|| 3 ||

89.9K 8.4K 4.7K
                                    

Al llegar al patio delantero de la casa nos detuvimos, observé cómo Michaelis sacaba un cigarrillo y lo encendía, al sentir mi vista sobre el me observo ofreciéndome el cigarrillo, yo negué.

–Quisiera...

Me interrumpió.– Mira –Hablo arrogante.–, ya se porque vienes aquí y no, no te llevare a ver a Luca, no te hablaré de el y realmente no me interesa en lo absoluto que quieres de el y porque tienes su fotografía. Así que evítate el estupido discurso que me darás y mejor vete antes de que sigas haciéndome perder mi tiempo.

Eso me tomo por sorpresa, no se como no pensé que el chismoso de Maxon le diría a él también.

Tragué saliva.– Yo no venia a hablarte de Luca. –Mentí.

Michaelis alzo su ceja viéndome de arriba abajo.– No eres mi tipo. Que tenga la fama de estar con muchas chicas, tengo –Frotó sus dedos.–. ¿Un gusto exacto? –Hablo.

Genial, ahora creía que vine a acostarme con el.

Reí ligeramente y negué.– Yo no me quiero acostar contigo. –Le respondí.

–¿No? –Ladeó su cabeza y dio pequeños pasos acercándose a mí para quedar a una distancia apenas prudente, ante esto pude obsérvalo mejor, sus ojos eran verdes, un verde realmente único, nunca había conocido a alguien con el tipo de color de sus ojos, estos combinaban a la perfección con su cabello.

–No, yo no quiero eso. –Repetí, era un buen momento para pensar en algo rápido.

Mordió levemente su labio inferior.– Todas quieren eso, nena. –Susurro acercándose más a mi rostro, era alto, mucho a comparación de mi.

Rodee mis ojos soltando un pesado suspiro.– Sonará muy cliché, pero yo no soy todas. –Le dedique una sonrisa divertida.

Dio una calada a su cigarrillo alejándose de mi.– Bien, ¿cuál es tu nombre, nena?–Enfatizó más el apodo.

–Vega. –Respondí.

–Vega –Repitió.–. Lindo nombre –Susurro,–. Entonces recapitulemos, no quieres información de Luca, tampoco quieres tener sexo conmigo. Así que, ¿qué necesitas de mí? ¿Qué puedo ofrecerte yo? –Agregó manteniendo su postura fría.

Hice lo posible para que no se notaran mis nerviosa ahora que no tenia ninguna carta bajo la maga.– ¿Estudias en Zúrich?

No se ni porque pregunte eso, no quería verme desesperada ahora que estaba quedando en ridículo.

Asintió dándole otra calada a su cigarrillo.– Estudió en la facultad de ciencias.

Con la pinta que llevaba no me lo imaginaba estudiando ciencias.

–Es una mierda por cierto, pero no había mejores carreras –Agregó–. ¿Tú?

Eso lo explicaba todo.

–Artes. –Respondí.

Michaelis sonrió y asintió.– Tienes pinta de artista.

¿Era un cumplido o una ofensa? Cuando iba a tratar de sacar más tema las dos chicas que estaban con él salieron y caminaron hacia nosotros.

–¡Mica, adivina que! –dijo una de ellas.

Michaelis les prestó atención a ambas ignorándome por completo.– Sabes que odio adivinar, así que ve directo a ello. –Respondió de mal humor.

Un minuto las mandaba al diablo y al siguiente otra vez les hacía caso. La manera en que las trataba daba asco y daba más asco que ellas parecieran fascinadas con eso.

Abstracto |+21| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora