Sin Remitente | VKook

Bonus

Días después del funeral de Kim Taehyung

Perder a una persona que amas nunca es fácil, mucho menos cuando trataste siempre de salvarla, sin embargo al final ¿Lo hice?, yo siento realmente que no, pero según el en el último suspiro me dijo que sí. Las personas dicen que es mucho mas doloroso perder a un ser querido cuando esto sucede derrepente, aquella vida se te va de las manos como si nada. Pero mi opinión personal es que es mucho mas doloroso cuando presenciamos su partida, es en aquel momento donde la vida de esa persona se te va de las manos y tu te aferras a sostenerla aunque irremediablemente se va.

Ahí estaba yo, siendo abrazado mientras que la persona que más ame en la vida se me estaba escapando de las manos. Recuerdo su mirada cristalina, las veces que sus labios me pedían perdón, algo que no debió hacer, el nunca tuvo la culpa de el destino que le tocó. Dicen que somos dueños de nuestro destino, pero si fuera así no creo que nadie sea tan desquiciado como para querer que el destino te arrebate la felicidad y te hunda en la miseria; su agarre firme como si yo estuviera mas herido que el, cuando el era el que había sido disparado dos veces, y aún así aquel Ángel al que yo suelo llamar el amor de mi vida, dijo que yo lo salve.

Lo mas doloroso de el desgarrador momento fue cuando besé sus labios, pude sentir aquel calor llamado vida desvanecerse, como poco a poco lo iba perdiendo, yo cerré mis ojos antes de besarlo pensando que le daría motivación de resistir, en cambio cuando los abrí ya mi angel había partido. Fue difícil para mí no culparme, ¿Yo pude hacer algo para que se quedara?, en cambio estaba como un tonto sin comprender que estaba sucediendo, sabía que el se iba, sin embargo yo no quería que eso sucediera.

Esa noche no pude dormir, me era imposible descansar. Cada vez que cerraba los ojos, los abría de golpe pensando que solo fue una pesadilla y ese día nunca desperté, que Taehyung estaba aún acostado a mi lado y yo debía pararme a hacer el desayuno para que no se quemara con la estufa. Pero no era así, cada vez que abría mis ojos me encontraba con el otro lado de la pequeña cama vacío, su olor aún en la almohada, solía divagar entre mis alucinaciones con que el bailaba entre risas en la habitación mientras yo seguía acostado. Pero nada de eso era real.

Recuerdo perfectamente que esa noche, perdí la noción entre la realidad y la ficción.

El funeral, realmente no quiero hacer énfasis en eso, fue como ver como entierran tus sueños. Un futuro juntos, nuestras esperanzas, toda aquella felicidad que pudo haber sido, todas aquellas lágrimas que pudieron no ser derramadas. Sin embargo ese día recibí algo muy importante, algo especial que era de mi Kim Taehyung.

Esa misma noche al llegar a la casa, Yeri estaba conmigo, ella cuido de mí y su hijo de alguna manera me dio esperanzas para ver que mi vida no estaba perdida, aquel mocoso tenía la misma hiperactividad que Taehyung, esos ojos y nariz eran idénticas a la persona que acababa de perder.

¿Como no lo pude notar antes?

Tal vez porque antes no lo estaba buscando en cualquier cosa, tal vez porque antes lo tenía, lo podía abrazar y podía ver su rostro cada cuanto quisiera.

La caja no estaba llena de oro, diamantes, dinero, ni nada. Era una caja de cartas.

Cartas donde estaba plasmada la escencia de mi Kim Taehyung, donde estaba escrita con su letra sus sentimientos, sus vivencias, aquellas cosas que nadie quiso escuchar, aquellas cosas que el nunca pudo decir. El 90% de las cartas me hizo sentir peor y preguntarme, ¿Donde estaba yo cuando el mas me necesitaba?, pero el otro 10% donde hablaba de mí, de lo mucho que estaba enamorado, me hizo sentir que el las estaba leyendo para mi con aquella voz gruesa, que el estaba a mi lado leyendo cada silaba, cada verso.

Yeri me acompaño a leerlas junto a su mocoso. Pero hubo una carta que sin dudas para mi fue la mejor.

Querido Jeon Jungkook dueño de mis sentimientos, autor de mi felicidad:

Hoy me he despertado muy feliz, ¿Quieres saber cual es la razón?, con gusto te la contaré.

Hoy es el primer día que me he quedado en tu casa, el primer día a tu lado. Para mi esto es un sueño, solo tu presencia en mi vida me hace muy feliz. A veces veo todo lo que está sucediendo en este momento y no parece real, mucho mas allá de mis malos días, te encuentras tu, aquel remedio para todos mis males. Se que tal vez me estoy apresurando en mis pensamientos de niño soñador, pero me gustaría ver tu rostro todas las mañanas cada vez que despierte.

Me da una inmensa paz ver tu sonrisa, espero algún día poder ofrecerte esa paz. Quisiera permanecer a tu lado mucho tiempo mas, contigo aprender cosas nuevas.

En el momento que me encontré a mi mismo, tuve que irme, no pude seguir en un lugar donde no era recibido. Yo creo que podría hacerlo mejor, podría abrazarte mas fuerte, en este largo camino, mi luz eres tu.

Yo el que no fui invitado, el que nunca fue recibido, el que siempre fue molestado, el único que me conoció y recibió fuiste tu. En las noches eternas sin algún final a la vista, fuiste tu quien me regalo la mañana, ¿Ahora estaría bien querer sostener tu mano?, puedo hacer lo correcto.

Puedo hacer lo correcto. Yo sé que puedo hacerlo mejor, sostenerte con mas fuerza, porque todos mis caminos se que llevan a ti, todo antes era inutil, excepto tu, ahora solo dame ese amor que siempre quise de ti, así como lo estás haciendo. Creo que lo estamos haciendo bien.

Incluso si no encuentro algo que decir, se que será comodo contigo. Mientras te tenga a ti, cualquier lugar será mi hogar. Tu amor, lo necesito.

Por eso siempre estaré contigo, aún cuando no quieras que lo esté, siempre al lado de tu corazón.

Cuando termine de leer aquella carta lloré al ver como termino toda nuestra historia. Yeri también lloraba, pero había una pequeña persona que solo reía, una persona que siempre te amo y tu amaste también. Un pequeño bebé.

¿Ahora que haría yo en este jardin de sueños rotos?, ¿En este mundo donde tu fragancia aún persiste en la almohada?, ahora todo lo que hago es cuidar a una bonita flor que se parece a ti, una flor a la que tu amaste, una flor que a diario me hace reír. Espero estar haciendo lo correcto, espero que estes orgulloso de mí, porque después de todo esto aún siento este sentimiento demasiado vivo, aún te amo.

Hasta nuestro reencuentro, se despide Jeon Jungkook.