Carta 5

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Querido Joaquín:

Me dijeron que era cuestión de tiempo para que dejará de doler, pero ya habían pasado poco más de 13 meses y ese día no llegaba, seguía llorando frente a tu retrato, ¿es que acoso no era suficiente el sufrimiento por el que estaba pasando? Joaquín, mi mamá también siente tu partida, ella te amaba, te miraba como un hijo más.

Una tarde la encontré llorando frente a mi habitación, pensé que algo había pasado pero en cuanto me vio, se lanzó a mis brazos y me dijo con la voz rota "lo siento tanto, sé que te hace tanta falta, pero no eres el único al que le duele su muerte". Y entonces supe que se trataba de ti, lloré en los brazos de mi madre, lloramos los dos por ti, Joaquín, porque los dos te extrañabamos mucho.

Mi mamá creía que te quedarías conmigo, que nos casariamos así de bonito como en las telenovelas y después de unos años, adoptaríamos a dos niños, tal vez me dejarías escoger el nombre de uno, serían los bebés más queridos y llenos de amor. Pero no pasó, y entonces mi madre pensó que me iría contigo pero no, me quedaría aquí viviendo una vida por los dos, porque así tu lo deseabas. Me lo dijiste.

Cuando te presenté a mi madre, ambos estábamos tan nerviosos, no teníamos mucho saliendo, apenas habían pasado 3 meses desde que te ha pedí que fueras mi novio pero considere que presentarte a mi familia sería el primer gran paso para demostrarte que yo te quería en serio, que deseaba estar contigo como no lo había querido con nadie.

"¿Y si no le gusto? Ay no Emilio, regresamos, no estoy listo para esto." Me dijiste, estabas temblando y no entendía porque, Joaquín, ¿quien no te querría a ti? Mi mamá te adoro desde el instante en que te vio, tomo tus manos y te dirigió una mirada cariñosa, ya te la habías ganado y sólo sonreiste, mi bonito.

Joaquín, mi mamá cree que es tiempo de que me de una oportunidad con alguien más, pero yo no quiero que nadie me quiera como tu lo hacías.

Extraño las tardes que compartíamos en familia, y aunque nunca leeras esto:
Con amor, el chico al que hacías inmensamente feliz.



Querido Joaquín, nunca leeras esto. EMILIACO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora