Hellhound

°Uno°

El torneo fue un gran fiasco al final: ese horrible ser había surgido del caldero sonriendo triunfante. Harry solo quería desaparecer pero no, en su lugar repitió su mantra una vez más sacando valor de donde no lo tenía. "Ellos dieron la vida por mí y yo la daré para salvar a los inocentes." Se lo repetía una y otra vez. Cuando Voldemort tocó el cuerpo de Cedric su control se esfumó, ¿cómo ese maldito se atrevía a tocarlo?

Gritó con todas sus fuerzas para que dejara a Cedric logrando que la atención de todos los mortifagos reunidos se centrara en él, observó entre la multitud de capas negras y notó una faltante, días antes había visto a su profesor discutir con el director Karkarov el cual le mostraba la marca tenebrosa, solo sumó dos más dos para atar los cabos y saber que su profesor era un mortifago.

Encarlo no fue la mejor decisión pero aprendió a la mala que no todo es lo que parece con la promesa de no divulgar la información y una amenaza con consecuencias severas y oscuras dejó el despacho de su profesor. Ahora aliviado de no ver su singular silueta en ese lugar peleó con todo y cuando su varita se enlazó con la del mago oscuro por un momento creyó que vería a sus padres —pues el espíritu de su amigo surgió de la unión entre ambas— pero eso jamás pasó, salió una mujer y un señor mayor pero nada más, cuando Cedric le pidió llevar su cuerpo a su padre no lo pensó dos veces y asintió frenéticamente, una vez pudo tomar la copa de nuevo se aferró al cuerpo del que se convirtió en un gran amigo durante el torneo.

Harry sintió el pasto en lugar de las piedras, una vez relajado no pudo más y soltó las lágrimas que tenía reprimidas. La cara de su profesor quien se acercaba era una mezcla entre preocupación e ira, lo ayudó a levantarse mientras Harry se abrazó al hombre, con tanto ajetreo dudó mucho que alguien siquiera notara lo que hacía, Harry se acercó al oído contrario y con una voz áspera dijo.

—Él a vuelto.

Su profesor lo miró aterrado pero antes de que pudiera contestarle fueron separados. Vio al ministro, le gritó con todas sus fuerzas que Voldemort había regresado, este empezó a negar. "Estás en shock." Dijo el hombre. Vio a su profesor levantarse la manga de su túnica y gritarle que no era un shock, que decía la verdad pero como a él simplemente lo dejó de lado diciendo que era un complot de Dumbledore y se fue del lugar.

Harry fue llevado al despacho de Moody el auror —que había sido llamado para dar clases ese año— y de nuevo su sorpresa fue grande al ver cómo se transformaba en otro mortifago infiltrado, en éste punto al muchacho ya le daba igual si lo mataban o no, Dumbledore llegó y derribó la puerta salvandolo, aún se pregunta cómo es que dejaron entrar a un dementor para cuidar a un seguidor de Voldemort, todo el maldito espectáculo por nada, se preguntaba una y otra vez.

Su llegada a el número 4 de Privet Drive en Little Whinging, Surrey. Fue como siempre: un asco. Por que cuando el señor Weasley les dijo que tuvieran consideración con él eso solo aumentó los golpes y los gritos. Unos días después su tío lo había atado a la cama empezando a tocarlo, sintió tanto asco, antes de que lo tocara más arriba de sus rodillas su magia reaccionó y mandó a volar a su tío mientras desvanecía las cuerdas que lo ataban, no lo soporto más se envolvió en su capa de invisibilidad y abandonó el lugar sin mirar atrás, abordar el autobús noctámbulo fue un caos pero al fin estaba en casa.

Corrió lo más que pudo, se imaginaba a la señora Weasley abrazándolo y calmándolo, a Ron despotricando contra Fudge, se imaginó mil cosas más pero no llegar y ver a sus supuestamente difuntos padres siendo abrazados por Sirius y la señora Weasley cargando a una niña pelirroja. Fue como estamparse en una pared y gracias a la capa no lo habían notado, vio a los gemelos gritarle a su madre y salir de la casa para desaparecerse, deseó saber qué mierda estaban pensando y contra todo pronóstico eso sucedió lentamente fragmentos llegaban a él.