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El quinto año de Remus no podía haber empezado de peor manera, con la luna llena en los días próximos y con los lacayos de Rodolphus Lestrange, acorralándolo en uno de las pasillo del segundo piso, él era uno, ellos era 4 no tenía oportunidad por muy bueno que fuera en encantamientos.
—¿Por qué tan solo Lupin? —dijo Malfoy mientras apunta la varita en dirección al castaño.
El no respondió, no iba forma parte de su juego, solo quería que lo que sea que le fueran a hacer lo hicieran de una vez y que se largaran para poder estar solo, para así poder descansar antes de su transformación, pero por alguna extraña razón sólo estaban parados enfrente de él, esperando a que algo bueno se les pasara por la cabeza y así poder vengar todas las que los merodeadores les debían.
—¿De verdad están acorralandolo entre tantos?
La voz de la castaña retumbó por todo el pasillo mientras todos los chicos miraban en su dirección.
AUDREY AVERY, Remus pensaba que ella era sin duda una belleza, aunque no era el único que lo hacía la mayoría de los chicos se daban cuenta, mas sin embargo la chica se encargaba de rechazar cuanto se le pusiera enfrente, pero esta no era la única razón por la cual nunca se le había acercado, ella una Slytherin, demasiado intimidante y fuera de alcancé, además de la torpeza en como actuaba enfrente de cualquier chica, esto lo llevo a recordar como el año anterior había tenido un cita con Sofia Finnigan y lo mal que esta había salido.
Los pensamientos del chico se interrumpieron cuando se dio cuenta de que Avery tenia su varita apuntando a Lestrange con una mirada determinante y un tanto fría, parecía como si fuera a matarlo en ese instante, mientras que Lestrange la mira con burla.
—Por Salazar Audrey, ni que fuera para tanto, solo es el insignificante de Lupin, además, ¿desde cuándo defiendes a alguien que no es cercano a ti? —soltó con pesadez.
Y era cierto apenas y habían cruzado caminos en todos sus años en Hogwarts nunca habían pasado de algunas miradas incomodas entre clases, de hecho el mayor tiempo que habían pasado juntos fue en el expresso en la junta de prefectos, aúnque también esta el incidente de tercer año.
—No es que me importe —eso le había hecho sentir extraño, la manera en lo que lo dijo fue fría y sin sentimos de cualquier tipo— es sólo que ya es tiempo de que madurez ¿no crees? Este es tu último año antes de salir de Hogwarts y sigues comportándote como un estúpido.
La cara de Lestrange era un poema, estaba tan furioso por como le había hablado a la chicha que símplemente se dio la vuelta y camino en dirección contraerá y sus lacayos lo siguieron.
Remus esperaba que la chica hiciera lo mismo y lo dejará sólo, mas en cambio Avery le ofreció su mano para ayudarlo a levantarse, ya que en su intento de huir había tropezado con sus propios pies, estaba anonadado, pensando si era una broma y quitaría la mano antes de que un mestizo como el la tocará.
—Me vas a dejar con la mano extendida...—la chica hizo un gesto para que dijera su nombre, era obvio que Audrey lo recordaba, pero era bastante orgullosa para admitirlo, así como lo era para admitir que lo observaba cuando él esta distraído.
—Lu-lupin, Remus Lupin. —se apresuro tanto a decir el chico que tartamudeo mientras pensaba que la chica ni si quiera sabía su nombre.
—Bueno Lupin, toma mi mano antes de que piense que eres un idiota como tus otros tres amigos —su voz no sonaba enojada, incluso el castaño se atrevía a decir que estaba bromeando y sin más tomo su mano, era todo lo que esperaba y más, la sensación que invadió lo cuerpo de los chicos fue excitante de una manera que no lograban explicar, estuvieron con sus manos entrelazadas por unos segundos hasta que la castaña soltó el agarre dispersado cualquier conexión que se había formado.
—Gracias. —Susurró Remus.
—En realidad no lo hice por gusto Lupin, necesito que me ayudes.
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Todo había pasado tan rápido que apenas tenía tiempo de procesarlo, Remus Lupin caminaba hacia la sala común de Gryffindor, mientra reflexionaba todo lo sucedido, Audrey Avery, la Slytherin le había pedido ayuda para estudiar Historia de la Magia, alegando que esta era su peor materia y que necesitaba saber lo mas posible para los TIMOS de fin de año, luego de que aceptase la chica se marcho no sin antes aclarar que su primera reunión sería el próximo Lunes después de clases en la biblioteca que era de dentro de 3 días justo la mañana despues de la luna llena.
El chico estaba feliz, indudablemente feliz, nunca antes había pensado cruzar más de dos palabras con la chica hasta ese día. Cuando por fin entro a la sala común con una sonrisa un su rostro que no podía controlar, sus amigos lo miraron extrañado, no era normal verlo así, y mucho menos días antes de la Luna llena.
—¿Estás bien Remus? —pregunto James mientras se acercaba a su amigo.
Fue entonces cuando entro en razón y recordó lo próximo que estaba el día de su transformación y su felicidad desapareció tan pronto como llegó.
—Claro que lo estoy James, ahora, ¿que descubriste en el verano? —interrogó a su amigo para pasar de tema.
—Mi querido Remus, descubrí la manera de que podamos estar juntos durante tus transformaciones —James hablo tan entusiasta pero a Remus no le hizo gracia, no quería que salieran heridos por su condición.
—Sabes lo que pienso respecto a eso James —habló serio.
—Sí, ya lo sabemos, pero descubrimos que sólo nos puedes lastimar si somos humanos —esta vez fue Sirius quien hablo, a Remus no le daba un buen presentimiento la dirección que estaba tomando la concentración.
—Entonces decidimos que nos convertiremos en animales, en animagos en realidad —ahora Peter quien estaba hablando.
—No es necesario chicos. —trato de persuadirlos sin mucho empeño.
Pero no le hicieron caso y él no insistió sabiendo que era caso perdido por lo que esa misma noche todos fueron a la casa de los gritos luego de que hicieran la posición con los ingredientes que James había tomado de la oficina del profesor de posiciones todos los amigo se convirtieron en animales.
