos acabo en la biblioteca (su lugar favorito, siempre tan tranquilo y callado): leer y dibujar. En el sitio más alejado de la biblioteca, el castaño se sentaba y las llevaba a cabo, cabe resaltar que nunca nadie había visto lo que dibujaba o leía. Su otro hobbie era un secreto.

Tan secreto que ninguna persona se había enterado en todo el tiempo que llevaba practicandolo, ni siquiera sus padres, pero su nuevo vecino chino era demasiado parlanchín y entrometido, eso sólo lograba desesperar al coreano.

Hasta ese momento había evitado a el extranjero con sus mejores sonrisas amables, disculpas y pretextos cada que se acercaba a conversar o como Jisung lo llamaba, chismosear.

Sí, estaba consciente de que era hipócrita con el pobre chico rubio, pero en su opinión era intenso y preguntaba por todo, totalmente opuesto a él. Debía aprender a mantener su nariz fuera de donde no lo llaman.

ㅡHola, Pollito~.- era sábado, y Park se encontraba leyendo en el jardín de su casa bajo la sombra de un árbol, Chenle, su vecino, se acercó para entablar una conversación.

ㅡNo me llames así.- el castaño respondió seco, ya sin molestarse en ser amable, continuó su lectura.

ㅡ¡Hey! ¿Qué lees?- a Zhong le llamó la atención que el libro estuviera forrado de negro. Se acercó para ojear pero Jisung rápidamente lo cerró.

ㅡ¿No tienes nada qué hacer? Ve a comer perro, o yo qué sé qué cosas hagan los chinos.- el rubio aún no comprendía muy bien el coreano fluido, pero entendió perro y sonrió.

ㅡ¡Yo tengo un perro!- su sonrisa se ensanchó y sus ojos por poco desaparecieron.

ㅡFelicidades.- respondió con monotonía.

ㅡEstoy aburrido, ¿Qué haces para divertirte?- se sentó en el césped y el castaño suspiró con cansancio, ya que significaba que no tenía intenciones de irse.

ㅡEstar solo.

ㅡ¿Por qué? Eso es muy triste.- su mal pronunciación provocó que el menor riera, burlándose. Chenle no tenía la menor idea de qué se reía, pero su risa lo contagió y terminó riendo a carcajadas, provocando que Jisung riera aún más.

ㅡTu risa es tan estúpida, chico delfín.- el más bajito no captó la burla en sus palabras y lo tomó como un comentario amistoso.

ㅡHace dos meses nos mudamos y es la primera conversación tan extendida que tenemos.- el mayor por meses comentó.

ㅡEso es porque no sabía lo mucho que me podía divertir contigo.- sus palabras tenían otro sentido, pero nuevamente el chino al ser un tanto inocente no lo captó, y se emocionó por poder acercarse al fin a el chico que había llamado su atención desde que se había mudado al vecindario.

ㅡ¡Genial! Pollito...- el coreano rodó los ojos por el apodo. ㅡEstoy aburrido.- formó un pequeño puchero con sus esponjosos labios.

ㅡVen, vamos a hacer algo más divertido.- lo jaló de la muñeca, entraron su casa y lo guió hasta su habitación, colocó seguro a la puerta. ㅡSólo no seas tan ruidoso como acostumbras...- el grito de su madre en la planta baja lo interrumpió. El rubio veía con ojos soñadores el perfil de Jisung, lo guapo que se veía prestando atención a lo que su madre le decía le hizo suspirar como colegiala enamorada.
ㅡAhora vengo, no toques nada.- pero pareció que le había dicho Ahora vengo, inspecciona mi habitación y toca todo.

GOOD BOY ; JICHENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora